Yulenmis Aguilar, más cerca de volver a tocar la jabalina
Tres meses después de su operación de codo, empieza con los ejercicios de movilidad: "El objetivo es el Europeo, pero solo iré si estoy al 101%"

Han pasado tres meses desde que Yulenmis Aguilar se sometió a una operación de codo con la que poner fin a sus problemas físicos y alargar su carrera deportiva. Y la lanzadora, diploma olímpico en los Juegos de París, empieza a ver la luz. "Estoy ya en la primera parte de la recuperación, que son los ejercicios de movilidad", dice. "Ahora empezaré con el fortalecimiento no agresivo. Y dentro de un mes, con ejercicios agresivos directamente con el tendón, o sea, ya directamente a sufrir", disecciona sobre el proceso que tiene que atravesar para volver a tener una jabalina en sus manos.
"Empiezo a sentirme útil", comenta, "porque ya hago cosas con el brazo y no solamente es pierna, abdomen y espalda, y porque el dolor cada vez es menor". Paso a paso, dice, y sobre todo, confiando en el proceso. "Al principio cuesta. Porque cuando te dicen un año para volver a estar a tu mejor nivel...", señala. Pero una vez que empezó con la movilidad y que se dio cuenta de que no se iba a quedar mal para siempre, todo empezó a acelerarse y las semanas pasaron más rápido. "Sobre todo mentalmente", apunta.
"Ver el Mundial por la tele no fue lo más agradable, sobre todo cuando ves que tenías posibilidades"
El peor momento fue ver el Campeonato del Mundo de Tokio desde el sofá de su casa y por la televisión. "No es lo más agradable, sobre todo cuando ves que los resultados están ahí, que estás a la altura de ellas y que podría haber pasado cualquier cosa, que tenías posibilidades", se lamenta. "Tendrá que sea en el 2027".
Porque la próxima temporada no hay Mundial, sino Europeo. "Es el gran objetivo, lo que me mantiene ilusionada, motivada y con toda la disciplina que siempre he tenido". Pero tiene claro que no a cualquier precio. "Por supuesto, si no llego, no llego. Solamente voy a ir si estoy al 101%. Al 99% no voy a ir. Quiero ser capaz de ir a pelear por todo".
"No tengo nada que demostrar a nadie. Quiero volver, sí. Pero solo si estoy al 100%"
Ya tiene experiencia en ir lesionada a los grandes campeonatos, como al último Europeo, en el que no superó ni la calificación. "No tiene sentido volver e ir a lanzar 55 metros", reconoce. En el pasado forzó demasiado. Su imagen en los Juegos, vendada de pies a cabeza, es el mejor ejemplo. Allí fue donde el codo le dijo basta. Le dio para ser diploma, pero un año después, y con parches por el medio, el quirófano fue el único remedio.
"No tengo nada que demostrar a nadie más que a mí misma. Que quiero volver, sí. Pero que no lo haré si no estoy al 100%, también. Y el único camino es disfrutar del proceso y ser disciplinada", añade la pupila de Raimundo Fernández, el gurú de los lanzamientos y con quien entrena desde hace cinco años, cuando se marchó de Cuba y se asentó en Oleiros.
Mientras tanto, disfruta de los pequeños placeres que le da la vida. "Normalmente llevamos una vida muy ajetreada y entramos en una rutina de trabajo, casa, colegio, niña, paseos... Entonces en este tiempo he podido disfrutar más de la familia, que creo que es muy importante".

