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O Noso Deporte | Judo

Dani Mallo cambia los guantes por el tatami

El portero coruñés ganó la Liga con el Dépor y dos décadas después se ilusiona con nuevos retos en el judo como el pase a cinturón amarillo

Roberto Naveira, olímpico en Atlanta 1996, le entrega el cinturón amarillo a Dani Mallo
Dani Mallo, con el cinturón amarillo, recibe el diploma que lo acredita de Roberto Naveira, entrenador del Judo Club Cambre y olímpico en Atlanta 1996
Cedida

"Me lo estoy pasando muy bien", dice Dani Mallo. El exportero coruñés ha cambiado los guantes por el tatami. "No dejé el fútbol", aclara. Pero sí que ha decidido quitarse una espina que tenía desde pequeño. "De niño me gustaba mucho el judo, pero cuando empecé en el fútbol ya lo tuve que dejar y siempre me había quedado eso", recuerda. Así que de tanto llevar a su hijo pequeño al Judo Club Cambre, acabó por apuntarse él también a las clases para adultos y el pasado fin de semana celebró su primer gran logro: el pase al cinturón amarillo.

"Me hace muchísima ilusión", reconoce, "es un primer paso en este nuevo camino". Uno podría pensar que a un hombre que en su carrera profesional llegó a levantar una Liga con el equipo de su vida, el Dépor, no le daría valor a algo tan sencillo, pero al contrario. "Los adultos nunca deberían de perder esa ilusión que tienen los niños. Y el fútbol también te ayuda a valorar las pequeñas cosas", sostiene. 

Dani Mallo
Dani Mallo en su etapa como jugador
EC

Nunca pensó que se engancharía tanto, pero el "buen ambiente" en el club lo atrapó. "Del judo me gusta los valores de respeto, compañerismo y humildad. Da igual lo grande y fuerte que puedas ser, que otros igual más pequeños o más mayores te pueden hacer besar la lona. Y todo con muchísimo respeto", valora. Además de que físicamente se trabajan muchos conceptos, desde la fuerza a la elasticidad.

Aunque lo mejor es el incentivo extra de compartir afición con su hijo, que de momento le lleva ventaja. "Él tiene el cinturón naranja-verde. Va muy por delante de mí. Con el judogui manda él, en casa mando yo", bromea. Sin piques. "Él me anima a seguir y la verdad que sería muy bonito que los dos consiguiéramos juntos el cinturón negro", se emociona.

Roberto Naveira, un olímpico como maestro

"Me siento muy a gusto en el club", concluye Mallo, "y eso pone en valor el gran trabajo que está haciendo Roberto Naveira". Se refiere al que es el alma máter del Judo Club Cambre y que fue uno de los mejores judokas coruñeses de la historia, como demuestra su participación olímpica en los Juegos de Atlanta 1996 y que ahora como maestro transmite sus conocimientos.

"Dani decidió hace un año y pico retomar el judo que ya había hecho de niño y que me confesó que le había ayudado mucho después en su posición como portero", señala Naveira. "Viene dos o tres días a la semana y está muy integrado en el club, incluso nos ayuda mucho porque por su formación sanitaria nos echa una mano si pasa algo", añade.

Según Naveira, Dani Mallo no ha perdido sus reflejos. "Se nota que ha sido deportista profesional. Está muy bien físicamente y al ser el judo un deporte muy técnico, lo pilla todo bastante rápido", analiza. "Es un orgullo tenerle en el club. Es un campeón de Liga de casa y que no ha perdido sus raíces", dice.

El club, que cuenta con cerca de 150 practicantes, tiene una clase específica para adultos con unos 30 alumnos. "Tenemos incluso uno de más de ochenta años que empezó con setenta y pico. Hace un par de año logró el cinturón negro y siempre dice que lamenta no habernos conocido antes", bromea. En este caso el deporte no se enfoca a la competición, sino hacia la salud y la defensa personal y también le da las personas diferentes pequeñas metas alcanzables con las que motivarse.

Empieza la Liga Rías Altas

En el caso de los niños, la competición forma parte de su aprendizaje. Es ahí donde se ponen en práctica lo que han estudiado en las clases, sino también esos aprendizajes de solidaridad, trabajo duro y de caer y levantarse que transmite el judo. 

Una de las competiciones más importantes para la base llega precisamente este sábado al pabellón Sofía Toro de Cambre con la primera jornada de la Liga Rías Altas (las siguientes serán en Carballo, Arteixo, Ferrol y Santiago). A lo largo de todo el día, desde las 09.30 hasta las 16.30 horas, pasarán por el tatami más de 600 deportistas de toda Galicia de las categorías benjamín, alevín, infantil y cadete.

El pabellón Sofía Toro en una edición anterior de la Liga Rías Altas
El pabellón Sofía Toro en una edición anterior de la Liga Rías Altas
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"Le hemos puesto a la competición también el nombre de Memorial Manuel Caridad Pereiro porque queremos que sirva en su recuerdo. Fue uno de los tres primeros cinturones negros que tuvimos aquí en Cambre y que fue uno de los espectadores fallecidos en el Rally de A Coruña en 2015", apunta Naveira.

El domingo por la mañana, entre las 09.30 y las 13.00 horas, la competición seguirá en el Palacio de los Deportes de Riazor con el Trofeo Teresa Herrera, que servirá como clasificatorio para el Campeonato de España absoluto. Participarán 130 judokas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, incluida una selección gallega formada por 58 deportistas, entre ellos 24 coruñeses.