El Dépor no tiene vértigo
¿Tiene el Dépor, actual líder de Segunda, mal de altura? Este se produce por una reducción de la presión atmosférica y niveles más bajos de oxígeno a grandes alturas ¿Cuál es la manera de prevenirlo? Ascender gradualmente, pues cuanto más rápido se suba a una mayor altitud, mayor será la probabilidad de padecerlo. La escalada de los coruñeses no ha sido meteórica, pero sin duda liderar la tabla es algo que puede afectar a los corazones que no están preparados para la presión y las emociones fuertes. Igual que ocurre con las alturas, además de quedarte sin oxígeno, a altas latitudes puede llegar el vértigo.
No obstante, nada de esto parece que de momento le esté sucediendo al Deportivo. Sin conocer la derrota, primero en la clasificación y que ya ha demostrado que es capaz de sobreponerse a los golpes. En el pasado, cuando recibía el gol, el esfuerzo que le suponía tratar de empatar y contrarrestar el estacazo era similar a un ascenso a una cumbre. Y en muchas ocasiones era incapaz de dar la réplica, abrumado por sus miedos.
Ahora el equipo está siendo capaz de cocinar los partidos, de irlos madurando, no se apresura en hacer las cosas, deja que el juego vaya fluyendo y le lleve por los caminos que quiere. Y si no hay sendero, lo crea. Puede desde fuera asustar un poco que todo discurra tan bien. Las que somos, como yo, agoreras ya nos estamos temiendo cuándo vendrá el primer traspié. Porque siempre llega, es inevitable que no ocurra en el deporte, pero también se entrena la forma de enfrentarse a los malos momentos.
Y por eso, al menos desde fuera, tiene pinta de que el Dépor está construyendo una fortaleza que va más allá del campo y cuyos muros protegen a ese vestuario y los que en él habitan. Un engranaje en el que por el momento todas las piezas están encajando y que ayudan a que la maquinaria blanquiazul funcione de forma correcta. Además, al primer equipo le va a la zaga del Fabril, aunque en este caso el filial no se consuela solo con ser líder, sino que además lleva pleno de triunfos.
No existe el vértigo en el Deportivo, al menos en la actualidad, y la afición disfruta este año de momento de la calma que dan las victorias. Demasiadas temporadas de penurias ha vivido ya la hinchada blanquiazul, que parece que le cuesta acostumbrarse a lo bueno, después de tantos cursos de barro. El deporte no es lineal, hay altos y bajos, pero ahora que el Dépor está en la cresta de la ola bien merece la pena admirar el panorama. Porque desde una zona elevada todo se vislumbra mejor y el equipo blanquiazul otea ahora mismo un horizonte en el que todo le sonríe. Y mientras tanto, antes de pensar en todo lo malo que pasó o que puede pasar o recordar instantes complicados, no sé vosotros, pero yo voy a disfrutar de las vistas.