El día que Antonio Hidalgo se despidió del Málaga llevando La Rosaleda a la gloria
El ahora técnico deportivista jugó su último partido en el club andaluz firmando un doblete que valió el ascenso a Primera

Hace unos meses, Antonio Hidalgo aceptó el reto de hacerse cargo del banquillo del Deportivo con el objetivo de celebrar a finales de mayo el ascenso a Primera División. Mientras se imagina cada semana cómo será ese momento, este domingo el técnico blanquiazul visitará un estadio en el que, precisamente, tocó el cielo con una actuación estelar. En 2008, el entonces centrocampista catalán se despidió a lo grande de La Rosaleda con un doblete que valió el ascenso a Primera División.
Hidalgo es uno de los futbolistas españoles históricos en la categoría de plata, acreditando 412 encuentros. Es decir, el séptimo con más participaciones de siempre. Y a pesar de su sólida carrera como jugador, tampoco es que pueda presumir de demasiados ascensos. En su haber tiene únicamente dos. El primero, muy joven, con el Tenerife en 2001. El segundo, en el que fue alfa y omega, ese de la temporada 2007-08 que a día de hoy todavía supone el último del club malacitano a la máxima categoría.
Tres temporadas vistió el ahora entrenador del Deportivo la camiseta del conjunto andaluz, incrementando su peso en el equipo a cada temporada. Hasta su gran explosión ese curso, en el que terminó con 14 goles. Y en su último encuentro como malaguista, dejó el mejor regalo posible… un doblete de ascenso.
Olfato para subir
El Málaga fue uno de los mejores equipos de Segunda ese curso, pero había seria competencia para hacerse con los tres puestos de ascenso (los tres directos, puesto que todavía no se había instaurado el playoff). El Numancia se había llevado con claridad la primera posición, mientras que Sporting, Málaga y Real Sociedad peleaban por los otros dos premios. Antonio Hidalgo y los suyos llegaban a la última jornada dependiendo de sí mismos para tocar la gloria y no fallaron. El destino quiso que el rival fuera el Tenerife, el equipo con el que había llegado a la cima por primera vez.
En un partido igualado, el olfato de Hidalgo decidió el choque y, a la postre, el ascenso del Málaga. Al borde del descanso hizo el primero. Una jugada de puro centrocampista llegador. Amagó recibir en corto para romper al espacio y definió con la tranquilidad de un ‘killer’ para abrir el marcador. En el segundo contó con la participación de un exdeportivista. Juanma Delgado, que había llegado al conjunto canario tras poner fin a su etapa en Riazor, cometió un penalti que Hidalgo transformó con maestría.
El entrenador del Dépor renunció a jugar en la máxima categoría como malaguista y se desvinculó después de 116 encuentros con el club andaluz, que lo colocan como futbolista 31 en una lista histórica que encabeza el portugués Duda.
A Primera en diferido
La elección de Hidalgo fue unirse al ambicioso proyecto del Zaragoza, que acababa de caer el infierno y preparaba su regreso a la Primera. Y lo consiguió… pero sin Hidalgo. A media temporada, el catalán decidió cobrarse la factura que él mismo había generado unos meses antes y a la que había renunciado. Con el conjunto maño bien colocado para volver a la máxima categoría, su decisión fue cambiar La Romareda por El Sadar y firmar por Osasuna, donde no triunfó y apenas tuvo minutos hasta final de temporada. Fue esa su última experiencia en la máxima élite del fútbol nacional, ya que no colgó las botas hasta seis temporadas después, pero las jugó todas en Segunda… o Segunda B.
