
Ni en sus peores pesadillas Derik Osede habría imaginado un desembarco tan aciago en A Coruña. El defensa central madrileño, de origen nigeriano, firmó con el Deportivo el último día del mercado de verano para cubrir el hueco en la zaga que dejaba la marcha del italiano Michele Somma.
Como si de una maldición se tratara, las lesiones, que tanto se cebaron con el transalpino durante su etapa en el equipo blanquiazul, también persiguieron a Derik.
En noviembre sufrió una lesión en el sóleo de su pierna derecha que le mantuvo KO hasta diciembre, y en marzo se rompió el tendón de Aquiles y se despidió del curso.