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Cantera

Stopira, el exfabrilista que lidera a Cabo Verde, la sorprendente debutante en el próximo Mundial

El lateral izquierdo de 37 años firmó en 2010 un contrato de cuatro años con el Deportivo, apenas estuvo una campaña en A Coruña y se convirtió en una leyenda del histórico Videoton húngaro

Stopira, con el número dos, celebra un gol de Cabo Verde
Stopira, con el número dos, celebra un gol de Cabo Verde
FCF

El fútbol no deja de deparar historias sensacionales. Este lunes Cabo Verde, un país conformado por minúsculo archipiélago frente a las costas de Senegal, ha firmado la clasificación para jugar su primer Mundial de fútbol. Superó a Eswatini (3-0) para liderar un grupo en el que superó nada menos que a Camerún, la nación que hace 43 años presentó al mundo el poderío futbolístico del África negra. Independiente desde 1975 tras dejar atrás la colonización portuguesa, Cabo Verde, donde en diez volcánicos islotes viven algo más de medio millón de personas, será la segunda nación más pequeña en jugar un Mundial (sólo le supera Islandia). Y en esa cita se espera la presencia de uno de sus más ilustres futbolistas, uno de los primeros en dar el salto a Europa y con un pasado deportivista: Ianique dos Santos Tavares, conocido como Stopira. El exdeportivista se encargó de cerrar el partido con la tercera y última diana del partido.

Stopi, le llamaba Tito Ramallo en el Fabril, donde se desgañitaba por el escaso rigor defensivo de un lateral izquierdo al que le gustaba mirar hacia arriba. En A Coruña desembarcó un caluroso día de julio de 2010 procedente del azoreño Santa Clara. En la sede de la Plaza de Pontevedra le presentó Augusto César Lendoiro como una apuesta para alternar el filial con el primer equipo. “Las referencias que tenemos con muy buenas”, dijo el presidente. Al final no dio el salto, pero jugó 23 partidos con el Fabril en Segunda B en un equipo en el que tenía como compañeros a Seoane, Rochela, Insua, Juan Carlos, Raúl García Carnero o el mallorquinista Dani Rodríguez. Había firmado un vínculo por cuatro campañas y una exagerada cláusula de rescisión de 20 millones de euros.

El curso acabó en descenso y Stopira rescindió su contrato en la siguiente pretemporada para marcharse a la liga portuguesa, al Feirense. Y en uno de los inopinados giros del fútbol firmó en 2012 por el Videoton y se convirtió en una leyenda del mítico club húngaro que llegó a jugar una final de la Copa de la Uefa contra el Real Madrid. El club de la vieja factoría de componentes electrónicos se reconvirtió en 2018 en el del grupo MOL, un conglomerado de explotaciones de gas y petróleo. 

Para entonces Stopira ya era capitán general allí. Once años se pasó en Hungría, donde ganó dos veces la Liga y una la Copa, hasta que hace dos volvió a jugar en su país de origen. Ahora lo hace en el Torreense, sexto clasificado de la segunda categoría lusa, pero sobre todo en Cabo Verde, donde camino de los 38 años no es titular, pero sí uno de los líderes y referencias en la caseta de la selección, los Blue Sharks, los tiburones que llegan para hincarle el diente el próximo verano a un torneo en el que nadie les esperaba.