El Deportivo vuelve a gripar y cae en Santander (2-1)
El Racing remonta un gol tempranero y le da una tunda al equipo de Hidalgo antes de un final pleno de orgullo en el que pudo llegar el empate, pero que no evitó la segunda derrota consecutiva

La segunda derrota consecutiva llegó en Santander e incomoda al Deportivo, que ha sumado dos puntos de los doce últimos por los que ha litigado. El equipo no deja de mostrar argumentos, pero también se le aprecia alguna costura. Esta vez empezó gozoso, con un gol tempranero, pero sufrió durante largos minutos contra un buen Racing antes de verse en desventaja y lanzarse a por la igualada, que debió llegar en un remate a bocajarro de Noubi desviado por Ezkieta. Fue una gran intervención del guardameta, pero que tampoco oculta que ese tipo de acción, un remate franco a nueve metros de la portería, debe resolverse con éxito. El portero fue decisivo hasta el final, con otra intervención de mérito a remate de Stoichkov que al menos deja la conclusión de que el Dépor tiene mimbres y orgullo.
En el fútbol nada condiciona más el juego que el gol. Y a veces marcar primero y bien pronto no es del todo bueno porque lleva los partidos a terrenos incómodos para el que logra la ventaja. Y de esa dinámica ya es complicado salir. En El Sardinero, el Deportivo marcó en una buena puesta de largo y a partir de ahí empezó a dar pasos hacia atrás. O le obligaron. En la última acción antes del descanso le empataron y atrás quedó una primera parte en la que el Racing tiró doce veces a gol y el Deportivo dos, un tiempo en el que el equipo de Antonio Hidalgo se afanó en trabajar una de las facetas del fútbol en la que más incómodo se encuentra, la de defenderse replegado. ¿Hubiera sido todo diferente si el equipo no fuese mandando en el marcador? Ya nadie lo sabrá, pero parece factible que el partido le hubiese dado más balón al Deportivo, más control. Cuando lo quiso tener, y el marcador ya no le sonreía, ya era demasiado tarde.
Con todo, el equipo en el 0-1 pudo aumentar su ventaja porque cada vez que logró salir de la cueva pareció incisivo. El segundo tanto pasó de cerca tras un robo de Yeremay que acabó en los pies de Eddahchouri, hábil para perfilarse donde le gusta y sacar una media rosquita que olfateó uno de los palos de la meta racinguista. Hubiese sido, apenas mediada la primera parte, demasiado. El Dépor mandaba tras una buena conexión entre Mella y Soriano, que el mediapunta madrileño convirtió en un centro que buscó la línea de gol. Allí la empujó Mantilla hacia su propia portería.
El gol pareció darle poso al equipo de Antonio Hidalgo, pero pronto perdió el dictado del juego porque no supo encontrar soluciones para sacar la pelota desde atrás y generarle ventajas a sus delanteros. El Racing emparejó un tres para tres en la salida desde el saque de puerta y el equipo se atascó. No es la primera vez que le sucede. La solución alternativa, la del envío en largo del portero tampoco fue buena porque suponía entregarle la pelota al rival y perpetuar el bucle defensivo. Así que la primera parte transcurrió entre sobresaltos porque el equipo se encerró y sufrió. Y el Racing tiene argumentos: ha marcado en las diez jornadas de Liga. Tuvo que aparecer Parreño para rescatar al equipo ante la galería de opciones que expuso el rival, de chut lejano, con testarazos o en combinaciones que llegaron al corazón del área deportivista. Ahí estaba el portero para sostener el teatrillo mientras algunas piezas del equipo apenas lucían.
Hasta que llegó el sopapo que tanto tiempo amenazó el Racing. Todo empezó por una cuestión de codicia porque Maguette fue con más fe e impulso (también con más físico) que Loureiro a un balón aéreo. Lo ganó y generó un incendio en el sector derecho de la zaga deportivista, de donde partió un centro al segundo palo complicado de defender y una devolución al primero para que Facundo González empujase la pelota dentro de la portería. Los jugadores del Deportivo dijeron que lo hizo con el brazo, pero ninguna toma televisiva lo concretó. Así que el árbitro validó el gol una vez consultado el vídeo.
Mulattieri se activó en el descanso para suplir a Eddahchouri, pero poco más cambió. El Deportivo continuó plegado en torno a sus dos líneas de cuatro. El estadio, repleto, no dejó de apretar. El padecimiento no cesó. Una ruptura de Jeremy Arévalo, una joyita que crece en El Sardinero, acabó con un disparo cruzado que besó uno de los palos de la meta defendida por Parreño. Hidalgo puso más madera defensiva: Noubi por Gragera, que tras una lesión volvió al equipo entre urgencias y semeja lejos de la versión que se le debería exigir. La elección del belga por delante de Patiño o de Arnau Comas advierte sobre el tipo de partido que observaba Hidalgo, también sobre confianzas y desconfianzas del entrenador. Pero a esas alturas el Deportivo ya era un pelele en manos del Racing y encajar el segundo tanto ya sólo era una cuestión de tiempo. Lo firmó Arévalo y en ese instante, justo a la hora de partido, nadie podría decir que la derrota deportivista era injusta.
Hidalgo recompuso el equipo para tomar el mando de un partido. O al menos intentarlo. Retiró a Barcia para darle vuelo a Escudero como central zurdo y llamó a Stoichkov por Quagliata. Cuando poco después introdujo a Rubén López por Soriano el Deportivo había completado los cinco cambios con casi media hora de partido por jugar.
No parece un mal plan meterle al partido piernas frescas ante un rival que se había pasado el partido apretando y empujando, así que el Dépor buscó un segundo aliento para tratar de no encadenar la segunda derrota consecutiva. Lo encontró. Mulattieri y Stoichkov tuvieron sendas oportunidades para empatar. Se desató el equipo y parece inevitable darle vueltas a qué hubiese ocurrido si el partido no hubiese transitado como lo hizo. Para entonces ya unos y otros jugaban con el reloj. Y el Deportivo con riesgos y Yeremay agotado, seguramente de perseguir sombras. Pero el equipo tuvo fe y encontró recursos para opositar al empate. Lo tuvo Noubi y después Stoichkov. Y ahí emergió, gigantesco, el meta Ezkieta, uno de esos que da puntos.
Racing de Santander 2-1 Dépor
Racing de Santander: Ezkieta, Mario García (Yeray, m.88), Facu, Pablo Ramón, Mantilla (Castro, m.46); Maguette (Íñigo, m.73), Puerta; Andrés Martín, Peio Canales, Íñigo Vicente (Suleiman, m.78); y Jeremy (Villalibre, m.73).
Deportivo: Parreño; Mella, Loureiro, Barcia (Escudero, m.65), Quagliata (Stoichkov, m.65); Soriano (Rubén López, m.67), Gragera (Noubi, m.56), Villares, Luismi Cruz; Yeremay y Eddahchouri (Mulattieri, m.46)
Goles: 0-1, m. 12: Mantilla (pp.). 1-1, m.45+4: Facu. 2-1, m.60: Jeremy.
Árbitro: Salvador Lax Franco (Murcia). Amonestó a Mantilla, a Maguette y Pablo Ramón del Racing y a Loureiro, del Deportivo.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Hypermotion disputado en El Sardinero ante 22.207 espectadores.
