
La temporada 2020-21 comenzó como una nueva oportunidad para que Borja Galán se consolidara en el Deportivo, tras salir cedido al Racing de Santander a mitad de la pasada campaña.
El extremo madrileño estaba llamado a ser uno de los futbolistas que tiraran del carro blanquiazul en Segunda B. De hecho, formó en el equipo inicial desde la quinta jornada hasta la undécima. Pero fue uno de los damnificados de la derrota con el Compostela en Riazor (0-2) y, desde entonces, tuvo que conformarse con un rol secundario.
Una lesión muscular apenas le permitió participar en la segunda fase.