Cuando la RFEF se negó a suspender un partido a un Dépor con solo nueve jugadores
Entre lesiones, sanciones y convocatorias internacionales, los blanquiazules tuvieron que viajar a Valladolid el 14 de febrero de 1998 con ocho fabrilistas

La suspensión del Real Sociedad B-Huesca de esta noche por un “brote vírico de origen gastrointestinal” en la plantilla oscense recordará, a buen seguro, a los aficionados blanquiazul que ya han soplado las 40 velas un episodio vivido por el Deportivo a finales de los años 90. Aunque el desenlace de aquella película fue muy distinto al de hoy.
El Deportivo debía enfrentarse al Real Valladolid el sábado 14 de febrero de 1998, en choque correspondiente a la 25ª jornada de Primera División. El club blanquiazul solicitó el aplazamiento del encuentro en la mañana del jueves 12, tras sufrir en la noche del miércoles 11 las lesiones de Djalminha, Abreu, Bonnissel y Hélder en partido de Copa del Rey frente al Alavés (0-0) en Riazor.
Manuel Montiel, director general deportivista, envió un comunicado a la RFEF a primera hora del jueves. En el mismo detallaba el estado de la plantilla: cinco lesionados (los cuatro anteriormente mencionados más Manjarín), cinco convocados por sus respectivas selecciones nacionales (Mauro Silva, Flávio Conceiçao, Songo’o, Naybet y Bassir) y un sancionado (Paco Jémez). Mauro regresaba —aunque no lo hizo hasta el sábado, día del partido en Valladolid— de su partido con la ‘canarinha’ en Estados Unidos con una elongación en un gemelo. A disposición del técnico José Manuel Corral solamente quedaban nueve jugadores con ficha de la primera plantilla: Rufai, Nuno, Armando, Ramis, Donato, Scaloni, Fran, Manteca Martínez y David. Por si fuera poco, dos de ellos eran guardametas.
La respuesta federativa, a través del secretario general Gerardo González Otero, fue rotunda: “El Dépor dispone sobradamente del número de futbolistas para conformar un equipo”. A las seis de la tarde del jueves llegaba a las oficinas del Deportivo en la plaza de Pontevedra el fax que denegaba la petición de aplazar el encuentro. La RFEF se agarraba al artículo 31 Libro XVII del Reglamento General de la RFEF, que contemplaba las situaciones de fuerza mayor como razón jurídica suficiente para acordar la suspensión y aplazamiento de un encuentro, si bien con la especificación de que ni sanciones, ni enfermedades, ni lesiones, ni convocatorias internacionales podrían justificarlo. Lendoiro lamentaba la redacción del artículo del reglamento: “Si lo que le ocurre al Deportivo no es fuerza mayor, ¿qué es fuerza mayor?”. Acto seguido, el presidente blanquiazul, ante la necesidad de subir a un buen número de jugadores del Fabril, solicitó la suspensión del partido del filial frente al Cacereño, que lideraba la tabla del grupo 1 de Segunda B. Tampoco obtuvo respuesta afirmativa.
Si lo que le ocurre al Deportivo no es fuerza mayor, ¿qué es fuerza mayor?"
La situación generó una de las primeras planas de DXT Campeón que mayor trascendencia ha tenido en sus casi 30 años de vida. El noticiario de Olga Viza en Antena 3, el de Matías Prats en TVE y el de Àngels Barceló en Telecinco se hicieron eco de aquella portada de la edición del viernes 13 de febrero de 1998 que ironizaba con el maltrato de la RFEF al Deportivo a través de una esquela.

Así pues, el Deportivo se plantó en Zorrilla con los nueve disponibles y ocho fabrilistas. Corral dispuso en Zorrilla un once inicial con Rufai; Armando, Aira, Donato, Ramis, Pinillos; Scaloni, Fran, Padín; David y Manteca Martínez. Cuatro fabrilistas en el once. Otros tres –Maikel, Deus y Toni– entraron en la segunda mitad por Manteca, Padín y Pinillos. Y Diego, que se quedó sin debutar, al igual que Nuno sin jugar. El Dépor acabó el partido con cinco de sus once jugadores con un dorsal por encima del 25. Los blanquiazules cayeron por la mínima, merced a un tanto del croata Alen Peternac en el minuto 52. El Fabril, menos de 24 horas después, fue capaz de vencer al Cacereño (2-1) en Riazor y mantener su plaza en zona de playoff de ascenso a Segunda División, que acabaría disputando sin éxito a final de temporada.
Han pasado casi 28 años de aquello y las cosas han cambiado, mucho en algunos casos. El Huesca sí pudo ampararse hoy en un reglamento que lo protege. El club aragonés argumentó que la situación “afecta prácticamente a toda la plantilla” y detalló que solo seis jugadores estaban en condiciones de jugar. En virtud de lo dispuesto en el artículo 262.3 del Reglamento General de la RFEF, no cuenta con el número mínimo de jugadores disponibles, cifrado en siete. El Dépor, en 1998, pudo empezar el partido con ocho y finalizarlo con solo seis, los mismos de los que hoy dispone el conjunto aragonés.
