PELIGRO INMINENTE
La victoria del Sporting el pasado domingo en Leganés agita el adormecido avispero del descenso a segunda división. Los asturianos se colocan a dos puntos de la permanencia donde se vuelven a enredar Leganés, Deportivo y Valencia, si bien estos dos últimos tienen un partido pendiente.
Al equipo coruñés se le presenta un calendario en las próximas semanas con tres o cuatro partidos trascendentes para lograr la permanencia. Empieza este sábado contra el Deportivo Alavés, equipo situado en la zona templada de la tabla y brillante finalista de la Copa del Rey eliminando, entre otros, al Depor. Viene de sufrir una derrota excesiva en casa frente al Barcelona pero curiosamente es más eficaz fuera de su campo.
La siguiente cita es en el estadio de Butarque contra el Leganés que, recordemos, en la primera vuelta ganó en Riazor. La jornada 25 visitará Coruña el Atlético de Madrid y cuatro días después los blanquiazules se desplazarán al Molinón en un partido que puede resultar crucial para ambas escuadras.
A falta de fijar la fecha para el encuentro pendiente contra los béticos, ganar al Alavés, Leganés, Sporting y Betis, algo que no deberíamos considerar como una hazaña, prácticamente garantizaría la permanencia en la categoría del club.
Doce puntos conseguidos frente a rivales directos darían oxígeno (y moral) al Depor y generarían un efecto contrario entre sus competidores. Una oportunidad importante o un peligro inminente de saldarse esa serie de duelos con resultados adversos.
Pasada esta secuencia de partidos asequibles, se presentan dos citas muy comprometidas en casa contra Celta y Barça. Acto seguido, en las jornadas 29 y 30, tendrá el Depor otra oportunidad en su visita a Mestalla y en casa contra el Granada. Dos partidos que deberían servir para consolidarse en los puestos templados de la tabla.
Por último, y en relación con el rosario de despropósitos que provoca el mantenimiento de las cubiertas del estadio, hay que recordar aquello que dicen los clásicos al respecto: conviene rematar bien las cuestiones provisionales porque terminan convirtiéndose en definitivas.
Tal como están las cosas, me temo que la reparación de las cubiertas de Riazor que se lleva a cabo estos días va a terminar consolidándose como solución permanente así que crucemos los dedos para que salgan bien las obras de parcheo.
Y el sábado, por si acaso, habrá que acudir al campo con paraguas si llueve o con casco si sopla fuerte el viento, pero en cualquier caso hay que animar al equipo para sumar los tres puntos, que ya va siendo hora.
