Borja Valle dio un paso adelante en la temporada 2018-19, respecto a su aportación en la campaña anterior, pero, aun así, se quedó a mitad de camino del nivel que esperaba la afición blanquiazul.
El deportivismo confiaba en que, con el descenso a Segunda División, el berciano fuera uno de los líderes del equipo y un jugador determinante en el aspecto ofensivo. Pero el futbolista nacido en Ponferrada se vio relegado a un segundo plano por la gran pareja que formaban Quique González y Carlos Fernández en ataque.
Borja Valle tuvo que desplazarse a la banda para poder entrar en el once, pero dicha circunstancia no le permitió desarrollar todo su fútbol.
