
Madre coruñesa, padre italiano y nacionalidad francesa, los mellizos Bruno y Roberto Di Benedetto (8 de mayo de 1997, Noisy-le-Grand) protagonizan un gran duelo familiar en el esperado Liceo-Benfica, el primer partido de Liga de Campeones de la temporada en el Palacio de los Deportes de Riazor (hoy, 21 horas).
Tras la derrota contra el Oliveirense en la primera jornada de la fase de grupos, el equipo coruñés no puede permitirse más fallos. Enfrente le espera el gran favorito al título y campeón de la Champions oficiosa que el año pasado disputaron los mejores equipos de Europa en A Coruña: la Golden Cup.
Bruno es el menor de los hermanos más famosos del hockey patines actual –que me perdonen los Bargalló–, al menos por unos minutos, aunque se proclama mayor que Roberto: “Científicamente fui creado primero, pero al ser mellizos estábamos en dos bolsas separadas y él salió un poco antes”, bromea Bruno, que el pasado verano regresó al Liceo cuando su mellizo salió con destino al Benfica. "Yo soy el mayor y él el pequeño. Ya lo sabe”, le responde Roby.

Los dos llegaron a Coruña en 2019, el mismo año que Carlo, un año mayor, cambió la camiseta verdiblanca por la blanquiazul del Porto. "Siempre tiene que haber un Di Benedetto, cuando me preguntan siempre digo que somos trillizos", ríe Bruno. "Eso me dijo Dava cuando se enteró que yo me iba: ‘Estaré nueve años con un Di Benedetto’. Está bien para mis abuelos. Aunque no pueden estar con todos, siempre hay un nieto en la ciudad”, añade Roberto.
Los dos mellizos se conocen a la perfección: “Sé que si está delante de mí no va a tener nada que hacer”, le desafía Bruno, que se deshace en elogios hacia su hermano: “Es un jugador ‘top’ mundial, uno de los más difíciles de parar porque puede encarar, regatear, frenar, chutar o pasar. De los buenos jugadores dicen que cada rebote le cae en el stick. Y eso le pasa a Roberto porque ve el juego más rápido que los demás”.
Roby corresponde a Bruno: “Dejó el Liceo para volver al Lleida, una decisión difícil, pero madura, y le salió bien. Pocos compiten como él y defensivamente es muy complicado pasarlo en el uno contra uno. En ataque ha mejorado mucho con la bola , pero sobre todo es muy competitivo: sea contra quién sea, siempre piensa que él es mejor y que va a ganar”.

Es una temporada de reconstrucción en el Liceo, ¿qué supone para un jugador empezar un proyecto casi de cero?
Todos somos profesionales y nos tendríamos que adaptar más o menos rápido a la ciudad, al equipo y a su estilo, pero para unos jugadores es más complicado que para otros.
Más complicado todavía con la exigencia de un club campeón.
Está claro que todos los jugadores que llegan al Liceo lo hacen para ganar títulos. No nos podemos conformar con el segundo puesto. Sabemos dónde estamos y vamos a luchar en la pista para intentarlo, pero todavía nos falta mucho para ser uno de los favoritos en la Champions.
¿El Liceo puede ser para ti una oportunidad para crecer como jugador y salir a un club más grande, como hicieron tus hermanos Carlo (Porto) y Roberto (Benfica?
No me lo planteo porque ya estoy en un club muy grande, aquí están algunos de los mejores y puedo aprender de ellos para progresar y llegar a ser el mejor jugador que pueda. Mi objetivo es ganar títulos con el Liceo.
El primer título del año será la Copa del Rey, pero antes tenéis por delante cinco partidos de la máxima exigencia en la Champions y la OK Liga: Benfica, Noia, Reus, Calafell y Barça.
La Copa queda muy lejos con lo que nos espera. En unas semanas jugamos contra algunos de los mejores equipos de Europa. Juego al hockey para vivir estos momentos. Pocas veces he tenido un mes tan divertido en mi carrera como jugador.
¿Crees que os puede pasar factura físicamente?
Es verdad que puede pasar factura, pero creo que nosotros estamos trabajando especialmente bien físicamente y que hasta nos va a venir bien para llegar mejor al final de la temporada. Habrá menos entrenos y más partidos de alto nivel. Creo que el cuerpo técnico, con el entrenador y el preparador físico, lo saben gestionar muy bien, como ya se vio el año pasado. Estamos preparados.

En Francia y España lo has ganado todo, ¿te motiva especialmente la Champions?
Es lo que le dije a mis padres y a mis amigos cuando salí del Liceo: en Francia gané dos ligas, en España, la CERS dos veces con el Lleida y la OK Liga, la Copa y la Supercopa con el Liceo. Solo me faltan los títulos de Portugal y la Champions. Estoy en el club adecuado.
¿Te costó salir del Liceo?
Me lo pensé bastante. Podía haber salido el año anterior, pero no era el momento porque no había llegado a mi cima con el Liceo y quería irme ganando todos los títulos. Lo hablé mucho con Juan (Copa) y creo que acerté. Después del Europeo, tuve todas las ofertas posibles: los cuatro grandes portugueses, el Barça y la renovación del Liceo. No fue fácil elegir.
¿Qué diferencias te has encontrado en el Benfica?
Es un club de fútbol muy grande, con mucha afición y mucha gente del club pendiente de nosotros: nutricionista, analista de vídeo, psicólogo... Nosotros solo tenemos que ocuparnos de ganar.