
Justo en el momento que la defensa del Deportivo padece de falta de nervio y maldad, el exdeportivista Pablo Vázquez vuelve a la que fue su casa durante las últimas dos temporadas, aunque vistiendo la camiseta del Sporting de Gijón.
El central valenciano fue indiscutible en el regreso del cuadro herculino al fútbol profesional, además de ser uno de los jugadores más queridos por la afición. Su pasión y entrega en cada partido hizo que la grada de Riazor le mostrase su agradecimiento y cariño. Pero algo se rompió.
Fernando Soriano, una vez finalizado el curso, comenzó a hablar con los jugadores con contrato en vigor de cara a la temporada siguiente. El director deportivo y el zaguero se reunieron en Abegondo para valorar el rendimiento del jugador, así lo corroboró Soriano en el mes de junio: “Hablé con él y fui muy claro, a lo mejor en eso pecamos de claridad. Ha sido una temporada discreta para todos, para Pablo, para el equipo y para mí. Debemos intentar mejorar y no le he dicho que tiene que salir. Debe dar un paso más hacia adelante y exigirnos todos un poco más”.
Al valenciano le cogió por sorpresa. Venía de acumular 41 partidos como titular. Soriano le reconoció que iban a incorporar a dos nuevos centrales y que para jugar de inicio iba a tener que subir el nivel. Con la sensación de ver relevado su rol, se le abrió la puerta de Abegondo.
Pablo Vázquez buscó nuevo destino sabiendo que el club le dejaría irse a cambio de una pequeña cantidad de dinero. El Sporting de Gijón, aunque le costó, puso el mayor interés para acabar incorporando al futbolista.
Vázquez se volverá a cruzar el sábado a las 16.15 horas con el Dépor. Lo hará tras ganar sus tres primeros partidos de Liga y con la moral por las nubes. El exblanquiazul lo ha jugado todo y es uno de los defensas que más despejes ha realizado (25), formando junto a Lucas Perrín una pareja de centrales difícil de superar. Solo han encajado un gol y sus actuaciones ya enamoran a El Molinón. Contundentes, fuertes y ganadores en los balones divididos.
Ambos transmiten una seguridad defensiva a la que aspira a llegar el Dépor. Todavía es pronto para sacar conclusiones, pero el partido del sábado ayudará a valorar si Soriano se equivocó con su salida o, por lo contrario, estaba en lo cierto.