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Depor

Mulattieri bate a Eddahchouri por partida doble y presenta su candidatura al nueve del Deportivo

“Estoy preparado física y mentalmente”. No se explayó mucho más Samuele Mulattieri en su presentación con el Deportivo, en unos primeros días como blanquiazul en la que buena parte dep los aficionados si al italiano le hacía realmente ilusión enrolarse en el proyecto en Riazor después de que en todas las imágenes facilitó de su nuevo goleador, costara encontrar siquiera un mínimo atisbo de sonrisa. En Butarque dejó claro que no es tanto que no venga con ganas de divertirse, sino que no quiere perder ni un segundo en la carrera por hacerse con el nueve.

No tenía fácil el cañonero de La Spezia igualar la puesta en escena que hace unos meses protagonizó Zakaria Eddahchouri, el que será su gran competir por el puesto este curso. También recién aterrizado, el neerlandés necesitó menos de 40 minutos entre sus dos primeras apariciones con la blanquiazul para empezar a poner goles sobre la mesa. Se estrenó en Eibar saliendo desde el banquillo y fue titular a la semana siguiente en Riazor, donde contribuyó a una media hora fulgurante para atropellar al Almería abriendo el marcador con un disparo desde cuera del área.

Mulattieri aceptó la apuesta y la redujo prácticamente a la mitad. Un único partido y apenas 26 minutos para ver portería, dejando además como propina un penalti forzado para sacar al Dépor del atolladero en el que lo había metido su fragilidad defensiva.

Puro Mulattieri

Y lo cierto es que la primera aparición del exjugador del Sassuolo con la camiseta herculina no engaña a nadie, en lo que es un buen resumen de todas las virtudes que atesora el joven delantero, y también los aspectos que debe pulir para dar el último salto a la élite.

Tremendamente habilidoso lejos del área y con buena sensibilidad para acudir a los apoyos, tanto en entendimiento del juego como en los contactos, debe afilar el colmillo cuando se acerca a los últimos metros y, sobre todo, mejorar en la finalización. Después de mandar a las nubes un remate de cabeza dentro del área en el que fue prácticamente su primer toque de balón, el gol que supuso el 2-1 es su radiografía. Incómodo a la hora de ir a las disputas aéreas, incluso con dificultades para localizar los balones aéreos, Mulattieri puso orden recibiendo de espaldas un despeje de Loureiro y domó la pelota para dejársela a Mario Soriano en el centro del campo. Y de ahí se fue al área para buscar un remate que llegó, aunque no de la manera más ortodoxa.

Su primer tanto con el Dépor llegó con la nariz, pero probablemente nadie se acordará de ello en unos meses si muestra ese buen entendimiento con el resto de compañeros en ataque y, sobre todo, el oficio que dejó patente en el penalti provocado minutos después, donde se fue al suelo al notar el contacto. Incluso en tiempos de VAR y tecnología, el fútbol sigue siendo de los vivos.

45 minutos fueron suficientes para que Mulattieri plantara la semilla de la ilusión entre el deportivismo. Falta ahora saber si han servido también para convencer a un Antonio Hidalgo que debe decidir si mantiene su apuesta por Zaka ante el Sporting de Gijón en unos días, o si le da la alternativa al transalpino ante un Riazor ávido de fichajes que ilusionen.

Stoichkov, sin ritmo

Fichajes como el de Stoichkov, cuyo estreno se quedó en segundo plano eclipsado por el brillo del nuevo ‘7’ blanquiazul. El atacante andaluz saltó al campo al mismo tiempo que su compañero, en un intento de Hidalgo por reactivar a un equipo que no había dejado las mejores sensaciones en el primer tiempo.

Más allá de la confianza que el técnico tiene en su nueva herramienta ofensiva, el futbolista de San Roque dejó a partes iguales detalles de su calidad y de estar lejos de su mejor versión. Su última temporada, en la que apenas tuvo minutos en el Alavés y no terminó de encajar en Granada, han generado cierto óxido en las piernas de un Stoichkov al que se le vio falto de ritmo e incluso lento en ocasiones.

No es fácil subirse a un tren en marcha, más con las expectativas que su fichaje ha generado en A Coruña, pero a su favor juega la conexión con el entrenador y también el hecho de que no tenga que dar rendimiento inmediato de inicio y pueda aclimatarse sumando participaciones desde el banquillo para ponerse a punto.