Dos años para la resurreción del Dépor: de puestos de descenso a Segunda RFEF a los de ascenso a Primera
En la octava jornada del curso 2023-24 los herculinos eran 16º en la categoría de bronce. Ahora lideran Segunda División con nueve supervivientes de aquel equipo

Dos años dan para mucho en el mundo del fútbol. Si no, que se lo digan al Deportivo. En la octava jornada de la temporada 2023-24, el equipo blanquiazul ocupaba la 16ª posición en Primera RFEF, en puestos de descenso a la cuarta categoría del fútbol español. Hoy, en esa misma jornada, pero dos campañas después, los coruñeses se encuentran líderes de Segunda División y en puestos de ascenso directo a Primera. Un contraste que habla de la evolución de un club que aspira a lo más grande y ha salido de su peor momento deportivo sin perder su esencia.
Aquel inicio de curso 2023-24 fue uno de los más preocupantes de la historia reciente del Deportivo. Tras ocho jornadas disputadas, el equipo apenas sumaba ocho puntos. La falta de gol era el principal problema de un conjunto que no terminaba de despegar. Solo siete tantos en ocho partidos y tres de ellos concentrados en la única victoria de los primeros dos meses de competición. Un 0-3 ante el Lugo en el Anxo Carro que fue la única alegría dentro de un arranque plagado de dudas.
Los empates ante Rayo Majadahonda, Teruel, Unionistas, Cornellà y Ponferradina marcaron el paso irregular de un Dépor que no encontraba la fórmula. A esos resultados se sumaron dos derrotas especialmente dolorosas. La primera, ante el Fuenlabrada (2-1), dejó un sabor amargo. Pero la más dura llegó una semana después. El filial del eterno rival, el Celta Fortuna, se impuso en Riazor por 0-1 y agrandó la herida deportiva y emocional de un equipo que no encontraba el rumbo bajo la dirección de Imanol Idiakez.En la jornada siguiente el equipo viajó a Ponferrada, donde rascó un empate tras jugar casi todo el partido con diez hombres por expulsión de Pablo Martínez. Al final un tanto de Pablo Vázquez valió un punto, pero al terminar la jornada el Deportivo estaba en puestos de descenso a Segunda Federación junto a Sabadell, Teruel, Sestao y Tarazona.
Aquella plantilla, sin embargo, protagonizó una remontada histórica. Con victorias sobre la bocina en momentos clave en campos como el Johan Cruyff o Espiñedo, el Deportivo logró revertir la situación. El técnico vasco recuperó la mejor versión de sus futbolistas más diferenciales y, tras una segunda vuelta de récord, con quince triunfos y cuatro empates, Riazor celebró un ascenso que cambió el destino del club. De aquel grupo que rescató al Dépor de su crisis más profunda nueve jugadores permanecen hoy en la plantilla, testigos directos de la transformación blanquiazul.
Los años pasan, los objetivos cambian y los futbolistas van y vienen, pero el espíritu de aquel vestuario sigue vivo. Entre los supervivientes, seis son piezas clave en los esquemas de Antonio Hidalgo, el técnico que ha devuelto al club coruñés el hambre y la competitividad necesaria para pelear por regresar a la máxima categoría.
Germán Parreño, tras pasar un curso en blanco a la sombra de Helton Leite, se ha hecho con la portería de Riazor y se ha convertido en uno de los guardametas más seguros de la LaLiga Hypermotion. Solo un equipo (Las Palmas) ha encajado menos goles que el Deportivo en lo que va de temporada, y buena parte del mérito es suyo.
En defensa, Ximo Navarro y Dani Barcia son sinónimo de fiabilidad. Ambos acumulan dos años sosteniendo la zaga deportivista, ya sea en línea de tres o de cuatro. Ximo aporta vuelo por el costado derecho y una capacidad incansable para sumarse al ataque, mientras que Barcia, el canterano, es fundamental en la salida de balón y en las correciones a campo abierto.
El liderazgo en la medular tiene nombre propio: Diego Villares. La marcha de Lucas Pérez el pasado enero lo dejó como primer capitán del equipo. El de Vilalba ha asumido el brazalete y el peso del vestuario con naturalidad.
Por delante, Yeremay y Mella. En Primera RFEF demostraron su talento y en Segunda han multiplicado sus cifras. En especial Yeremay, que vive un momento de madurez futbolística. Su continuidad en A Coruña es una historia de amor y fidelidad al escudo. Tanto él jugador como el club rechazaron ofertas muy importantes para pelear por el objetivo común de regresar juntos a Primera. David Mella, por su parte, también es uno de los jugadores más determinantes del plantel. Pese a la llegada de competencia en su puesto, el joven santiagués se ha mantenido como pieza indiscutible, capaz de actuar como extremo o carrilero según lo exija el sistema.
El grupo de supervivientes lo completan Eric Puerto, Rubén López y José Ángel. Los dos primeros regresaron este verano tras un curso cedidos en Marbella y el Barça B, respectivamente. Ambos han crecido fuera, aunque su papel actual es secundario. Puerto ejerce de tercer portero y Rubén López apenas ha disputado unos minutos en lo que va de temporada. Distinto es el caso de José Ángel, que volvió a los terrenos de juego en el último encuentro frente al Almería después de cinco meses lesionado. El andaluz, fijo tanto para Idiakez como para Gilsanz en el pasado, competirá con José Gragera por la posición más defensiva de la medular.
En los despachos Juan Carlos Escotet tomó el relevo de Álvaro García Diéguez como mandatario del club. El anterior presidente llegó al Dépor el 11 de julio de 2023, tras la salida de Antonio Couceiro. Con él se firmó el convenio de cesión del estadio de Riazor con el Ayuntamiento de A Coruña por otros 25 años más. Durante su presidencia la propiedad del club anunció la finalización del concurso de acreedores con 24 años de antelación al calendario previsto. En su adiós, tras el ascenso deportivo, García Diéguez se mostró muy orgulloso del trabajo realizado: “Ha sido una experiencia apasionante y posiblemente la más intensa de mi vida profesional, con momentos inolvidables combinados con el regreso de nuestros dos primeros equipos al fútbol profesional”.
El cambio de presidente no significó variaciones drásticas en el funcionamiento del club. Los roles en cada área se mantienen como antes, con los mismos responsables, salvo en la dirección de cantera. Ismael Arilla sustituyó a Albert Gil, quien ocupó el cargo durante cuatro años, con paso previo en la coordinación de fútbol base.
Antonio Hidalgo ha sabido dar continuidad al trabajo de la etapa anterior, reforzando la estructura sin perder la esencia. El resultado es un equipo reconocible, competitivo y ambicioso, que salta al campo cada jornada con la serenidad de quien sabe quién es y a dónde quiere llegar.
El contraste entre aquel Deportivo de 2023 y el actual no solo se mide en puntos o clasificación. Se refleja en la sensación de que el club que ha recuperado parte de lo que le pertenece. En apenas dos años, el equipo ha pasado de mirar con preocupación a la cuarta categoría a hacerlo con ilusión hacia la máxima división del fútbol español.
En A Coruña ya nadie habla de permanencias. El objetivo ha cambiado y las perspectivas también. La entidad ha aprendido de los tropiezos y ha sabido mantener viva la llama de su identidad. Dos años después de aquel arranque en el que los números preocupaban y las dudas se acumulaban, el equipo está donde entonces soñaba. Compitiendo por volver a la élite.
La octava jornada de 2025 no es una simple coincidencia en el calendario. Es una fecha que simboliza la ambición con la que ha trabajado el Deportivo los dos últimos años. Donde antes había dudas, ahora hay convicción. El regreso a Primera ya no es una utopía, sino una posibilidad real.
