El Deportivo vuela al contragolpe
El conjunto deportivista ha marcado la mitad de sus goles en transición ofensiva y duplica al segundo en esta faceta
No logró acertar en Eibar, al margen de la precisión de Yeremay desde los once metros. Pero el Deportivo vuela al contragolpe. Es un hecho evidenciado por sus números, que permiten respaldar la obvia capacidad del equipo blanquiazul para hacer daño a sus contrarios con espacios por delante.
No es para menos. Yeremay, Mella, Stoichkov, Luismi Cruz, Mario Soriano, Mulattieri o Eddahchouri. La nómina de atacantes del Deportivo no solo asusta más allá de las fronteras de A Coruña, sino que maneja un denominador común: la capacidad para ser vertical con balón. Por eso sus futbolistas ofensivos dotan al conjunto herculino de una marcada personalidad que Antonio Hidalgo pretende potenciar.
El preparador catalán quiere espacios, pero solo en una dirección. Por eso basa su juego posicional ante rivales que le van a buscar en un equilibrio entre atraerlos y no asumir riesgos. Quiero superar tus primeras líneas presión y correr, pero siempre asumiendo el mínimo riesgo de pérdida de balón en zonas comprometidas.
A la vez que todo eso sucede, Hidalgo pretende potenciar el énfasis en el trabajo sin balón en un equipo que debe seguir creciendo en esa faceta y que ya es agresivo, pero de atrás hacia delante.
Porque el Dépor está lejos de ser uno de los equipos que más recuperaciones concreta en su último tercio ofensivo. Ahí prioriza no desestructurarse, una premisa que le coloca como el séptimo equipo más tarjeteado, pese a no estar entre los que más faltas cometen. La ambición blanquiazul no es robar arriba sí o sí, sino incomodar al contrario y no ser superado para que sean sus zagueros los que, aprovechando sus características, no duden a la hora de anticiparse y meter el pie para recuperar.
El plan no está saliendo mal a tenor de los resultados. El cuadro herculino no solo es líder de la tabla de puntos, también manda en el registro de conjuntos menos goleados y apenas le tosen al contragolpe: es el único equipo, junto a Las Palmas, que no ha encajado ni una sola diana en esta fase de juego.
Además, en ataque, sigue siendo el segundo colectivo con más pólvora -16 goles en siete encuentros, con acierto en todos-. Y aunque su ataque posicional le ha reportado ‘únicamente’ cinco dianas, sus contraataques le han permitido celebrar ya ocho tantos.
El Deportivo, como mínimo, duplica a sus perseguidores. Nadie se acerca a semejante cifra, ya que el segundo en esta lid es el Cádiz. El equipo de Garitano, especialista en esta faceta, ‘solo’ ha materializado cuatro tantos anotados en transición ofensiva.
Todavía mejorable
Pese a la evidente potencia de fuego del conjunto herculino cuando puede correr, el margen de mejora todavía existe. Porque prácticamente la totalidad de los goles tras robo a domicilio. Así asestó los golpes definitivos al Granada y así abrió los marcadores en Leganés y Vitoria. Ese duelo de Mendizorroza fue el culmen, pues los cuatro primeros tantos contra el Mirandés llegaron, precisamente, después de recuperación.
Mientras, apenas ha sacado productividad de este arte en Riazor, ya que solo ha acertado en casa para ponerle la puntilla al Huesca, con el 4-0 de Eddahchouri tras un quite de Patiño en el centro del campo. Tiene lógica, pues tanto el Burgos como el Sporting visitaron A Coruña con la clara premisa de, por encima de todo, no conceder.
Clave para refinar todavía más esta fase del juego será la aportación de Yeremay Hernández. Más allá de la falta de puntería del canario en este tramo inicial de liga, muchas de las decisiones de Antonio Hidalgo tienen como finalidad optimizar el potencial del canario en ese tipo de situaciones.
Precisamente por ello el ‘10’ está jugando más por dentro. No solo para liberarse de recorrido hacia atrás, sino para ejercer de descolgado y permitir que el Deportivo tenga un punto de referencia sobre el que montar el contragolpe aunando verticalidad y seguridad. Se trata de no perder el balón a las primeras de cambio y, a la vez, de desplegarse rápido. Ambas cuestiones las asegura Hernández.
Un Almería frágil... a medias
Si los rivales que hasta ahora han visitado Riazor apenas han permitido correr al Deportivo, con el Almería puede cambiar la tendencia. Porque el conjunto indálico es un equipo de una vertiente mucho más ofensiva que los anteriores huéspedes del estadio coruñés.
Así lo demuestran sus partidos, con goles a favor en todos ellos y un marcador de tantos en contra que solo se quedó virgen el pasado sábado, en Las Palmas. El duelo en el Gran Canaria, en el que el bloque dirigido por Rubi venció 0-1, fue el primero en el que logró mantener su portería a cero.
Es esa fragilidad un evidente punto a corregir por parte del Almería, que ha encajado 13 dianas en este inicio de curso. Solo Albacete (16) y Racing (14) han recogido más veces la bola de sus propias mallas.
Esta evidente falta de fortaleza, sin embargo, no se ve reflejada en su transición defensiva. Porque el Almería es un equipo que juega expuesto y al que le han hecho mucho daño en ataques posicionales (nueve goles en contra), pero únicamente ha recibido un gol de contragolpe: el 3-4 del Albacete en el primer y taquicárdico partido de liga, que acabó finalmente 4-4.
Desde entonces, su hoja de servicios luce impoluta en cuanto a conceder en contras, aunque deberá afinar mucho sus pérdidas y vigilancias ofensivas en Riazor si quiere salir indemne ante un Deportivo que vuela en transición.
