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Dépor

Dos de doce: el mes negro del Deportivo en 5 claves

Dos derrotas consecutivas y cuatro jornadas sin ganar para una crisis que tiene diferentes aristas

Diego Villares y Ezkieta en el Racing de Santander-Deportivo del pasado domingo
Diego Villares y Ezkieta en el Racing de Santander-Deportivo del pasado domingo
FERNANDO FERNÁNDEZ

El pasado 19 de septiembre, el Deportivo y el deportivismo se iban a la cama con, probablemente, el mayor grado de felicidad desde el día del ascenso y el regreso al fútbol profesional. El cuadro blanquiazul goleaba al Huesca un viernes por la noche y alcanzaba la primera posición, puesto que quedaría consolidado al final de la jornada.

Suele decirse que el fútbol va muy rápido, a veces incluso a costa de caer en el tópico. No es el caso. El Dépor visitó Santander el 19 de octubre y un mes después la situación ha dado un giro radical. Un mes negro para Antonio Hidalgo y los suyos, que sufrieron la segunda derrota consecutiva y encadenan ya cuatro jornadas sin ganar. Hay tiempo y las consecuencias de momento a nivel clasificatorio no son catastróficas, pero conviene atajar a tiempo una crisis que se resume en cinco claves.

1- Las grietas ya son fracturas

Por cuarta jornada consecutiva, el Deportivo fue capaz también de dejar su portería a cero. Cinco goles encajados en los últimos dos encuentros y esa sensación de que los rivales ya han encontrado la forma de hacerle daño a un sistema defensivo que durante las primeras semanas de competición parecía inabordable.

Como ya hiciera el Eibar y el Málaga, el Racing volvió a someter a Germán Parreño a un tiroteo sin piedad. De nuevo más de 20 remates permitidos, algunos francos dentro del área como los que terminaron en los dos tantos del conjunto cántabro.

Hidalgo continúa retocando una línea defensiva en la que Arnau Comas ya ha gastado sus cartuchos, la confianza en Lucas Noubi es escasa y Samu, que dejó grandes sensaciones en la pretemporada, ha vuelto al Fabril. La inconsistencia de Dani Barcia y las dificultades de Loureiro para defender el área también han quedado expuestas recientemente y reducen las opciones de triunfo de un equipo que carece de herramientas de garantías para defenderse cerca de su portería.

2- Pólvora mojada

Y es que al cuadro coruñés no le está sobrando nada de área a área. Tiene momentos de buen juego que cada vez es capaz de sostener menos en el tiempo, pero gracias a su gran reunión de talento en tres cuartos es capaz de seguir generando peligro. El citado problema en la caja de castigo propia se traslada también a la contraria, donde la falta de efectividad ha penalizado claramente en las últimas cuatro jornadas.

La génesis de esta crisis empezó en el descuento de Ipurua, con un gol de Adu Ares que llegó, precisamente, minutos después de una de las grandes ocasiones que el equipo mandó al limbo. Hacia la hora de encuentro. Yeremay tuvo una ocasión a puerta vacía tras irse del portero, pero la envió al lateral de la red. Mulattieri ante el Almería y la colaboración deportivista en que Alfonso Herrero y Ezkieta completaran actuaciones de élite tienen como resultado que el Dépor haya marcado solo tres goles en las últimas cuatro jornadas, cuando venía de hacer nueve tantos en las dos anteriores. Esas dianas han sido el penalti de Yeremay ante el Eibar, el golazo del canario ante el Almería y el balón que Mantilla se metió en su propia portería en El Sardinero.

3- La ‘ausencia’ de Yeremay

Está lejos de ser el principal problema del Deportivo, pero desde luego hasta el momento el 10 blanquiazul no está siendo parte de la solución al bache. Esa aparición estelar frente al Almería parecía que desataría de forma definitiva su magia, pero ni en Málaga ni en Santander estuvo especialmente acertado.

Sea por su posición en el campo, sea por el contexto del equipo o, simplemente, porque no atraviesa su mejor momento de confianza, Yeremay está teniendo muy poco impacto. Interviene poco y lo hace sin la chispa que provocó que media Europa llamara a la puerta del Dépor para preguntar cuánto dinero costaría sacarlo de Riazor.

Antonio Hidalgo necesita encontrar cuanto antes la fórmula para que Yeremay recupere su mejor versión. Porque probablemente eso no resuelva todos los males, pero será un buen punto de partida.

4-Carrusel de bajas

En ese mismo momento en el que el Deportivo subió a lo más alto de la tabla, empezó a darse cuenta de que tenía que perder a David Mella para varios encuentros. La baja del canterano durante tres partidos agravó un parte de ausencias en el que ya estaban José Ángel y Gragera, pero que no se detuvo con su momento culminante en la visita a La Rosaleda, para la que se cayeron también Bachmann, Ximo Navarro, Lucas Noubi, también por compromiso internacional, y Quagliata. A esto hay que sumar los problemas físicos que viene arrastrando desde hace semanas Sergio Escudero y que, a falta de pruebas médicas, pueden haberle causado una lesión que lo deje KO un tiempo.

La más preocupante de esta serie es la de Ximo Navarro, que estaba siendo una pieza clave y puede perderse hasta cuatro meses de competición por una rotura muscular.

5-Los volantazos de Hidalgo

De lo que no podrá acusársele a Hidalgo en este tramo es de ser inmovilista. El técnico blanquiazul continúa tocando botones, pero en su debe sí puede apuntarse que hasta el momento no ha sido capaz de dar con la tecla. Al menos con la tecla que había parecido dejar una nota más que afinada ante Mirandés y Huesca.

Se fue Mella y ahí empezaron los volantazos. No ha repetido once desde entonces y sigue haciendo ajustes de forma semanal para volver a encontrar una fórmula que dé solidez y permita al mismo tiempo seguir amenazando la portería rival. Stoichkov, la pérdida de peso de Patiño, las prisas con Gragera, el cambio en la delantera… movimientos entre partidos que tienen además su continuidad durante los encuentros, como sucedió en Santander. Había pasado poco más de una hora de encuentro y ya no le quedaba ninguno de los cinco cambios en la recámara.