
Vicente Gómez protagonizó una temporada 2018-19 en la que su rendimiento fue claramente de más a menos. De hecho, el mediocampista canario fue la gran decepción del conjunto blanquiazul.
El deportivismo recibió su fichaje con ilusión, puesto que se trata de un jugador talentoso y con visión de juego.
En los tres primeros meses, se destapó como el canalizador del fútbol de la escuadra coruñesa, con actuaciones brillantes en los triunfos sobre el Granada, el Nàstic y el Reus.
Pero a partir de noviembre, su rendimiento sufrió un bajón y no volvió a recuperar su mejor versión, lo que provocó que perdiera peso en el conjunto blanquiazul.