FEDERER VS NADAL
Aquellos que parecían destinados a no volver a lucirse en las grandes citas del tenis mundial, protagonistas de infinidad de partidos épicos, han desafiado el orden establecido y disputarán la final del primer Grand Slam de la temporada, aquel que, dicho sea de paso, es el más propenso a las sorpresas de todo el circuito. Roger Federer y Rafael Nadal se jugarán un título que será un golpe de autoridad y de autoestima para el que gane, pero que también supondrá un revulsivo para el que pierda.
Reconozco que, dejando los condicionantes de nacionalidad a un lado, siempre he sido más del suizo que del balear. No puedo evitar mi admiración por el gran Roger.
Un tenista total, elegante, con un talento fuera de lo común. Lo ha ganado todo, nada tiene que demostrar. Pero una vez más saca a relucir su valía cuando resurge y pone sobre la cancha todo el tenis que lleva dentro.
Caso parecido, aunque por otros caminos, el del no menos grande Rafa Nadal. Mucho le debemos los españoles (y yo creo que el mundo entero) a este deportista.
Y no solo por las alegrías que ha dado, sino también por el ejemplo. Ves el cuerpo de Nadal y te das cuenta de su fortaleza física. Pero lo ves jugar un partido y, gane o pierda, esté mejor o peor, te das cuenta de que su fortaleza mental es todavía mayor. Siempre me he preguntado cómo hará para no perder nunca el rumbo del partido. Por qué siempre tienes la sensación de que, por muy complicado que esté el partido, él puede darle la vuelta. Y posiblemente él sea el único capaz de hacerlo.
¿Se dan cuenta de lo que eso supone para el resto de mortales? ¿Del ejemplo que nos ha dado a lo largo de los años? Nunca dejará de sorprenderme esa capacidad que tiene Nadal para superar todas las adversidades.
Ayer lo volvió a hacer. Partido durísimo contra Dimitrov y victoria en cinco sets. Lo mismo que aquel año contra Verdasco, antes de la final en la que Federer no solo perdió ante el balear, sino que también lloró y se desesperó porque siempre se le dio mal este rival.
Por eso creo que, una vez más, el español derrotará al suizo. Será un partido emocionante, con buenos golpes, todo un espectáculo para los amantes del tenis, aquellos que pensaban que estos duelos entre ambos formaban ya parte de un bonito pasado reciente.
Pero Nadal tiene esa pequeña ventaja de que no solo le puede ganar a cualquiera y en cualquier circunstancia (incluso con cinco bolas de partido en contra) sino que cuando enfrente está el helvético normalmente sale victorioso.
De todas formas, el veredicto final se conocerá mañana. Pase lo que pase, gracias a los dos por esta nueva oportunidad. No es mi intención subestimar a los Djokovic, Murray y demás, grandes jugadores también. Pero, ¿hay algo mejor en el mundo del tenis que volver a ver frente a frente a Nadal y a Federer?
