Su equipo, octavo en el grupo 1 pero solo cinco puntos por debajo del Racing, cuarto, está en disposición de luchar por el ascenso a la futura Primera B. Y el domingo las ‘cebras’ visitan precisamente Santander en un partido clave. Toño atendió la llamada de este diario para hablar del presente y el futuro de su equipo después del parón liguero.
Nueve partidos, trece puntos, ¿está el equipo donde te gustaría?
Nos gustaría estar más arriba, pero es cierto que la adaptación a la competición por parte del cuerpo técnico y de la mayoría de la plantilla es un proceso largo y tenemos que tener paciencia.
¿En qué aspectos crees que debe mejorar el equipo?
Desde la primera jornada tenemos ciertos problemas defensivos que debemos paliar tarde o temprano. Son fallos individuales y en momentos inoportunos, normalmente de concentración. Encajamos gol en cada partido y eso penaliza porque te obliga a meter dos si quieres sumar de tres en tres.
¿Se nota la huella de Toño Rodríguez en el Victoria sobre el campo?
El equipo se va pareciendo a lo que buscábamos, pero queda mucho por delante. Se van viendo conceptos que hemos trabajado desde el inicio y ya hemos añadido otros nuevos.
¿Te ha costado encontrar un once tipo?
No ha habido regularidad en la competitividad por un puesto por culpa de las lesiones. No trato de buscar excusas ni digo que haya jugadoras que se han afianzado en el once, porque se lo han ganado, pero la competencia real por un puesto no existe cuando no tenemos el mínimo de chicas para realizar un entrenamiento.
¿Cómo son los entrenamientos sin el número necesario de jugadoras?
Completamos las sesiones con chicas del equipo B y esta temporada ya han debutado en Segunda cuatro chicas del filial (Nati, Iria, Toro y Sarai). Me gusta darles oportunidades y trato de ir a verlas siempre que puedo. Además creo el futuro del Victoria está en casa. Nunca va a conseguir dar un salto de calidad con fichajes de fuera, pero sí lo puede dar con la cantera. Para eso hay que formar a jóvenes y tratar de mantenerlas.
¿Cuál es el objetivo del Victoria a día de hoy?
El objetivo es seguir compitiendo. En las dos primeras jornadas pecamos de inexperiencia, sobre todo por mi parte, contra Depor y Oviedo. No estábamos preparadas, no teníamos la madurez futbolística ni mental, pero sigo pensando que podemos estar más cerca. Si hemos sido capaces de ganarle al Friol en su campo y de remontarle al Monte tres goles podemos estar entre los cinco primeros.
Del tercer clasificado, el Sporting, al noveno, el Victoria, hay solo seis puntos, ¿es una liga tan competida como parece?
Creo que los resultados nos están dando la razón a los que vaticinábamos este tipo de liga más igualado y diría que va a estar muy competida del noveno puesto para arriba hasta el final, exceptuando a Deportivo y Oviedo.
¿Cuál de los dos es para ti el favorito al título?
Los dos tienen jugadoras diferenciales en cada línea. Creo que el Depor tiene mayor potencial individual y el Oviedo es superior a nivel colectivo, pero no quiero decir con eso que el Deportivo no esté bien trabajado colectivamente ni el Oviedo cuente con grandes individualidades. Son dos equipazos.
¿Es difícil competir contra equipos de clubes profesionales: Deportivo, Oviedo, Sporting, Racing o Lugo?
Es muy difícil. Son equipos que tienen sus propias instalaciones y entrenan cuatro o cinco días a la semana. Nosotras entrenamos una hora y media y a medio campo... Hay que adaptarse y cuanto mayor sea la capacidad de adaptación más partido le vamos a sacar a los recursos. Tenemos que maximizarlos al 100%.
El domingo toca viaje a Santander, un partido que puede acercaros o alejaros del ascenso a la Primera B.
Esta jornada va a ser clave para nosotras, pero la liga es muy larga y todavía tenemos muchos partidos por delante para sumar de tres en tres y acercarnos a nuestro objetivo.
¿Cómo es visitar la ciudad deportiva de un club histórico?
Es muy bonito, tanto para mí como para las chicas. Ya estuvimos en Mareo y creo que competimos dignamente pese al resultado. Son experiencias que vas guardando en la mochila e intentamos aprender de ellas.
¿Cuál es vuestro objetivo en Santander?
Ya lo dijo Ana en el postpartido después de ganar en Friol al Lugo: “Queremos ganar cada partido, sino no tiene sentido salir a jugar”. Pero será un duelo muy complicado, como visitante y contra un rival con más recursos y potencial que nosotras.
¿Qué conocimientos tienes del Racing de Santander?
Tiene una plantilla muy potente. De mediocampo para delante tiene jugadoras desequilibrantes que te pueden hacer un lío en cualquier momento. La pasada temporada ya le puso en problemas al Depor en Arteixo y estaba cerca de los grandes con menos recursos.
¿Has cambiado tus hábitos de entrenador desde que estás en la Segunda División?
He ido un poco más allá. En mi formación estoy con el nivel III y a nivel de trabajo semanal estudio mucho nuestros partidos con el vídeo. En el campo intento estar lo más cerca posible de las jugadoras, sacar el máximo partido a todo, a los entrenamientos y a los rivales.
¿Has notado el salto de una categoría autonómica a otra nacional?
La experiencia de la temporada pasada en Carballo (entrenó al Bergantiños en División de Honor Cadete) me ha ayudado bastante. Era una categoría similar, con jugadores o jugadoras diferenciales que te obligan a tomar decisiones mucho más rápidas.
¿Crees que has mejorado como técnico en estos últimos meses?
He notado que, a veces, soy capaz de entender dónde está el problema o dónde puede estar la solución ante lo que propone el rival. Los equipos, las jugadoras o los entrenadores rivales proponen muchas situaciones diferentes y cambiantes durante los partidos.
¿Le dedicas ahora más horas a la preparación y a los entrenamientos?
Te diría que no porque la pasada temporada llevaba dos equipos, pero no tan intensamente. Y te diría que sí por cómo me he tomado este nuevo reto o aventura. Desde el final del partido, el domingo, hasta el primer entrenamiento de la semana, el martes, vuelvo a visionar el partido y preparo la sesión para enseñarles a las chicas en lo que pueden mejorar. Si duermo cinco horas diarias ya me parece demasiado. Y no es algo que me pida el club, es algo vocacional, que me ayuda y merece la pena.
TRES operaciones en los ojos
“No quiero ir de mártir, desde el primer día me lo he tomado con una sonrisa”
Toño se encontraba el 13 de agosto de 2017 en un local de ocio cuando se produjo una disputa y los cristales de un vaso acabaron en su cara. El actual entrenador del Victoria ha perdido la visión de su ojo derecho y se ha sometido a tres operaciones, pero se lo toma con filosofía.
“No diría que es difícil ni quiero ir de mártir, siempre me lo he tomado con una sonrisa”, explica el técnico coruñés, que recuerda lo que les dijo a los médicos en su primera intervención quirúrgica: “Antes de entrar al quirófano les dije que me salvaran un ojo, que con uno me llegaba”.
Tras la primera operación de urgencia, se sometió a una segunda por una catarata traumática y a una tercera por un transplante de córnea. Rodríguez Rubiales está pendiente de una próxima cirugía –“espero que sea la definitiva”– para intentar recuperar un porcentaje de visión en su ojo dañado.
“Recuerdo que, cuando me dieron el alta, me dijeron que debía tomármelo con calma y estar un tiempo en casa, pero al día siguiente me fui a entrenar al campo. No veía nada, ni a un metro, y reconocía a las jugadoras solo por la voz”, desvela.
Toño ha tenido que adaptarse a sus problemas de visión y se encuentra de baja laboral, pero eso le ha dado más tiempo para dedicarse al fútbol. “Estoy finalizando mi formación como entrenador con el nivel III y tengo muchas más horas para preparar los entrenamientos y los partidos”.
