Yeremay contra Gabilondo: el duelo favorito del canario
En La Rosaleda firmó una de sus mejores actuaciones como blanquiazul. Completó siete de ocho regates, hizo una lambretta y marcó gol

“Yo soy el primero que sabe que no he estado nada bien en estos primeros partidos. Todos los jugadores y yo todavía más pasan por momentos malos. No puedo estar bien siempre. Todavía tengo que seguir trabajando en el día a día, entrenando fuerte y más. Pero poco a poco”, reconoció Yeremay Hernández tras el encuentro frente el Almería.
El inicio de temporada del extremo canario ha sido más discreto de lo que nos tiene acostumbrados. Alejado de la línea de cal, no termina de mostrar sus capacidades y todavía está en periodo de adaptarse a lo que le pide el nuevo entrenador, Antonio Hidalgo. Él es el primero en hacer autocrítica y, aunque lleva los mismos goles que el curso pasado a estas alturas, el último oposita a mejor gol del año, el ‘10’ quiere más.
Después de marcar en las dos últimas jornadas de Liga, Yeremay visita ahora La Rosaleda, campo al que dejó boquiabierto en enero. El talentoso deportivista firmó en territorio andaluz una de sus mejores actuaciones con la camiseta blanquiazul. Que ya es mucho decir. Hizo lo que quiso y más. Yeremay se disfrazó de mago y escondió el balón en rincones a los que no alcanza la vista ni las piernas.
Durante los ochenta minutos que estuvo sobre el terreno de juego el público malagueño disfrutó de su atrevimiento, desborde y su recital interminable de trucos. Dio tres pases clave que sus compañeros no convirtieron el asistencia por poco, completó con éxito siete de los ocho regates que intentó, entre ellos una lambretta de la que hasta el propio Djalminha aplaudió y marcó el único gol del Deportivo, tras dejar atrás a su par y cruzar el balón con pierna izquierda a la cepa del segundo palo. Además, salió vencedor del único duelo aéreo que tuvo y a ras de suelo ganó nueve de once disputas.
A falta de diez minutos para el final fue sustituido por Juan Gauto, con 0-1 en el marcador. Con el cambio el Dépor perdió capacidad de conservar el balón y de amenazar en transiciones ofensivas. El último tramo del partido se hizo largo y Chupe, canterano del Málaga que debutaba con el primer equipo, se anticipó a Pablo Vázquez en el primer palo y anotó el definitivo 1-1 en el 86.
Si hay alguien que no olvidará nunca ese partido es Jokin Gabilondo. Al lateral derecho del Málaga le tocó bailar con la más fea. Y lo pasó mal. Muy mal. En el minuto ocho vio la cartulina amarilla y sufrió como nunca antes para parar a su adversario. Al borde de la expulsión en varias acciones por doble tarjeta, el canterano de la Real Sociedad no fue capaz de frenarlo.
Con todo el mercado de fichajes de invierno por delante, a Yeremay no paraban de salirle novias, lógico. Pero fueron sus palabras en la zona mixta de La Rosaleda las que hicieron temblar a la hinchada herculina por su posible marcha: “No sé. El otro día estuve hablando con mi representante. Estamos hablando. No sé qué va a pasar, pero no voy a dejar el Dépor por cualquier cosa ni a cualquier precio. Si lo dejo es para dar un pasito más en mi carrera. Estoy centrado aquí. Estoy yendo al 100% y es lo que voy a hacer en estos partidos. Ojalá me pueda quedar, pero no sé”.
Finalmente, todo quedó en un susto. Aquel no fue su último baile como deportivista. El canario sigue liderando el ambicioso proyecto blanquiazul y el domingo a las 21.00 horas volverá al lugar en el que un día saltaron las alarmas por equivocación., tras una absoluta exhibición ante Gabilondo.
