
Fran Alonso: "Estaba preparado para dos cosas: o me hacía entrenador o me moría intentándolo"
El técnico del Deportivo repasa en una entrevista ofrecida a DXT Campeón su camino hasta llegar a A Coruña y analiza la situación actual del equipo blanquiazul
Tener un puesto fijo como jardinero en el Ayuntamiento de Alcorcón, un buen horario y un buen sueldo no era suficiente para Fran Alonso (Madrid, 1976). Cambio Madrid por Bournemouth y el jardín por los campos de fútbol. Ahora es el capitán que maneja al Deportivo en su viaje por Liga F.
¿Qué tal la semana de entrenamientos después de un partido complicado?
Ayer tuvimos una reunión para hablar del partido. Normalmente hacemos una sesión de vídeo, pero decidimos que era mejor hablar entre nosotras y ver qué aspectos podíamos mejorar. Hubo muchos duelos, incluso con una jugadora de más, que perdimos. Eso no tiene nada que ver con táctica, tiene que ver con agresividad, con valentía. Fuimos autocríticas y creo que se va a ver una mejor versión ante el Madrid CFF.
Se vio tras el partido ante el Costa Adeje Tenerife del curso pasado que esas reuniones funcionan.
Son importantes porque es un momento donde todo el mundo tiene su voz. Es un espacio para exteriorizar problemas que podamos ver. Son necesarias porque les da voz a todas las jugadoras y porque hay cosas que a lo mejor a nosotros como cuerpo técnico se nos escapan. Es muy importante saber lo que desde dentro del campo se siente. No todo lo que se dice ahí son cosas bonitas, pero sí son necesarias. Se vio cuando salimos a entrenar, el equipo salió con las energías renovadas.
El fútbol da revanchas pronto, encima vuelven a Riazor.
Este año nos estamos sintiendo muy bien, estamos invictas en casa. Queríamos construir eso, que Riazor fuera nuestro fuerte, un estadio donde a los equipos les cueste llevarse puntos. Es un sitio muy especial para nosotras. Uno de los micro objetivos que nos hemos puesto este año es ver cada vez más gente en Riazor.
¿Cómo se consigue eso?
Eso pasa por dar espectáculo. Creo que todavía no hemos jugado a niveles que ya hemos demostrado que podemos jugar, pero seguimos trabajando para que eso se dé y que cada vez tengamos más gente.
¿Cómo lleva la derrota?
A nadie le gusta perder, pero creo que el mayor crecimiento siempre está en la derrota. La victoria muchas veces maquilla cosas que hay que mejorar. La derrota la llevo mal, como todo el mundo, pero creo que es importante. Primero porque valoras más la victoria; segundo, por esas lecciones, pero a nadie le gusta perder. Nos gustaría ganar todos los partidos, claro, la derrota hay que intentar evitarla, pero cuando sucede, debemos aprovecharla.
La victoria muchas veces maquilla cosas que hay que mejorar
¿Eres de los que se lleva la derrota a casa?
Sí, no desconecto mucho, vivo solo y entonces tengo muchísimo tiempo para recapacitar, para pensar, sobre todo en la derrota. Para mí es más fácil cuando hemos ganado, cuando hemos perdido siempre intento analizar qué podía haber hecho distinto. Siempre utilizo el espejo y la ventana. Primero es el espejo, qué podría haber hecho yo para mejorarlo o, si pudiera volver atrás, qué hubiera hecho distinto en tema de cambios, de ajustes tácticos... Luego utilizo la ventana, qué cosas podrían otros miembros del equipo haber cambiado. Eso pasa más en la derrota. Definitivamente sí que me la llevo a casa. Es cierto que una vez que veo a las jugadoras todo está más calmado y se me pasa, pero hasta que las veo, le doy muchas vueltas.
Para entender que hoy esté aquí, hay que remontarse unos años atrás. ¿Por qué toma la decisión de dejar su puesto fijo en Alcorcón e irse a Inglaterra?
El trabajo que yo hacía era en el Ayuntamiento del Alcorcón como jardinero. El horario estaba bien, el sueldo estaba bien, pero para mí era un día repetido 320 veces al año. Soy una persona muy creativa y no quería estar pasando el resto de mi vida así. Pensé en qué trabajo me gustaría hacer por el resto de mi vida y la respuesta era clara: ser jugador profesional de fútbol. El problema es que ahí mi talento no llegaba, entonces lo segundo mejor era entrenar.
¿Ya había entrenado alguna vez?
Había entrenado a equipos de chavales y siempre me habían dado ese feedback positivo, me decían que valía para eso, así que tomé la decisión. Yo había vivido en Alemania un año, hablaba bastante bien alemán, entonces mi primera idea fue irme allí, pero la Bundesliga no era la liga que más atractiva me parecía. Tenía claro que quería marcharme fuera de España para enriquecerme de otras culturas y en ese momento la Premier League en la que estaba Cristiano Ronaldo era la competición más atractiva, así que decidí irme a Inglaterra.
A Bournemouth.
Busqué en Google: “Mejor clima en Inglaterra” y me salió Bournemouth, así que allí me fui. No había oído la palabra Bournemouth en mi vida. Ahí empezó todo. No era que no tuviese garantías de nada, es que no tenía ni el idioma. Hasta cuando quería decir palabras simples como "yes", se me mezclaba con el alemán y me salía decir "ja". Lo que sí tenía era muchísima ambición, ganas de luchar por mi sueño.
No había oído la palabra Bournemouth en mi vida, pero allí me fui
No empezó como entrenador.
Empecé limpiando en un centro deportivo, luego me saqué los títulos de entrenador personal. No me dieron la oportunidad como entrenador en ese centro deportivo por el tema del acento, entonces monté mi propia academia de fútbol. Empecé con dos o tres niños, perdiendo dinero todas las semanas y acabamos en dos centros deportivos, alquilando casi todos los campos y con muchísimos niños. Eso me ayudó a crearme un nombre en la comunidad.
Y apareció Southampton.
Sí, le mandé una petición al Southampton y me cogieron para su fundación. A los dos meses de hacer eso tuve la suerte de que habían fichado a Gastón Ramírez, un jugador uruguayo que no hablaba ni una palabra de inglés. Necesitaban a alguien que hablara los dos idiomas y tuviese vocabulario futbolístico. Éramos solo dos personas en todo el club que hablábamos los dos idiomas, pero yo encima entrenaba, entonces para ellos fue una decisión fácil y me dieron la oportunidad de entrar como traductor.
¿Qué hizo con la academia de fútbol?
Yo dejé todo, dejé mi trabajo de limpieza, mi trabajo de entrenador personal y dejé mi academia. Se la regalé a un amigo. Eso sí, me dijeron que como traductor eran solo tres meses porque luego querían que Gastón no dependiese de mí, pero para mí esos tres meses eran como estar en la mejor universidad del mundo. El entrenador era Nigel Adkins. Cuando ya estaba llegando el final de los tres meses, hablé con Nigel y le dije “oye, por favor, me quiero quedar, aunque sea voluntario, estoy aprendiendo mucho y esto me encanta”.
¿Se quedó?
Fue increíble porque jugamos en Stamford Bridge contra el Chelsea y empatamos a doses, fue un resultado espectacular y a pesar de eso y de que el equipo estaba fuera del descenso, nuestro presidente decidió echar a Nigel y anunciar a Mauricio Pochettino. Mauricio vino y no necesitaba ningún traductor, pero bueno, le caí bien y me hizo parte de su cuerpo técnico. Me cambió la vida. Si me preguntas cuando estaba en el jardín, si me hubiera imaginado eso, pues no. Es algo por lo que todos los días estoy agradecido.
A Mauricio Pochettino le caí bien y me hizo parte de su cuerpo técnico, me cambió la vida
¿Mantiene contacto con Pochettino?
No. Y con Ronald Koeman llevaré como un año también sin hablar, pero si le veo mañana sé que va a ser una relación tan cercana como siempre.
Dejó mucho atrás para perseguir su sueño.
Yo siempre creo que tienes que tener una parte de suerte. Hay mucha gente que está mucho más preparada que yo, que tiene mucho más talento, pero yo estaba preparado para que pasaran dos cosas. O me hacía entrenador, que todavía no lo he conseguido porque me fui con el objetivo de ser entrenador en la Premier League, o me muero intentándolo. Esas eran las únicas dos opciones, no tenía ninguna otra.
¿Dudó alguna vez?
Muchas veces allí, lloviendo e ir con la bici porque ni siquiera me podía permitir un coche, limpiando en dos sitios diferentes... Yo te cuento lo bonito, pero día tras día levantarse a las cuatro de la mañana porque a las cinco y cuarto empezábamos a limpiar... Pues no, no es fácil y muchas veces sí que pensé "¿Pero qué estoy haciendo aquí? Si podría estar en Alcorcón, cerca de mi familia, con mi trabajo fijo, siendo funcionario". Cuando me pasaba eso miraba mis pósteres y se me pasaba.
Cuénteme eso de los pósteres.
Cuando me fui, yo sabía que iba a haber momentos en los que me iba a querer rendir y lo único que hice fue prepararme para esos momentos. Una de las herramientas que usé fue esa. El primer partido que vi en Reino Unido fue un Swansea-Cardiff y, con Photoshop, me hice un póster en el que salía yo en el estadio del Swansea levantando un trofeo. Cada vez que tenía esos momentos en los que me quería rendir, miraba el póster y me recargaba las pilas.
¿Por qué cambió del fútbol masculino al femenino?
En realidad siempre estuve en el femenino. Cuando estaba con Koeman aprendía mucho, pero no lo ponía en práctica porque yo no entrenaba, yo estaba allí para ayudar. Tú puedes aprender mucho, pero si no lo practicas, se te olvida. Yo tenía claro que quería mejorar, entonces lo que hice, de voluntario, fue coger al Southampton femenino. Estaban en una situación muy precaria, estaban como en quinta división. A veces incluso me costaba juntar a once jugadoras para el fin de semana. Con ayuda de los futbolistas del masculino, entre todos pusieron dinero para pagar más campos de entrenamiento y ayudarnos. Logramos no descender y al año siguiente ganamos esa misma liga. Me sirvió para ganar experiencia y saber cómo se dirige un equipo femenino.
Koeman me necesitaba en el Everton, pero me fui con la condición de que me metiese en el equipo femenino
¿Cuál fue su siguiente paso?
Después de ganar dos ligas seguidas con el Southampton vino la oferta del Everton. Rechacé la primera porque me acababa de comprar una casa, estaba muy a gusto en Southampton e íbamos muy bien con el equipo femenino. Pero en el Everton, Ronald Koeman me necesitaba y al final fui, pero con la condición de que me metiesen en el femenino.
¿Cómo llegó al Lewes?
Estuve buscando opciones y me convenció el Lewes, en la segunda división inglesa. Lo que más me atrajo fue que era el primer equipo y único en el mundo que pagaba a las mujeres y a los hombres lo mismo. Me gustó ese mensaje y quise ayudar. Después vino la oportunidad del Celtic. En cuatro años levantamos tres copas y nos metimos en Champions League, fue espectacular. De ahí nació la oportunidad de Estados Unidos, que no fue como yo lo esperaba.
Luego volvió a España, al Deportivo. ¿Fue sencillo regresar?
Logramos algo que a priori era difícil, porque cuando un equipo está sumido en una racha de derrotas, es complicado. Cinco puntos en diciembre son pocos puntos, pero al final se dio y fue espectacular. Sembramos las semillas para un proyecto más sólido, que es el que tenemos este año. La diferencia de puntos con el año pasado es abismal. Y creo que en juego también.
¿Cómo fue llegar a un equipo y a una ciudad tan arraigada a Irene Ferreras?
Tenía que normalizar la situación. A mí me había pasado igual cuando me fui del Celtic. Cuando formas parte de un equipo que ha hecho cosas grandes por la entidad, es normal que el público te tenga cariño. Sabía que si quería que la afición se pusiese detrás, solo valían los resultados. Al principio no vi esa buena recepción, es normal, pero luego el equipo fue creciendo y la afición vio eso. Pasa en el masculino, ahora la gente está a muerte con el nuevo míster porque el equipo está líder, y no hay nadie del Deportivo que no recuerde con cariño y amor a Arsenio Iglesias. No me comparo con ninguno de los dos. De todas formas, a mí no me importa, no busco la aprobación. Si la tienes genial, por supuesto, eso me gusta, pero no la busco.
Cuando llegué al Dépor no vi esa buena recepción por parte de la afición, es normal
¿Es muy crítica la afición?
Soy entrenador y creo que cuando el equipo gana, son las jugadoras, pero cuando el equipo pierde, soy yo el que tengo que hacer autocrítica. Si las jugadoras no han estado bien, en realidad, ¿quién ha puesto a esas jugadoras? Las ha puesto el entrenador. Pues tendrá que tener el entrenador la responsabilidad. Cuando perdemos yo no me escapo, siempre soy el máximo responsable y siempre es mi culpa, aunque haya sido por tres errores de tres jugadores puntuales, al fin y al cabo yo las he puesto ahí.
¿Es de mirar las redes sociales?
Aquí paso. En el Celtic sí que lo hacía. Primero, porque ganábamos el 90% de los partidos, entonces el feedback era más positivo que negativo; segundo, porque teníamos la idea de mejorar la relación con la comunidad y con los fans. Cuando empecé allí, la media de personas que venía a vernos era entre 80 y 100. Mi último partido en Celtic Park fueron 17.000 personas. Ahora intento no leer las redes sociales, ni para lo bueno, ni para lo malo. Si leo algún comentario intento que no me afecte. También es cierto que aquí hay mucha demanda y no tengo tiempo.
¿Se atreve a verbalizar un objetivo para esta temporada?
Yo soy muy cauto. La clasificación en la tabla, ahora mismo, no es importante. Es mucho más importante el juego del equipo y tener esa valentía que no se vio ante el Real Madrid. El objetivo principal es quedar mejor que el año pasado, no queremos sufrir, queremos encandilar a la afición y eso pasa por tener un juego más vistoso, más atrevido. En el tema de la posición en la tabla, si luego es top 8... Todavía no me atrevo a decir nada, es pronto.
No queremos sufrir, queremos encandilar a la afición
¿Pudo contar a principio de temporada con todas las jugadoras que has querido?
No me puedo quejar. La dirección deportiva ha estado trabajando durante todo el verano. Ha sido uno de mis veranos más tranquilos porque ese trabajo, en los otros equipos en los que he estado, lo hacía yo. Eran ya muchos años sin vacaciones. Antes de irme hice una lista con todas las posiciones que había que reforzar, mis prioridades y casi todas las jugadoras que hemos traído estaban en esa lista. Llegué aquí y estaban todas firmadas ya. Hemos tenido un poco de mala suerte porque dos jugadoras que se han lesionado son de la misma posición, Espe y Millene. Encima entre las dos hay bastantes goles en una temporada.
¿Estará Millene en la convocatoria ante el Madrid CFF?
Lo tenemos que mirar. A lo mejor es pronto, pero no está descartado.
La afición la echa de menos.
Y el míster también (risas).

