Iraitz Casal, la sensación del Sofán
El polivalente atacante larachés, que vive su primer año como sénior, decidió el partido ante el Dubra

Acostumbra el Sofán a tirar de cantera cuando uno de sus jóvenes está preparado y con Iraitz Casal (A Laracha, 2006) no está siendo menos. El polivalente atacante lleva ya tres titularidades y acaba de decidir un partido de Preferente contra el Dubra (0-1) con un potente disparo. Un gol que sitúa al equipo carballés en tercera posición.
“Nos costó en la primera parte ante un Dubra que esperó replegado y cerró bien los pasillos interiores, pero en la segunda le supimos dar otra velocidad al juego y encontramos los espacios laterales. El gol llegó en una jugada aislada, tras un rechace de falta lateral, pero antes y después generamos lo suficiente. Solo nos faltó sentenciar para no sufrir en los últimos minutos”, valora Iraitz.
Para el atacante es su primer año sénior, un momento decisivo en la vida de todo futbolista. “Busco sumar los máximos minutos posibles y aportar todo lo que pueda al equipo para quedar lo más arriba posible. Creo que tenemos un buen grupo y si seguimos trabajando bien, estaría bien repetir esos puestos de playoff en los que terminamos el año pasado e intentar ascender si fuese posible”, relata sobre sus objetivos individuales y colectivos.
Iraitz reconoce que no esperaba tener tanto protagonismo. “El año pasado ya tuve alguna participación (36 minutos repartidos en tres partidos), pero el paso de juveniles a sénior es grande. Aun así, con las bajas he tenido la oportunidad y me esfuerzo para seguir sumando tiempo con el primer equipo”, apunta.
Polivalente
Aunque ha rayado a buen nivel y con gran actitud en múltiples demarcaciones, suele actuar en aquellas que tienen que ver con lo ofensivo. “Donde me siento más cómodo es en las posiciones interiores, sobre todo en la mediapunta”, reconoce Iraitz, que se define como un jugador técnico y con buen golpeo desde la frontal del área.
Por último, el larachés habla de su experiencia en dos grandes equipos coruñeses de cantera. “Estuve un par de temporadas en el Dépor, aunque fue una experiencia un poco dura. No conseguía tener minutos y lo llegué a pasar bastante mal al no poder jugar. Entre eso y que encadené alguna lesión, decidí abandonar el club para poder tener más minutos. Eso era una decisión del entrenador y había un nivel alto en el equipo, por lo que no tuve muchas oportunidades”, rememora sobre su etapa como blanquiazul.
Mucho más fructífero fue su paso por el Ural, al que llegó cuando era benjamín procedente del Laracha y con el que, más allá de su paso por el Dépor, estuvo hasta edad juvenil, cuando firmó por el Bergantiños, club previo al Sofán. “Tengo un recuerdo muy positivo, coincidí con grandes entrenadores que me aportaron mucho y compañeros que eran muy buenos también. Me trataron muy bien y me ayudaron a progresar”, rememora.
