El Montañeros termina la pretemporada con un triunfo frente al San Tirso (2-0)

Último amistoso de pretemporada para Montañeros y San Tirso antes de iniciar sus respectivas competiciones oficiales. El equipo de Jairo Arias llegaba tras haber disputado otro choque el día anterior, en el que se impusieron a domicilio al Sigüeiro y el Fabio un día antes, pero eso no les privó de intentar mostrar sus estilos de juego habituales.

En el minuto diecisiete tuvieron su primera oportunidad clara los locales por medio de Cano, que disparó desde dentro del área con pierna derecha obligando a esforzarse al máximo a Fedello para evitar el primer gol del encuentro. El San Tirso reaccionaba y tenía también opciones para adelantarse en el marcado, pero los tiros no acababan en el fondo de la red.

Estaba muy activo Adri Ogando por la banda izquierda del Monta. Tras un gran pase en profundidad, recortaba a su marcador dentro del área y disparaba con su pierna mala, la derecha, fácil para el guardameta. El primer gol del partido llegaba por esa banda izquierda, con un centro del propio Ogando que remataba de cabeza ajustado al palo Jorge Otero. El Montañeros conseguiría doblar su ventaja en el tiempo de descuento desde el punto de penalti, desde donde Cano no falló con un disparo raso.

Segunda parte

Tras el paso por los vestuarios, salía mejor al césped de Visma el San Tirso, buscando recortar distancias en el marcador. Ambos equipos introducían varios cambios en el terreno de juego, procurando repartir cargas y dar minutos a todos los futbolistas antes del comienzo de la liga. El equipo de Fabio tenía varias llegadas a balón parado, aunque ninguna clara.

El buen entramado defensivo de los visitantes no dejaba al Montañeros desplegar su juego combinativo habitual, obligándoles a buscar muchos desplazamientos en largo desde los centrales hacia desmarques a la espalda de sus extremos, pero sin demasiado éxito. La tenían los de Jairo Arias en el minuto 73 con una acción ensayada a balón parado. Centraba Adri Ogando desde banda izquierda y remataba Pape de cabeza, obligando a intervenir de manera providencial al guardameta rival.

Los locales se hacían con el control del balón y del partido, intentando aprovechar los centímetros de Pape en la punta de ataque con centros laterales. El San Tirso estaba bien plantado en fase defensiva y esos intentos se quedaban en nada, pero los de morado estaban siendo los claros dominadores del tramo final del encuentro, más frescos por una mayor profundidad de banquillo. En los instantes finales, el Monta pudo ampliar su ventaja en el marcador, pero finalmente el choque llegó al pitido final del colegiado con dos a cero.