OPINIÓN | Pues habrá que jugar las 42 jornadas
Hace meses que llevo escuchando mucho una reflexión de aquellos aficionados del Deportivo que se resignaban a vender a Yeremay, cada vez los menos, apuntando que con 30 millones en el bolsillo, o los que fueran, por el canario, el club podría construir un equipo para ascender fácilmente. Todas las opiniones, como las que aquí se plasman, son libres, solo faltaría, pero me sorprende que alguien que haya visto durante los últimos años la Segunda División, sirve también en el caso que nos ocupa la Primera RFEF, piense que ascender es una tarea sencilla. Sea cual sea la categoría de la que quieras salir.
El fútbol es un deporte que no admite demasiadas verdades absolutas. Pero probablemente una de ellas sea que nadie, absolutamente nadie, se pasea en la categoría de plata del fútbol español. No lo hizo siquiera aquel Dépor de Oltra que todavía tiene hoy el récord de puntos, pero que tuvo que sufrir hasta las últimas jornadas a pesar de contar con una plantilla plagada de estrellas.
El tema es que el club blanquiazul no solo se ha quedado con Yeremay este verano, sino que ha rodeado al canario de nombres que a muchos se nos hubiesen venido a la cabeza firmar con el dinero que podría haber dejado en caja el ‘10’. Y las primeras fechas del campeonato, con Burgos y Leganés como espejo, han vuelto a demostrarle a aquellos que podían pensar lo contrario, que no, que no será este el curso en el que el Deportivo se dé un paseo.
En una categoría tan igualada y en el que las debilidades propias son tan decisivas como las fortalezas del rival, bien hará Hidalgo en corregir lo antes posible la fragilidad que hoy transmite un equipo que, como demostró en Butarque, para hacer gol necesita bien poco. Y es que a pesar de los Luismi, Gragera, Loureiro, Stoichkov... o Yeremay, parece que habrá que jugar las 42 jornadas para subir. Sorpresa.