Destitución de Antonio Hidalgo
Paciencia agotada, para mí es suficiente lo que he visto y escuchado. Estar en octava posición tras once jornadas, fuera de playoff y por debajo del Ceuta de Kuki Zalazar y Rubén Díez, debe traer como consecuencia la destitución inmediata de Antonio Hidalgo. Yo no esperaría al partido de Copa, ni mucho menos a jugar contra el colista Zaragoza, partido que hay que ganar sin excusas.
La palabrería postpartido tanto del entrenador, como de Mario Soriano y Stoichkov es un síntoma de una muy mala situación y quizá irreversible. Ya recurren a un tópico tras otro, pero eso es solamente lo que dicen y no quieren comunicar; hay que ir más allá y entender lo que no quieren expresar, escuchar “entre líneas” que el equipo está muerto, que hay un caos táctico por parte del entrenador de lo que en A Coruña sabemos mucho porque lo hemos visto en las últimas temporadas. Llevamos años sufriendo en el banquillo a descubridores del fútbol que quieren adaptar aquí tácticas angloguardiolistas y no, yo ya no quiero más reinventores iluminados de un deporte que pide añadir orden al talento.
Un orden que Hidalgo no aplica al talento de un jugador por el que se han rechazado 35 millones de euros, a otro por el que se ha pagado un millón y que deja en el banquillo, a un Mario Soriano con el que insiste, como anteriores entrenadores, en alinear en el mediocentro y que está archidemostrado que no puede ser, porque lo poco que da ofensivamente (el domingo dio dos pases) no lo compensa con la aportación defensiva… El domingo la superioridad física del Valladolid era abrumadora con Alejo, Tomeu, Torres, Juric, Marcos André y Latasa. Era casi como ver un equipo de profesionales contra un filial. Nuestro doble pivote no ganó un solo duelo, algo que viendo la alineación antes del partido, a ningún aficionado le hubiese sorprendido.
El entrenador habla de “falta de intensidad” de los jugadores. ¿Por qué no habla de su caos táctico? ¿Por qué no habla de alinear a un Stoichkov del que tengo muchas dudas de que esté en condiciones de jugar en Segunda División, al igual que Cristian Herrera? De alinear como revulsivos a Luismi y a Mella en los carriles con un batiburrillo de jugadores por delante de ellos, de haber hecho desaparecer a Patiño de las alineaciones… ¿Para esto nos hemos deshecho de Chacón y Jairo? ¿Para alinear a jugadores en el ocaso de su carrera o incluso más allá?
NO. No es un problema de intensidad y si lo fuera, es el entrenador el responsable de inculcarla. Es un problema, una vez más, de confección de plantilla y de elección de entrenador. Y que los árboles no nos impidan ver el bosque. El empate no es mérito del Deportivo, sino demérito del Valladolid como así dijo su entrenador. Marcos André se expulsa en una entrada innecesaria y Tomeo se precipita en la falta a Eddahchouri. El Deportivo contra diez atletas se mostró impotente durante toda la segunda parte. El resultado justo hubiese sido una derrota.
No es un problema de “intensidad”, ni de ese “palabro” repelente llamado “testiculina” que es realmente lo que quiere decir. Es un problema de táctica, de orden, de falta de físico en los duelos y de que tenemos muy mala suerte con la elección de entrenadores.
A Hidalgo esto le queda grande. Por favor, que pase el siguiente.
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José Iglesias es accionista del Déportivo, socio número 67 del Básquet Coruña y 171 del OAR.
