
La escalada del Deportivo al segundo puesto de la Liga (que otorga el ascenso a Primera División de manera directa), tras la decimoquinta jornada, y la presencia de los blanquiazules en la zona de privilegio de la clasificación desde el arranque de curso no hacen sino confirmar el buen trabajo a diferentes niveles, desde la secretaría técnica, hasta la labor del cuerpo técnico y de los propios futbolistas en el terreno de juego. Muchos factores que han devuelto la ilusión a Riazor y que permiten soñar con el regreso a la máxima categoría. Estas son las claves de un primer tercio de temporada de éxito.
1 Una plantilla amplia y compensada
El primer responsable del buen funcionamiento del equipo es el director deportivo. Carmelo del Pozo ha construido un bloque amplio y compensado.
Como destacaron el responsable de la secretaría técnica del Osasuna, Braulio Vázquez, y el técnico Jagoba Arrasate el Depor dispone de jugadores para armar uno de los onces más fuertes de la categoría y posee unos recambios de lujo.
2 Una filosofía de juego reconocible
Tras un curso en el que pasaron tres técnicos por el banquillo de Riazor y en el que no se sabía ni a qué jugaba el equipo, Natxo González ha implantado un estilo de juego propio.
Con el técnico vitoriano, el Deportivo busca tener la pelota y generar superioridades en el campo a través de la posesión. El patadón no tiene cabida en un sistema en el que la circulación de la pelota es básica.
3 Capacidad de adaptación
Pese a que la posesión y el toque son las armas fundamentales del cuadro herculino, el técnico ha conseguido introducir variantes en el estilo para partidos en los que el Depor se ve obligado a cambiar su manera de jugar.
El pasado sábado, el estado del césped, tras las intensas lluvias, impedía que la pelota rodara, lo que obligó a los coruñeses a recurrir a un fútbol más directo para doblegar al Osasuna. El cuadro coruñés supo leer el encuentro. En ese sentido, se notó mejoría respecto a otras citas en las que le costó amoldarse a un tipo de rival más incómodo e intenso, como en Alcorcón y Almería.
4 Un portero que da puntos
La pasada campaña se vivió una situación esperpéntica en la portería blanquiazul. Hasta cinco guardametas defendieron el arco, sin que ninguno ofreciera seguridad.
Con Dani Giménez, el Deportivo ha encontrado a un cancerbero que es decisivo bajo palos, dando puntos al equipo con sus intervenciones y, además, ejerciendo un papel fundamental a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Un arquero que encaja a la perfección en el estilo de juego de Natxo González.
5 Unos laterales con llegada y que centran
Durante muchos años se ha echado en falta la presencia de laterales que tengan la capacidad de centrar bien.
David Simón, Saúl García y Diego Caballo son zagueros capacitados para subir la banda y llegar al área contraria, pero también destacan por la calidad de los centros que cuelgan, casi siempre bien colocados.
6 Una pareja de centrales de Primera
Domingos Duarte y Pablo Marí forman una de las mejores parejas de centrales de la categoría. De hecho, ambos futbolistas podrían jugar en Primera División sin problemas.
El portugués y el valenciano no solo ofrecen seguridad en defensa, sino que tienen calidad para sacar el balón y son decisivos en la estrategia. De hecho, entre los dos han marcado cinco goles en la Liga.
7 Un tándem letal en ataque
Para que un conjunto consiga resultados, necesita marcar las diferencias en el área contraria y, en ese sentido, la escuadra deportivista cuenta con la mejor pareja atacante de Segunda División.
El instinto asesino de Quique González y Carlos Fernández es insaciable. Entre los dos llevan dieciséis dianas (nueve del vallisoletano y siete del sevillano).
8 Uno de los jugadores más desequilibrantes
El Deportivo tiene la suerte de contar en su plantilla con uno de los futbolistas más desequilibrantes de la categoría.
Fede Cartabia es un jugador que sobresale en Segunda por su calidad, regate y su potente y certero disparo. El argentino está varios escalones por encima del resto y posee la capacidad de decidir un partido, como demostró en Almería, donde apareció en el momento más complicado para rescatar un punto con un golazo.
9 Conjunción de experiencia y juventud
El club coruñés ha sabido aunar experiencia y juventud en una zona tan importante como el centro del campo.
La experiencia y veteranía de futbolistas como Álex Bergantiños, Krohn-Dehli o Vicente Gómez se compenetra a las mil maravillas con la savia nueva y la ilusión de un futbolista joven como Edu Expósito, que cada día gana más peso en la escuadra blanquiazul.
10 Comunión entre el equipo y la grada
El pobre juego en las últimas temporadas, especialmente en la pasada, y la falta de compromiso de la mayoría de los jugadores, que fue una de las claves del descenso a Segunda División, provocaron un divorcio entre el equipo y la afición coruñesa.
La responsabilidad de la plantilla actual, el buen juego y los resultados han unido al deportivismo de nuevo.