Teles desvela la parte amarga de su etapa en el Deportivo: "Conocí al mayor tramposo que el fútbol me ha presentado"
El futbolista portugués compartió a través de Instagram su experiencia en el club coruñés

Diez años después de su salida del Deportivo, Paulo Sergio Rodríguez Teles ha compartido una publicación a través de su cuenta de Instagram que no ha dejado indiferente a ningún aficionado del equipo coruñés. "Un sueño llamado Deportivo de la Coruña". Así se titula el texto con el que ha comenzado su reflexión sobre una etapa que cataloga como un sueño que se vio mermado por las decisiones del que en aquel entonces era su agente.
"El Deportivo de Coruña fue, para muchos, un sueño imposible. Para mí, una realidad cumplida. Dejé el Benfica en busca de algo más grande: el sueño de jugar en la mejor liga del mundo y, sobre todo, enfrentarme a mi mayor ídolo. Y lo logré", con estas palabras Teles comienza a relatar como fue su aventura en A Coruña. A pesar de que pertenecía a la plantilla del Fabril, llegó a debutar con el primer equipo en la temporada 2013-14 y jugó cuatro partidos en Segunda División. En la segunda vuelta de ese curso, se marchó cedido al Guijuelo en Segunda B. Ese año, el conjunto blanquiazul logró el ascenso a Primera.
"Llegué a un club histórico, de enorme prestigio y reconocimiento. Allí firmé un contrato de siete años y viví cinco de ellos intensamente. Alcancé una de las mayores alegrías de mi carrera: el ascenso a la Primera División española. Pero también fue allí donde aprendí duras lecciones: sobre la paciencia, la confianza y sobre la gente que te rodea", escribió el futbolista luso.
La temporada volvió a salir en calidad de cedido, esta vez al Compostela, también en Segunda B. Allí tuvo gran protagonismo tras participar en 30 partidos y anotar tres goles. Pero tras finalizar su etapa en Santiago, rescindió su contrato con el Deportivo. Es justo ahí cuando Teles comienza a relatar la peor parte de su experiencia en el club coruñés. "Creí que los agentes podían cambiar mi vida... y conocí al mayor tramposo que el fútbol me ha presentado. No diré nombres, pero sí las iniciales: "G.F.", el hombre que rescindió mi contrato, no para ayudarme, sino para lucrarse a mi costa. Duele recordarlo, pero es importante decir estas verdades. Me dejó sin trabajo y casi arruinó mi carrera a los 22 años", desvela.
Aún así, destaca que guarda gran cariño y agradecimiento a la que fue su casa durante cinco años: "No todo fue perfecto, ni todo fue malo. El Deportivo me dio estabilidad, me enseñó a crecer y a comprender que, en la flor de la vida, la impaciencia suele vencerme. Hoy, siento un inmenso cariño y una profunda gratitud por todo lo que viví allí: los triunfos, los reveses y, sobre todo, las lecciones que me formaron como jugador y como persona".
