Mi cuenta

Las notificaciones están bloqueadas. ¿Cómo desbloquear?

Mi cuenta

Las notificaciones están bloqueadas. ¿Cómo desbloquear?
Depor

LA LUPA | Leganés 2-2 Deportivo: El Dépor aún vive entre dos mundos

Quiere ser un equipo que asume poco riesgo con balón para vivir del duelo y las transiciones. Pero fue precisamente su debilidad en las disputas lo que le llevó a tener que inventarse una ‘machada’ para sacar un punto de Leganés.

El Dépor vive todavía entre dos mundos. El del físico, la agresividad y el ritmo, por un lado. El del talento, el control y la pausa, por el otro. Quiere escoger lo mejor de cada y uno. Y eso le hace quedarse, a veces, a medio camino de todos.

Es lógico ese cierto punto de indefinición a primeros de septiembre, todavía con futbolistas por terminar de aterrizar, con medio equipo nuevo y un entrenador que lleva trabajando con un grupo incompleto menos de dos meses. Pero mientras termina de encontrar su identidad, puede dejar partidos tan heterogeneamente complejos como el de Butarque.

Arrancó perdiendo, tuvo situaciones para darle la vuelta al marcador, estuvo en la lona y solo cuando se rindió al ingenio a costa de dejar de lado cualquier atisbo de equilibrio acabó encontrando la igualada. Buen punto visto el guion, pobre bagaje atendiendo a las facilidades del rival, propicio para las fortalezas ofensivas de un Dépor que arriesga poco con balón a pesar de tener a virtuosos de tres cuartos hacia delante y mucho sin él, aunque en su última línea no ha encontrado seguridad en forma de contundencia.

Un dolor de muelas

Era el Leganés un equipo al que poder hacer daño con balón. Pero, a cambio, el cuadro pepinero exige mucho en el aspecto defensivo. No por su capacidad para someter desde el control, sino por su desbordante insistencia.

El Dépor de Antonio Hidalgo se enfrentaba por primera vez a un equipo que hace de la verticalidad seña de identidad. El Leganés quiere apurar, acelerar, jugar hacia delante. Y lo hace gracias a un sistema bien trabajado en el que sus puntas y extremos son los encargados de dividirse entre apoyos y rupturas para dar salida al equipo, asentarse en campo contrario y darle todavía más velocidad.

El 1-0 a los 11.65 segundos fue consecuencia de las fortalezas pepineras, pero también causa de las endebleces propias. No se quiso mojar en la previa Hidalgo sobre cómo defender a un equipo que juega directo, si presionando al pasador para que no ‘lance’ cómodo o priorizando proteger la espalda de la última línea con actitud pesimista y ayudas. Y lo cierto es que en el primer tanto no hizo ni una, ni otra.

A pesar de que entre el saque de centro y el gol el balón pasó momentáneamente por los pies del Dépor, el cuadro herculino no logró retener la pelota y dio una segunda opción a Cissé, que tuvo tiempo de levantar la cabeza, otear el horizonte y poner ese esférico en zona comprometida. No pudo llegar el Deportivo a incomodar al guineano teniendo en cuenta que se trataba casi de la primera acción del partido. Pero fue negligente defendiendo su espalda, con Comas tirando la línea hacia delante en solitario para perseguir a De la Fuente, Barcia y Loureiro quedándose y Escudero sin cerrar por dentro la carrera de un Duk que cayó a esa banda específicamente para esa jugada inicial.

LEGDEP 01

Esa nula firmeza de la última línea reflejada en el primer gol no fue sino un prólogo de lo que vendría durante el resto del partido. Porque el Leganés cogió aire cada vez que pudo mirar hacia delante y conectar con sus atacantes.

Con De la Fuente y Álex Millán conformando una doble punta móvil que alternaba movimientos al apoyo y otros al espacio, el Dépor sufrió. Con Mella ejerciendo de carrilero encargado del extremo izquierdo Duk, el equipo coruñés contaba con cuatro zagueros para contrarrestar a los dos puntas y a Naim, con el que se solía emparejar Escudero. Eso provocaba que Loureiro, Comas y Barcia tuviesen libertad para salir de zona y perseguir, pues siempre uno de ellos, liberado, ejercía de ayuda.

Dio igual. Loureiro competía en la fricción, pero ni Comas ni Barcia eran capaces de imponerse en los duelos al binomio sobre el que el Leganés, con muy poco, cogía de vez en cuando oxígeno y se estiraba. Tampoco Escudero, temeroso por salir de zona y llegando tarde, solventaba la papeleta. El Deportivo se entregaba a una ligera superioridad numérica para defender, pero basada en lo individual como mecanismo para hacer frente a un rival que te busca constantemente así. Y perdía por goleada. También en el 2-0, donde ni el cercedense fue tajante despejando el balón de su zona, ni Soriano ganó una disputa aérea que no podía ganar, ni Escudero logró despejar, ni Villares alcanzó a tocarla para repeler el peligro.

LEGDEP 02

Presión y contrapresión

El Deportivo sufría si el Leganés sobrepasaba el centro del campo con el esférico. Sin embargo, paradójicamente, el hecho de que el Lega dispusiese del balón era la mejor fórmula para que el equipo herculino encontrase el camino hacia la meta rival.

El bloque de Antonio Hidalgo apenas arriesgaba iniciando el juego desde atrás. El técnico apostó por repartir las alturas entre Soriano y Yeremay. Que ambos, al contrario que contra el Burgos, no coincidiesen tan próximos. Así, el centro del campo adquirió una estructura similar a la de un rombo, con Villares y Soriano como vértices más amplios, Gragera abajo y Yeremay en el punto superior.

LEGDEP 03

El Deportivo encontró alguna que otra vez soluciones a partir de la circulación. Pero su prioridad no era construir con paciencia para mover al Leganés y encontrarle los evidentes espacios que concede. Prefería jugar en largo para atacar por la vía rápida o ganar el segundo balón y empezar desde más arriba.

La búsqueda de un Mella que cogía altura para amenazar al espacio era demasiado previsible. Pero gracias a su habilidad para recuperar en la contrapresión una vez perdía el balón, el equipo podía correr.

A este camino de ‘perder bien’ el balón para volver a robarlo más alto, añadió su buena presión cada vez que el conjunto madrileño salió desde atrás. Con Mella incrustado en la última línea para transformar la defensa de cuatro a cinco y encargarse de Duk, el Deportivo se estructuró en un 5-3-2 que liberaba a propósito a Marvel, central izquierdo de los tres con los que el equipo pepinero se conformaba para salir desde atrás.

LEGDEP 04

Una vez el canterano madridista recibía, Villares se encargaba de ‘saltar’ a por él. El objetivo era robarle directamente o provocar una emboscada en esa banda izquierda local a través de una presión agresiva hombre a hombre que durante un tramo del primer tiempo dio sus frutos y permitió al Deportivo acercarse al gol. A falta de pausa y fluidez con balón, el press como solución.

Más talento que pausa

No fue tan mala la primera mitad deportivista ni tan positiva la segunda. Sin embargo, en el acto inicial no acertó el Dépor de cara a portería rival y sí lo hizo el Leganés, que se fue al descanso con un 2-0 que obligaba a un electroshock en el vestuario deportivista.

Lo buscó Hidalgo con la entrada de un defensor más agresivo como Ximo Navarro, de un punta más dotado para relacionarse como Mulattieri y de un segundo delantero como Stoichkov para ganar amenaza de remate y generar espacios al resto. Así, el equipo deportivista dejó atrás esa estructura de cuatro centrocampistas y dos delanteros, con Mella abierto en la derecha y Escudero en la izquierda. Y pasó a dibujarse en 4-4-2, con dos extremos como Yeremay y Mella no solo partiendo pegados a banda, sino jugando a pie natural.

El equipo empezó a jugar de manera más fluida. Mario Soriano, capital ya en la primera mitad, empezó a influir ya en todas las zonas del campo. Cuando él cogió las llaves y el Dépor quiso tener paciencia, el conjunto deportivista encontró el camino. Pase y movilidad. Libertad, intercambio posicional. Yeremay como falso extremo derecho para aparecer también por dentro y dejarle, así, espacio a Ximo y sus subidas.

El Deportivo movía fácil al Leganés, pero no terminaba de encontrar continuidad en ese plan. Como si, de repente, se diese cuenta del resultado y quisiese volver a acelerar de más. Mientras, en defensa, Mella se encargaba de un Rubén Peña que también le obligaba a hundirse. Mulattieri, Yeremay y Stoichkov se repartían la primera línea de presión y Soriano y Villares se encargaban de abarcar todo el centro del campo. Demasiado para ellos y más cuando Paco López detectó la fuga y retiró a Millán para dar entrada a Óscar Plano junto a Melero.

LEGDEP 05

Con Cissé en la base y los dos nuevos buscando la espalda del despoblado centro del campo del Dépor, el Leganés tenía las de ganar, pero no lo hizo. Para empezar, porque el Dépor tiró por la borda el poco equilibrio que le quedaba e Hidalgo quemó las naves colocando en el tablero todo el talento ofensivo que le quedaba en el banco. La entrada de Patiño terminó de devolverle al equipo las llaves del juego. Y el ingreso de Cruz devolvió a Yeremay a la izquierda y le colocó, por fin, a un lateral que pudiese desdoblarle y aportar profundidad: su amigo Mella.

Así, en dos ataques fulgurantes, el Deportivo encontró su razón de ser. Balón directo, recuperación de Loureiro y aparición de Mulattieri para imponer la razón y darle el esférico al cerebro, que se apoyó en Stoichkov para atraer dentro y acabar encontrando la solución fuera, con Yeremay, Mella y, de nuevo, Mulattieri. Recuperación baja, Luismi y Mario para asegurar, Ximo para estirar. Pausa, balón dentro y  el 'Joker' para abrir de nuevo el panorama: giro al 'as' y penalti a Mulattieri.

LEGDEP 06

El Deportivo se entregó al talento y acabó encontrando el premio. El plan es irrepetible puntual por la necesidad. La idea de un Dépor que continúa encontrando su razón de ser, quizá no tanto.