
El Navalcarnero refuerza su tercera plaza tras ganar en el Verónica Boquete a un Compostela que baja hasta la séptima plaza tras encadenar su séptimo partido sin ganar, a pesar de lo cual se mantiene apenas a dos puntos de la zona de promoción. Marcos Mendes adelantó pronto a los madrileños cabeceando una falta botada por Loren desde la derecha y el propio lateral remachaba a puerta vacía el segundo tanto, justo después de que Aitor hubiese salvado el empate ante Escudero. Tras el descanso, Luis Lara dispuso de dos ocasiones clarísimas para sentenciar, pero un cabezazo de Álvaro Casas tras el enésimo saque de esquina santiagués le dio emoción a los últimos minutos. Primo tuvo el empate en sus botas, ya en la prolongación, pero su disparo desde el interior del área se le marchó alto.
La negativa racha de los de Rodri Veiga empieza a ser preocupante, por no decir delicada. Ha pasado de luchar por el título a verse superado por varios rivales a los que dobla, como mínimo, en presupuesto. Tampoco se le puede achacar al equipo falta de voluntad o de intensidad. Si acaso, como demostró hoy el Navalcarnero entrando como cuchillo en mantequilla en la adelantada defensa blanquiazul, cierta endeblez defensiva, quizá propiciada por la innegable vocación ofensiva del equipo.
Si bien pudo llegar el 2-2 en el último suspiro, no hubiera sido justo. Pato Guillén había sostenido al Compos con varias paradas salvadoras.