
Rubén Gracia Calmache, Cani, evoluciona favorablemente tras el derrame cerebral que sufrió la pasada semana. El exfutbolista, de 44 años, continúa ingresado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde ha pasado de la UCI a planta después de superar los días más delicados, según informó El Heraldo de Aragón.
El mediapunta aragonés desarrolló una dilatada trayectoria en el fútbol español, con más de 300 partidos en Primera División repartidos entre Zaragoza, Villarreal, Atlético de Madrid y Deportivo. En A Coruña jugó en la temporada 2015/16, disputando 19 encuentros oficiales y convirtiéndose en un futbolista habitual en los planes de Víctor Sánchez del Amo, sobre todo en el primer tramo de temporada. Su experiencia y calidad técnica le dieron al Deportivo un perfil distinto en tres cuartos de campo, en un curso en el que el equipo selló la permanencia en la máxima categoría, y soñó con los puestos europeos con una primera vuelta asombrosa.
En el Villarreal vivió sus mejores años, consolidándose como uno de los centrocampistas ofensivos más reconocibles de la Liga durante casi una década, además de participar en competiciones europeas.
Posteriormente pasó por el Atlético de Madrid y, tras su paso por el Dépor, cerró su carrera en el Zaragoza, el club de su ciudad natal, en 2017.
Ya retirado, Cani había optado por mantenerse alejado de los focos mediáticos. Su evolución positiva en los últimos días transmite tranquilidad dentro del entorno cercano al exfutbolista, mientras prosigue con su recuperación en el centro hospitalario zaragozano.