Goles de la misma casa para cambiar la inercia del Betanzos

Tras caer en la primera jornada ante el Sofán y en la segunda en el campo del Órdenes, el Betanzos perdía por 0-1 en el minuto 70 de su choque ante el Cidade de Ribeira. Una situación que habría dejado al equipo en última posición del grupo 1 de Preferente, pero que tuvo final feliz gracias al acierto de dos futbolistas que comparten apellidos, Fernández Casanova, unos hermanos que se llevan diez años, son de la casa y que voltearon el partido con dos goles en el plazo de cinco minutos. 

Ángel (Betanzos, 1996) se muestra satisfecho con el partido, pero también deja espacio para la autocrítica. “La valoración es positiva, porque veníamos de dos jornadas sin sumar y ya nos tardaba ganar, aunque tenemos que seguir mejorando bastante. Llevamos tres jornadas y encajar tres goles a balón parado no es para estar contento. Generamos muchas ocasiones y no estamos viendo puerta en alguna que es bastante clara”, apunta el mediapunta. Su tanto llegó a los 73 minutos de juego y en él apareció la calidad que le caracteriza: “Fue un saque de banda de Manu Barbeito, que la puso en el área. Hubo un pequeño rebumbio, me cayó en la frontal, la acomodé para la izquierda y le crucé el balón al portero”. 

Por su parte, Javi (Betanzos, 2006) convirtió a los 78 minutos. “Mi gol viene de un buen despeje de nuestro central que precedió a una buena acción individual de André, quien me pone un centro por delante ante el que solo tuve que empujar el balón para que fuera gol”, explica el técnico lateral derecho, que también puede actuar como extremo y que coincide con su hermano en que necesitan mejorar. 

“La sensación es buena porque supimos sacar adelante un partido que se nos había puesto cuesta arriba. Aunque también creo que tenemos que mejorar cosas y los resultados llegarán”, añade. 

El gol del otro

Alegría u orgullo son algunas de las palabras que utilizan para describir lo que sintieron al ver que su hermano hacía gol. “Que mi hermano marcase es una alegría enorme. Tanto por él, porque sé que le va a venir genial para ganar en confianza, como para el equipo, que significó el gol de la victoria y sumar los tres puntos. No es fácil salir desde el banquillo en ningún partido y él salió enchufado y pudo aportar ese tanto”, reflexiona el mayor. “Es un orgullo que podamos estar los dos juntos sumando para el equipo. Y más si es en el Betanzos”, agrega Javi. 

El pequeño dice tomarse la situación con normalidad y valora todo lo que le enseña para mejorar, mientras que Ángel se congratula por el tiempo que ha pasado a estar con él: “Es una suerte. Cuando estaba en otros equipos, no nos veíamos tanto o durante la semana no coincidíamos y el sábado y domingo cada uno tenía sus partidos. Ahora es un poco lo mismo que me pasaba hace dos años cuando jugaba con mi otro hermano, Miguel. Todo lo cerca que los pueda tener y disfrutar de pasar tiempo con ellos, para mí es muy bueno”. 

Javi estuvo hasta este verano en la cantera del Deportivo y reconoce que tener a su hermano en el Betanzos le ayudó a decidir su siguiente paso: “En general influyó todo lo que tiene que ver con volver a casa, pero jugar con él también fue un aliciente para venir”. 

“Al estar tu hermano en el equipo de Betanzos y siendo tú betanceiro, tiene que ser un orgullo defender los colores del equipo de tu pueblo. ¿Influir? Bueno, yo le decía que buscase lo que fuese lo mejor para él, donde estuviera más contento, pero que si no sabía para donde ir, si no lo tenía claro, o si le apetecía incluso de primeras, que aquí le iban a abrir las puertas e iba a estar como en casa. Está estudiando aquí al lado en Ferrol y le venía perfecto jugar en el Betanzos”, explica Ángel. 

Por último, Javi valora su paso por el Deportivo, con el que se clasificó la pasada temporada para la Copa de Campeones Juvenil y como está siendo su adaptación a salir del fútbol formativo: “Fue casi perfecto. Cinco años de gran aprendizaje y buenos resultados. En cuanto a mi debut como sénior, me estoy encontrando bien, adaptándome a una nueva categoría y nuevos compañeros”. 

Ángel no esconde la realidad del inicio, pero se muestra esperanzado con el futuro del equipo. “No es para nada bueno, pero creo que la victoria del pasado fin de semana puede ser un punto de inflexión para que todo el equipo gane confianza y empezar a ver un poco cual es el camino. Creo que vamos a ir a mejor, porque hemos hecho un equipo prácticamente de cero —solo quedan cinco jugadores del año pasado— y aunque los fichajes se están integrando muy bien, es normal que lleve algo de tiempo”, argumenta el mediapunta.