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Toni Pérez, con el número 200 de los goles que ha marcado con el Liceo, en una portería del Palacio de los Deportes de Riazor
Liceo

Toni Pérez: “A veces estás negado y otras chutas de espalda y marcas por la escuadra”

El jugador del Liceo celebra su gol número 200 con la camiseta verdiblanca

Toni Pérez (Oviedo, 1990) está de celebración al alcanzar la cifra de los 200 goles con el Liceo. La ocasión sirve para echar la vista atrás y repasar la carrera de un jugador que llegó de Asturias con ganas de comerse el mundo; para reflexionar sobre la necesidad de gol con la que viven los delanteros: y para mirar hacia el futuro más inmediato que pasa por la visita de hoy al Barça en la cuarta jornada de la OK Liga (Palau Blaugrana, 20.00 horas). 

Cuando empezó la temporada sabía que le quedaban dos goles para los 200. ¿Llevaba la cuenta? 

Me acordaba de que cuando me fui me había quedado a dos goles de los 200, porque quería haber cerrado aquella etapa con los 200 y no pudiera ser, así que cuando volví ya sabía que me faltaban dos. 

¿Han tardado en llegar más de lo que le hubiese gustado? 

Es como todo, cuanto más quieres las cosas más tardan. Pero sí, estamos en la jornada 3 y obviamente las cosas podían haber ido un poco mejor, sobre todo en el primer partido, pero es un grupo que estamos empezando, que nos estamos conociendo y cada vez vamos mejor. Las cosas no salen solo con pedirlas, sino que hay que trabajarlas y memorizarlas. Y es en lo que estamos ahora mismo, que el equipo está en crecimiento y vamos a más. 

Pongamos a prueba su memoria. ¿Se acuerda del primer gol que marcó con el Liceo? 

Sinceramente no. Me acuerdo del primer año, de unos cuantos goles, pero no me acuerdo del primero exactamente. 

Fue el 29 de octubre de 2011, en la segunda jornada de la temporada 2011-12 en la pista del Igualada. 

Pues yo pensaba que había sido en Vilanova. ¿No tendrás el vídeo, no?

¡Por supuesto! 

¿En serio? (Toni Pérez ve el vídeo en el ordenador. Se le ve coger un rechace detrás de la portería y sorprender al portero en el primer palo. Sonríe). Solo podía haber sido así, ¿no? Creo que de los 200, unos 160 tienen que ser así (se ríe). Ahora ya sí que me acuerdo de ese primer gol y me viene a la cabeza, con mucha emoción, la emoción de un sueño cumplido, porque ese siempre fue jugar aquí y vestir esta camiseta. Obviamente el primero siempre es especial. Son recuerdos bonitos, también verme ahí con algunos de esos compañeros (estaba en pista con Sergi Miras, Jordi Bargalló y Eduard Lamas). Me pone contento. Sabía que el primero había sido fuera de casa porque sí que me acordaba de que cuando jugaba en el filial y debuté con Querido en el Palacio tuve una ocasión solo contra el portero, pero intenté hacer una gilipollez y la fallé por eso. Pensaba que el primer gol tenía que ser bonito y mira al final como fue (ríe). 

¿Y se acuerda de cuál fue la temporada en la que terminó con más goles? 

¿La de que ganamos la Liga, la 2012-13? Ese año llegué hasta los 38 en la Liga, que fue también el año que metí seis goles al Maçanet, que es mi máximo en un partido y que también había logrado con el Cerceda al Vilafranca. 

Acierta. Y 51 entre todas las competiciones. 

No está mal. No está nada mal ¿eh? Los firmo ya para esta temporada. 

¿Y la competición que mejor se le ha dado? 

Yo creo que la Champions. 

También acierta: 44 goles. Más que Martinazzo. Solo por detrás de Jordi Bargalló (94) y Josep Lamas (69). 

¿Más que Martinazzo? Suena bien. Los otros dos ya sí que son más difíciles de pillar. 

Ya de último, ¿cuál cree que es el equipo al que más goles le ha metido? 

Cuando estaba en Portugal sí que sabía que era el Porto... ¿aquí puede ser el Vendrell? 

Correcto, con 14 goles, aunque empatado con el Igualada, con otros 14. 

El Vendrell siempre se me dio bien. Pero ahora ya no está en la OK Liga. 

Toni Pérez, en 2010, cuando militaba en el Cerceda
Toni Pérez, en 2010, cuando militaba en el Cerceda
Quintana

¿Qué le diría ahora a ese chaval del vídeo, que tenía por aquel entonces 21 años? 

¡Puf! No sé, antes era un poco estúpido. ¿Qué le diría? Nada, que lo disfrutase todo como lo estaba disfrutando, porque al final era un chaval con una ilusión y unas ganas tremendas por jugar cada partido, por entrenar cada día, con la meta de poder llegar al Liceo, y al final es lo que pasó. O sea, no me arrepiento de nada de mi carrera deportiva, de todo lo que he vivido, porque ha sido espectacular y espero seguir disfrutándolo. 

Ese chaval celebraba cada gol como si fuera el que daba el título de la Champions en el último minuto. ¿Qué queda de él en el Toni de hoy? 

Ya lo veréis entonces, porque ahora de momento llevo dos, pero esperemos que sigan sumando los goles y obviamente para mí el gol es una felicidad inmensa, es una alegría muy grande porque al final es de lo que vivo. O sea, el delantero de área, goleador, vive de los goles. No hay que esconderse y es lo que busco para ayudar al equipo, aparte de aportar veteranía, de ayudar a los jóvenes, pero sobre todo ayudar al equipo con goles. 

“Para mí el gol es una felicidad inmensa porque al final es de lo que vivo”

¿La relación con el gol de un delantero es casi de amor y odio a partes iguales? 

Es una relación que, obviamente, con tantos años de hockey encima, al final sabes que no te puedes obcecar, que es una consecuencia del trabajo. Y hay momentos en la temporada que puedes estar negado, que te van las bolas a los postes, que le pegan en la espalda al portero, que rematas a puerta vacía y no la metes, y otros que chutas de espaldas y marcas un gol por la escuadra. Y tú tienes que seguir ahí trabajando, haciendo tu trabajo, creando las ocasiones y sobre todo teniendo esas oportunidades que, si ahora no te entran, seguramente si las sigues teniendo más adelante te van a entrar. Es el trabajo al final el que da los frutos y hay momentos en la temporada que la bola no quiere entrar y no te tienes que volver loco porque tienes que seguir trabajando.

¿Provoca algo de ansiedad? 

No, ansiedad no creo que sea la palabra, sino un poco de mala leche, de decir, tengo ocasiones, estoy teniéndolas claras y se me van las bolas a los postes... Pero intentas reponerte, que el partido siga y a la siguiente intentar meterla. Son momentos y hay que seguir para adelante, no hay otra. 

¿Es cuestión de rachas? 

Sí, sí, eso está claro, todos tenemos que ser conscientes que no todo lo que tocas va a ir para dentro de la portería. Hay momentos en la temporada o en un año que claro que es así, sobre todo con la gente que vive del gol. Pero lo importante es trabajar, ayudar al equipo, intentar estar ahí para tener esas ocasiones, si no las tienes sí que sería un problema, pero si las tienes, tarde o temprano van a acabar entrando. 

Y a veces incluso tiene que recordar a sus compañeros que está ahí y que le pasen, como en un tiempo muerto de la Supercopa. 

(Ríe). Aún nos estamos conociendo, el equipo el año pasado no tenía referencia interior y obviamente cambia mucho la cosa. Ahora conmigo, y con Tomba cuando vuelva de la lesión, ya vamos a tener dos jugadores interiores, un recurso para los compañeros para poder tirarle la bola y que pueda rematar. Era un recurso que no tenían el año pasado y a veces se les olvida que sí que lo tenemos y hay que utilizarlo. A veces hay que recordar solo para que estén atentos (vuelve a reír). 

“Somos el Liceo, al Palau vamos a luchar los 50 minutos y tener opciones” 

¿Cambiará mucho el partido de hoy contra el Barça del que jugaron hace un mes en esa Supercopa? 

Será un partido duro, vamos al Palau, una pista complicada, pero somos el Liceo y vamos a entrar en la pista, luchar los 50 minutos, tener nuestras opciones y estar dentro del partido. Es lo que venimos hablando desde que acabó el partido de la Supercopa, que hicimos cosas bien, tuvimos malos momentos en los que pequeñas decisiones nos hicieron perder y que se nos fueran en el marcador, pero siempre volvimos y estuvimos cerca. El equipo ya está un poco más maduro que esa semana de la Supercopa y esperemos hacer un buen partido, ser serios para intentar dar la sorpresa. 

Un Barça-Liceo en martes... ¿se cuidan más esos detalles en Portugal? 

Se cuida más al aficionado, eso está claro. Es como la guerra que tenemos ahora con las retransmisiones. 

Sería una completa catástrofe que no pudiera verse un Barça-Liceo. 

Lo hablaba con mi padre el fin de semana, que no pudo ver nuestra segunda parte y le pasó lo mismo con el partido de mi hermano con el Alcoi contra el Voltregà. La gente de Coruña no pudo vernos en Cerdanyola tampoco... Se nos llena la boca diciendo que queremos ser el mejor campeonato del mundo, o que queremos volver a serlo otra vez, y no estamos luchando contra eso. Entonces es una pena en ese sentido. Después si un Barça-Liceo es un martes porque el calendario coincide así, pues mira, toca un martes, no pasa nada, la gente se adaptará, pero por lo menos que la gente que no puede ir al pabellón tenga la opción de poder verlo por algún lado.