El especialista se pone a tiro del top-50
Yeremay, que ya suma 27 goles con el Deportivo, ha marcado seis de los últimos ocho desde el punto de penalti sin fallo

Yeremay Hernández firmó ante el Valladolid el gol de un empate balsámico para el deportivismo. El canario transformó un penalti cometido sobre el neerlandés Zakaria Eddahchouri ya en tiempo de prolongación del segundo período para evitar lo que hubiese sido la tercera derrota consecutiva del conjunto herculino. Eso para la suma del conjunto. Para la individual, Yeremay ha dado otro paso más en el escalón de goleadores históricos del club y, además, lo ha hecho sumando un nuevo acierto en una suerte, los lanzamientos desde el punto fatídico, que durante ciertas épocas no muy lejanas supuso un quebradero de cabeza para el equipo blanquiazul.
En primer lugar, el ‘10’ deportivista sitúa su cuenta goleadora histórica en los 27 goles. Para hacerse una idea de la magnitud de esta cifra hay que decir que con ella iguala a un componente del SuperDépor como Javi Manjarín, a uno de los hombres clave del resurgir del club tras su primer paso por Segunda B como Fernando Muñoz y a un ariete a la antigua usanza que marcó una época como Chapela I. Desde el inicio de la presente temporada, Yeremay ha dejado atrás a José Ramón y Breijo (23), Paseiro, Rabadeira y el brasileño Raudnei (24), Chaco —que no Chacho— y el mexicano Andrés Guardado (25) y el argentino Turu Flores (26).
Esas 27 dianas sitúan al extremo canario a un solo gol del top-50 con el Deportivo en encuentros oficiales. El lugar entre los 50 máximos artilleros de la historia blanquiazul lo marcan dos hombres de épocas muy distintas. El primero es Guillermo, jugador blanquiazul entre 1925 y 1929 que hizo caja sobre todo en el desaparecido Campeonato de Galicia, en el que anotó nada menos que 24 tantos en 39 partidos. Las otras 4 dianas de ‘Borrachón’ —así era apodado— las anotó en encuentros de Copa de España. El otro futbolista que suma 28 tantos con el Dépor es Peio Uralde. El ariete vasco llegó a Riazor en 1990 para ser una de las claves del ascenso que puso fin a la longa noite de pedra blanquiazul y se fue 24 meses después dejando al equipo en Primera tras la agónica promoción frente al Betis. Uralde, que había sido mundialista con España en 1982, aterrizó en A Coruña con 32 años, pero en sus dos únicas temporadas dejó para el recuerdo 15 goles en Segunda, 8 en Primera y otros 5 en la Copa del Rey.
Un poco más arriba de Uralde y Guillermo, en el horizonte de Yeremay se sitúan el tunecino Lassad y el argentino Corcuera (29), Pousada y Manín (30), Bazán y Paquirri (31), Valerón (32), el peruano Montalvo y ‘Flaco’ Gil (33) y uno de los grandes mitos del deportivismo, Arsenio Iglesias (34). El ‘zorro de Arteixo’ ocupa la cuadragésima posición en el ranking histórico. Los 44 goles de Víctor Sánchez del Amo marcan el top-30.
Ocho penaltis
A Yeremay le está costando ver puerta en juego. Sin embargo, está mostrando una fiabilidad casi total en los lanzamientos desde el punto de penalti. Desde que en el Cerro del Espino de Majadahonda asumió la responsabilidad por primera vez anotando a lo Panenka, ha enviado el balón al fondo de las mallas en ocho ocasiones —y de todas las formas y colores— y solamente falló uno.
Con el penalti transformado frente al Valladolid, Yeremay iguala las penas máximas convertidas en encuentro oficial por Alberto Quiles, Sergio González, el brasileño Bebeto, Julián Cuenca y el argentino Rafael Franco. Estos cinco hombres y el canario comparten la novena posición de goleadores de penalti con el Deportivo. Uno más (9) tienen Guardado y Ramón Calvo. Ya un poco más lejos, con 12, se sitúa el anterior gran especialista blanquiazul, Lucas Pérez.
El acierto de Yeremay desde los once metros está destapando, sin embargo, su ausencia de gol en acciones de juego. Su espectacular tanto contra el Almería en la octava jornada, en el que sacó las telarañas de la portería andaluza, ha sido el único de los últimos seis que ha marcado que no llegó desde el punto fatídico. Es más, si echamos la vista un poco más atrás, de sus últimas ocho dianas, seis han sido materializadas en lanzamientos de penalti. Solo el gol frente a los almerienses y el primer tanto de su doblete ante el Albacete la temporada pasada —similar al que enchufó frente a los almerienses aunque con la bota izquierda— llegaron en jugada.
Los seis penaltis se dividen en tres en la temporada pasada —ante Mirandés (2-2), Albacete (5-1) y Granada (2-3)— y otros tantos en el presente curso, contra Leganés (2-2), Eibar (1-1) y Valladolid (1-1). Curiosamente, el Deportivo solamente ganó uno de esos seis partidos, empató cuatro y cayó en el restante. La anterior pena máxima ejecutada por el canario es su único fallo en nueve lanzamientos. Fue en el encuentro ante el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López que se jugó el 29 de enero después de ser aplazado a comienzos de diciembre debido a una alerta por fuertes vientos.
El ‘10’ blanquiazul sigue sumando y continúa dando pasos en su responsabilidad de devolver al Deportivo al lugar que históricamente le pertenece. Aunque le esté costando replicar el ritmo anotador del curso pasado, al menos se está erigiendo en un fiable lanzador de penaltis.
