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Dépor

El entrenamiento mental de Yeremay: "Es positivo que Hidalgo le dijese que no se preocupase si fallaba"

El canario volvió a hablar sobre el trabajo realizado con Sorribas, psicólogo del club. Los profesionales Gabriel Pita y Pepe Velo analizan cómo gestionar aspectos como los fallos o las expectativas

Yeremay, junto a Quagliata, ante el Eibar en Ipurua
Yeremay, junto a Quagliata, ante el Eibar en Ipurua
Fernando Fernández

"El míster me pidió que disfrutase, que no pasa nada por perder un balón y me quedé con eso, vine aquí y disfruté". Yeremay sonreía en la zona mixta tras el duelo con el Zaragoza después de sus dos asistencias, una de ellas, medio gol, tras un esprint de más de 60 metros. El inicio liguero del canario va intrínsecamente ligado a los ecos de un verano movido de nuevo, en el que su nombre traspasó las fronteras, unido a una mareante oferta.

Un futbolista que en su primer año en Segunda marcó las diferencias, con 15 goles y que este segundo había empezado quizá menos acertado, pero siempre dejando destellos de una calidad innata. Un talento que necesitaba parar sus pensamientos y volver a disfrutar y sonreír, algo que por fin consiguió en el Ibercaja Estadio. 

No hay fórmula mágica detrás de esta notoria mejoría más que el trabajo y el acompañamiento de personas como Joaquín Sorribas, el psicólogo del club, una figura fundamental para Yeremay, que vuelve a atreverse y ya no teme fallar. Pero, ¿cómo se gestiona todo esto? Gabriel Pita, que fue psicólogo en el Dépor, además de profesor de secundaria y entrenador de fútbol pone en valor el entender que el errar forma parte del deporte.

"Después de un verano como este era normal que Yeremay sintiese esa responsabilidad extra"Gabriel Pita

"El fútbol es un deporte con un alto nivel de incertidumbre en las acciones, el error forma parte del juego. En el caso de Yeremay, si analizamos las características de este jugador, sobre todo el año pasado, primaba más el acierto que el error. En acciones altamente fallables al que encara y arriesga le puede o no salir. Después de un verano como este, en el que han pasado cosas más allá de lo futbolístico, era normal que sienta esa responsabilidad extra, que perciba que no puede fallar y que tiene todo el peso del equipo. Al final todo puede derivar en no querer exponerse a situaciones que puedan suponer errores. Piensas 'no quiero arriesgar para no fallar, por ese motivo no llevo a cabo mi juego y mi autoconfianza empeora", analiza.

Pepe Velo, profesor titular de Psicología de la Escuela Gallega de Entrenadores y exentrenador nacional de fútbol considera muy beneficioso el mensaje que Hidalgo le dio al jugador: "Le dijo que no se preocupase, lo que es algo positivo. Si le grito al jugador y le digo que no puede fallar... O si le digo que puede hacerlo y luego con el lenguaje no verbal o con gestos le transmito otra cosa, lo estoy matando". Da técnicas, además, para sobreponerse a los fallos en el transcurso de los partidos. "Se puede lograr a través de la técnica de la visualización. Esto quiere decir el ensayo mental de la ejecución correcta de lo que tenía que haber hecho. Fallo un mano a mano, por ejemplo, pero visualizo en mi cabeza como habría sido si lo ejecuto bien. Con esto evitamos que el jugador se bloquee mentalmente y pueda así volver a atreverse a repetir la acción", indica. 

"Cada jugador debería prepararse mentalmente para cada partido"Pepe Velo

Otra cuestión en la que ha tenido que trabajar Yeremay son las expectativas en torno a él, que Pita diferencia bajo tres prismas. "Está la expectativa interna, lo que espero yo de mí y de mi rendimiento en mi partido, la externa, que es la que los demás esperan de mí. Y luego está la expectativa que yo creo que los demás tienen de mí y que en ocasiones es la principal fuente de sufrimiento de los jugadores. Al final Yeremay está en Riazor, ante 20.000 personas, cada una con sus fobias y sus filias y es imposible contentar a todos. Tampoco este debe ser su objetivo. Lo que debe es enfocarse en sus objetivos individuales, potenciar lo que ya tiene bueno y mejorar sus carencias. Esto es algo que creo que ya ha hecho este verano, mejorando su nivel físico, defensivo..."

Yeremay, durante el partido contra el Zaragoza
Yeremay, durante el partido contra el Zaragoza
Fernando Fernández

Velo también cree que es bueno algo de introspección: "El psicólogo deportivo tiene que preguntarle tras un partido bueno qué pensamientos ha tenido antes y durante el partido. Es algo que se puede repetir. Cada jugador debería prepararse mentalmente para el partido y, cuando le sale mal, pensar qué pensamientos invadieron su cabeza para irlos eliminando poco a poco, desde los más pequeños a los más grandes". 

"Estoy mucho más tranquilo que hace unos meses"Yeremay 

Ambos subrayan, además, la gestión emocional de cierto endiosamiento que ha podido rodear al jugador que, no obstante, parece bastante ajeno y asentado, con los pies en el suelo. "En verano me costó un mundo. Cuando la gente habla bien de ti, sales en las portadas... Lo estoy trabajando y la gente me está ayudando: la gente del club, los compañeros... Estoy mucho más tranquilo que hace unos meses", comentaba Yeremay después del encuentro ante el Zaragoza.

"El otro día escuché sobre la posibilidad de que fuese convocado con la Absoluta y a veces se nos olvida que hablamos de críos de 20 años. Las dificultades habituales de un chaval de esa edad es preocuparse de cómo le va a salir la selectividad o que esté conociendo a alguien. Aquí tiene que lidiar con la exposición ante 20.000 personas y tener alrededor a gente que se preocupa por ellos y otra que solo se les acerca por interés. Lo que tiene que ver con el fútbol es solo la capa superficial de un iceberg que contiene muchas cosas que gestionar con 22 años. Es complicado y difícil que no repercuta en el futbolista", aclara.

Velo indica que en los partidos "un jugador que no está concentrado es un jugador que deportivamente hablando está muerto. Hay que controlar aspectos como el nivel de activación y el estrés. Y en esto influyen factores externos e internos, como pensamientos o sensaciones. Los externos son esa gente que habla de mí, las expectativas, el runrún que se escucha a veces en el terreno de juego y que puede ser peor que cuando te gritan. Después está el hecho de que se haya colocado a Yeremay en una posición en la que quizá nunca se vio, en la que muchos equipos pondrían dinero por tenerle". 

No obstante, ambos coinciden que vivir esto puede acabar, al final, por fortalecer al jugador. "Afrontar estas situaciones que antes no has vivido pueden ser algo bueno con el paso del tiempo, pero en el momento actual pueden menoscabar tu autoestima, ya que puedes llegar a pensar que no vas a ser capaz de satisfacer esas expectativas que la gente ha puesto en ti. Y eso puede generar en un estrés negativo", expone Velo.

Yeremay, celebrando el gol ante el Almería en Riazor
Yeremay, celebrando el gol ante el Almería en Riazor
QUINTANA

"Me exijo mucho y eso a veces te pasa factura. Está bien exigirme, pero tampoco una locura", decía Yeremay tras la buena actuación con el conjunto maño. Algo en lo que también pone el acento Velo. "Es deseable que los jugadores quieran ser cada vez mejores y que sean autocríticos, pero un jugador que es demasiado exigente consigo mismo puede pasarle factura a la autoestima y la autoconfianza y que eso repercuta en su rendimiento deportivo. El futbolista puede ser su peor enemigo. Tiene que haber un equilibrio entre la crítica por los errores y los aciertos. A veces no nos queremos a nosotros mismos, nos machacamos con pensamientos negativos y hay que salir de ese bucle", reseña. 

"Tiene que haber un equilibrio entre la crítica por los errores y los aciertos"Pepe Velo

Además, los dos agradecen que Yeremay volviese a sacar a la luz aspectos sobre el cuidado de la salud mental, que visibilizan el trabajo de los psicólogos deportivos, cada vez más presentes en el fútbol. "Hace 10 años todo esto se trabajaba pero lo había que hacer desde el secretismo, respetando siempre el derecho a la protección de datos de los jugadores. Es bonito ver cómo se normaliza este tipo de trabajo, pero creo que todo es fruto de años de profesionales que han estado haciendo un gran trabajo en la sombra, como los clubes de fútbol. Se ha normalizado socialmente el trabajo psicológico y los jugadores han dado pasos", resume Pita. 

"Es bonito ver como el trabajo del psicólogo deportivo se normaliza"Gabriel Pita 

Velo expone que "al final los deportistas son personas, con sus problemas y que se hable de ello ayuda a romper el tabú de la enfermedad mental. Hay que darle visibilidad y normalidad a este tipo de situaciones. Pero creo que es un trabajo que tendría que ser ya desde la base, los niños ya deberían de trabajar con un psicólogo deportivo. Ayudaría a prevenir problemas y que los niños comprendiesen cómo funciona el cuerpo no solo a nivel físico, también a nivel mental".

Con todo, para Pita, Yeremay ha crecido mucho en estos años: "Creo que está bien acompañado, con profesionales que se van a hacer cargo de esta situación. Ha madurado mucho y ha asumido su responsabilidad como jugador para ser profesional". El propio Yeremay lo admitía: "Creo que ahora estoy en el buen camino, tengo la cabeza más tranquila”.