Grandes en apuros en el barro
Real Murcia y Hércules, con pasado en Primera División, están en puestos de descenso en el Grupo 2, mientras que la Ponferradina saca poco a poco la cabeza del pozo en el Grupo 1

Si la Segunda División ya es una competición igualada, caprichosa e impredecible, la Primera Federación se parece más a un terreno con arenas movedizas. A simple vista parece estable, incluso segura, sobre todo para quienes llegan con más presupuesto o historia. Pero esa superficie engaña. Un mal paso basta para que empieces a hundirte. Cuanto más te agitas, más te atrapa. Solo quienes mantienen la calma, se reordenan y tienen un plan claro consiguen salir a flote.
En ese terreno inestable se encuentran hoy varios clubes con pedigrí, que saben lo que es llenar estadios en Primera o Segunda, y que ahora se ven atrapados en la parte baja de la categoría de bronce. El Real Murcia y el Hércules son los ejemplos más evidentes, mientras que la Ponferradina parece haber logrado asomar un brazo para intentar salir del lodo.
El caso más preocupante es el del Real Murcia, diseñado el pasado verano para dar el salto al fútbol profesional. Ocho jornadas después, es colista del Grupo 2. La última derrota, ante el Ibiza (0-2), dolió especialmente, ya que el conjunto pimentonero jugó con uno más durante 80 minutos y ni así fue capaz de marcar. La grada estalló.
Unas 300 personas esperaron a los jugadores al grito de “el Real Murcia somos nosotros”. El equipo suma solo una victoria y seis puntos en ocho partidos. Aun así, la afición sigue respondiendo con más de 14.000 espectadores de media en la Nueva Condomina, tanto durante la pasada temporada como en la actual. Faltan resultados, pero no apoyo.

Por ahora no hay movimiento en el banquillo. Joseba Etxeberria, elegido por la directiva de Felipe Moreno y la dirección deportiva de Asier Goiria, sigue al frente. El técnico llegó con la misión de completar el ascenso frustrado del curso pasado, pero el arranque ha sido decepcionante. Según la prensa local, no hay decisiones tomadas, aunque nadie descarta que algo pueda cambiar pronto. Goiria mantiene la confianza en Etxeberria, su apuesta personal, mientras las arenas movedizas siguen devorando a un equipo con jugadores para estar arriba: el delantero Flakus, fichado tras su buena cesión del pasado curso; jugadores contrastados como Pedro León o el coruñés Juan Carlos Real, y refuerzos con experiencia en el fútbol profesional como Ekain Zenitagoia o Álvaro Bustos.
Problemas en Alicante
No muy lejos de ese escenario se mueve el Hércules, otro clásico que también conoció la Primera División este siglo y lleva años atascado en la tercera categoría. La victoria del pasado fin de semana frente al Villarreal B (2-1), con doblete de Oriol Soldevila, dio un respiro y le permitió abandonar el último puesto. Sin embargo, sigue en zona de descenso, decimoséptimo con siete puntos y un partido menos —ante el Atlético B, tercero—.
El triunfo, eso sí, llegó acompañado de una pésima noticia. Soldevila sufrió una grave lesión en una acción fortuita: rotura del ligamento cruzado anterior y afectación de meniscos en la rodilla izquierda. Su temporada posiblemente ha terminado. El vestuario quedó muy tocado, no solo por su peso goleador, sino por su influencia dentro del grupo. “Lo haremos por ti”, publicaron en redes sociales varios compañeros tras conocer el diagnóstico.
El director deportivo Paco Peña podría acudir al mercado de jugadores sin equipo para buscar un sustituto, aunque el club no espera movimientos inmediatos y valora esperar al mercado de invierno, según SER Deportivos Alicante. No obstante, el diario Información de la provincia de Alicante apuntó que el club contactó con el delantero coruñés y exdeportivista Lucas Pérez, actualmente sin equipo, pero finalmente no pudo acometer su fichaje.
Mientras tanto, el técnico Rubén Torrecilla intenta recomponer el ánimo de un grupo que llevaba 50 días sin ganar y 14 jornadas sin remontar un partido. En su plantilla figuran nombres conocidos como los exdeportivistas Nacho Monsalve, Retu y Carlos Abad, los delanteros Fran Sol y Slavy o el joven Jeremy de León, cedido por el Real Madrid tras brillar en el Castellón.
Dos semanas de alivio para la Ponfe
El tercero en discordia es la Ponferradina, que parece haber encontrado la manera de detener el hundimiento. Hace apenas dos semanas estaba inmerso de lleno en puestos de descenso, pero dos victorias seguidas le han impulsado hasta la décima posición, aunque con solo un punto de margen sobre la zona peligrosa.
La Ponfe se impuso al Zamora (2-0) y volvió a ganar en casa tras tres tropiezos consecutivos. La efectividad fue su mejor aliada. Andoni López abrió el marcador y Xemi Fernández cerró el partido con su tercer gol en tres jornadas. En la segunda mitad, el dominio berciano fue claro, con el exdeportivista Borja Valle como generador de juego en el centro del campo pese a su perfil ofensivo.
Aunque nunca ha militado en Primera, la Ponferradina se había consolidado en el fútbol profesional durante gran parte del siglo XXI. Hoy comparte destino con clubes de más nombre y presupuesto que atraviesan un inicio de curso frustrante, atenazados por la clasificación y la impaciencia.
Y no es el único. El Eldense, recién descendido de Segunda y con un proyecto a priori más potente que el de muchos rivales, también sufre para arrancar. Es duodécimo en el Grupo 2 con diez puntos en ocho jornadas, a la misma distancia del descenso que del playoff. Otro equipo que pisa con cuidado, mirando al suelo, consciente de que en la Primera Federación cualquier paso en falso puede volver a hundirte en las arenas.
