Aguas revueltas en Mallorca después de que su capitán, el betanceiro Dani Rodríguez, emitiese un segundo comunicado criticando a su técnico, Jagoba Arrasate, tras no tener minutos en el duelo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Un encuentro que se saldó con victoria blanca (2-1). Una situación desagradable para un jugador que lleva ocho años en el club y que con sus palabras ha generado malestar en el seno de la entidad mallorquina.
El capitán de los baleares, que en las dos primeras jornadas fue suplente, estalló en la tercera y había publicado en su perfil personal de Instagram varias fotos y vídeos de su familia en la grada, acompañadas de un mensaje en el que acusaba de falta de “meritocracia” y de “respeto por el trabajo”, lamentando que sus hijos habían viajado con la ilusión de verle jugar y se habían quedado con las ganas.
Tras la ola de comentarios que se produjo por sus palabras, el betanceiro emitió un segundo escrito en el que, en un principio, quería matizar sus palabras, pero en el que acabó criticando abiertamente a su entrenador, Jagoba Arrasate, por la participación del reciente fichaje Jan Virgili, extremo que acaba de incorporarse a la disciplina bermellona procedente del Barça Atlètic. "Para que no haya malas interpretaciones, especialmente por el mal trato que está pasando mi familia. Mi enfado no tuvo nada que ver con que mis hijos no pudieran verme jugar, ni creo tener más derecho que nadie por ese motivo. A mí no me molesta no jugar; es algo a lo que estoy acostumbrado después de toda una carrera", comenzaba en el escrito el jugador oriundo de Betanzos.
No obstante, rápidamente lanzaba un dardo a su técnico: "Entiendo y respeto profundamente que las decisiones de quien juega corresponde única y exclusivamente al entrenador. Son su responsabilidad y siempre las acato. Lo que no puedo aceptar es la falta de respeto hacia el compromiso y la dedicación. Me duele que un jugador que acaba de llegar, con un solo entrenamiento, tenga la oportunidad de jugar por delante de compañeros que llevamos años defendiendo esta camiseta con sudor y entrega, poniendo siempre al club por encima de todo", continuaba el comunicado. Se refería a Jan Virgili, que entró en los últimos minutos al duelo con el conjunto blanco.
Consciente de que estaba hablando de un compañero de equipo y de que sus palabras podían levantar ciertas ampollas, Dani Rodríguez expresaba en su escrito que esperaba que Jan tuviese un buen curso con el Mallorca, aunque volvía a dejar un recado: "Ojalá que Jan triunfe aquí y entre todos podamos ayudarle. Pero que algo así ocurra manda un mensaje horrible al vestuario: da igual el trabajo, la entrega o la lealtad. Eso es lo que me enfadó".
Asimismo, reconoció su error de publicar el mensaje: "Sé que no debí hacerlo público, pero en ese momento, la pasión pudo más que la razón. Que quede claro: este es el club de mi vida. Siempre he dado y daré el máximo por esta camiseta. Solo pido que se respete ese mismo compromiso. El sábado, ese respeto no estuvo ahí", zanjó.
Respuesta del club
No obstante, las reacciones a este comunicado desde el club y de forma pública no se han hecho esperar. El director deportivo del Mallorca, Pablo Ortells, manifestó su malestar porque se produjeran este tipo de situaciones. "No es agradable, no estamos contentos con este tipo de comunicados, consideramos que el entrenador es el que decide y ellos están a disposición del entrenador, hay que respetar las decisiones. Esas cosas se han de solucionar cara a cara y hablando y si un jugador tiene un problema o una consideración que hacer, estamos abiertos a tratar cualquier cosa. El club está por encima de todos y debemos pensar en el futuro, pensando en lo que dice uno o escribe. Estamos tratando el tema y trabajamos internamente y cuando tengamos una solución lo comunicaremos", aclaró.
Se barajan medidas a tomar, que van desde apartarle del equipo hasta retirarle el brazalete de capitán, aunque aclaró que de momento no hay nada decidido: "Son situaciones que todavía no se han resuelto. (...) Te fastidia que sea Dani que lleva muchos años y una historia detrás. Hay que resolver el tema», dijo Ortells. Además, manifestó el malestar del técnico: "Jagoba Arrasate está fastidiado como estamos todos. A nivel de sanción hay una parte de gestión de grupo y de gente y otra de parte de club, porque en este caso un mensaje como este nos lleva también a intervenir".
Ortells no cree esto vaya a provocar un cisma en el vestuario. "Creo que no hay desunión en el grupo y conviven muy bien los jugadores, no veo nada alarmante (...) No veo el grupo desunido, cada uno puede decir desde fuera lo que sienta, desde dentro, es lo que veo. Cuando manejas un grupo de 25 jugadores pueden surgir situaciones de día a día, pero no iría más allá. Esto se ha hecho público, otras se resuelven internamente hablando y solucionando los temas", incidió.
Por su parte, el presidente Alfonso Díaz reiteró que se van a "tomar medidas" y que "no hay nada descartado". Reconoció que para tratar la situación intentaron "ir juntos de la mano. Primero hablado con el jugador, que es lo que hicimos, sentarnos, saber cuáles son sus inquietudes y reforzar que la autoridad y respeto hay que tenerlo por el entrenador. Hay que saber asumirlo te gusten o no. Hablamos con Arrasate y él con Dani. Tuvimos una reunión, de una forma muy pausada y civilizada y constructiva, esta situación no se puede dar y el escudo está por encima de todo y estas situaciones no se pueden dar. Vamos a valorar las soluciones que se pueden encontrar para que esto no quede en una simple anécdota", avisó.
