
Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo, reconoció este jueves que cometió “un error” al fichar al delantero Santi Mina en el verano de 2019 sabiendo que el entonces jugador del Valencia ya tenía una denuncia por una presunta agresión sexual.
El máximo accionista del Celta reconoció que lo mejor sería incluir una cláusula liberatoria en caso de que, como sucedió, fuese declarado culpable de abuso sexual.
En este sentido, dijo que la entidad no podía despedir al jugador porque “la sentencia no es firme”, por eso buscaron una solución con una salida a un club de fuera de España que el jugador no aceptó.
En este sentido, dijo que no va a “liquidar” a Santi Mina los dos años que le restan de contrato “para que mañana él fiche por el equipo le ofrecimos fuera de España”.