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Cantera

Así es Bil Nsongo, el nuevo líder del Fabril

El delantero camerunés del filial blanquiazul ya es el máximo goleador de Segunda RFEF con cinco tantos en cuatro jornadas

Bil Nsongo
Bil Nsongo en un encuentro de esta temporada
RCDEPORTIVO

Ha costado, pero parece que Bil Nsongo (Yaoundé, Camerún, 2004) ha encontrado su sitio. Sus condiciones como delantero y sus números siempre hicieron presagiar que sería un futbolista de provecho, pero fueron varias las experiencias que le sugirieron lo contrario. Sin embargo, su inicio de temporada con el Fabril no deja indiferente a nadie. Ni siquiera a Antonio Hidalgo.

Hoy por hoy cuesta creer que la entidad blanquiazul no quisiese contar con Bil, pero en el mercado de fichajes estival, esa fue la realidad. El ariete camerunés recaló en las filas del filial herculino en agosto de 2024. Fue el departamento de scouting del Deportivo quien vio sus actuaciones en el Canon Sportif de Yaoundé de la primera división camerunesa y decidió hacerse con sus servicios. Firmó por una campaña con opción a ampliar su contrato, una posibilidad que no se iba a llevar a cabo si no fuese por la voluntad del propio jugador.

En el curso 2024-25, Bil fue de menos a más. Terminó la temporada con doce titularidades, 28 partidos jugados y cinco goles en su casillero particular. A pesar de acabar con buen sabor de boca, Ismael Arilla —director de fútbol formativo del Deportivo— reconoció el pasado julio que la idea era del club era no ejecutar la opción de ampliar su contrato un año más. Fue ahí donde entró el interés del delantero. Le trasladó al Deportivo sus ganas de continuar vistiendo la elástica blanquiazul. La razón no solo era futbolística, también vital. Bil Nsongo se siente feliz en A Coruña y quiere crecer de la mano de la entidad herculina.

En principio no íbamos a ejecutar esa opción de un año más por Bil, pero él tiene mucho interés en seguir aquíIsmael Arilla, en julio de 2025

Su disposición hizo al Deportivo plantearse su continuidad. Y menos mal, porque el arranque del Fabril no se entiende sin la figura de Bil. Le han bastado cuatro jornadas para igualar la cifra goleadora que logró la temporada pasada. O lo que es lo mismo, le han sobrado 30 partidos para firmar las mismas dianas.

Fichaje frustrado

Su actuación en la campaña 2022-23 con el Lausanne FC en la categoría de plata de Camerún le llevó a firmar un contrato de tres años con el Enyimba Aba de Nigeria.

Lejos de convertirse en el jugador estrella que esperaban en el conjunto nigeriano, Bil no cumplió ese contrato por una decisión del club. Es más, no llegó a iniciar la temporada y, tan solo un mes después de anunciar su llegada, el Enyimba hizo pública su marcha.

Vio así el actual atacante del Fabril cómo su camino hacia el fútbol profesional no estaba despejado y regresó a su ciudad natal, Yaoundé, para reencontrarse con su mejor versión.

Velocidad y remate

Si en la recta final de la temporada pasada dejó buenas sensaciones, en el inicio de esta las confirma. Bil Nsongo tiene capacidades de sobra para asentarse en Segunda Federación y, quién sabe si apuntar un poco más alto.

Suele partir como referencia de ataque, aunque se complementa con un segunda punta como pudo ser Kevin en la 2024-25 o como en ocasiones es Nájera en este curso. Con él, Manuel Pablo gana agresividad sin balón. Es un incordio para cualquier defensa. Exprime su energía al máximo para apretar la salida de presión de la línea defensiva y aprovecha su velocidad para poner en aprietos cualquier pase o control defectuoso del rival.

Uno de sus fuertes es su habilidad para buscar huecos a la espalda de la defensa. Tiene una visión privilegiada para tirar desmarques al espacio, algo que jugadores del Fabril con buen trato de balón como Enrique o Noé agradecen. Complementa esos desmarques con su capacidad para cuerpear. Si algún defensor le aguanta en carrera, su portento físico le permite hacerse fuerte para ganarse su espacio.

Su punto débil está en la conducción. No es el futbolista más hábil con el balón en los pies y fruto de ello, pierde velocidad a la hora de llevar el esférico pegado a sus botas. Sin embargo, funciona bien como rematador puro.

Asumir galones

Si bien es cierto que en el curso pasado le costó adaptarse, en estas cinco primeras jornadas no solo ha demostrado que quiere asentar sus cualidades. También ha revelado carácter. Sin ir más lejos, ante el Rayo Cantabria, el ‘9’ del Fabril se echó el equipo a la espalda para seguir en lo más alto de la clasificación.

Forzó el primer penalti a favor del filial blanquiazul y no dudó en lanzarlo. En el segundo de su cuenta particular del pasado domingo exhibió una de sus mayores virtudes. Canedo puso un balón en largo, Bil se hizo hueco para controlarlo y le bastó un toque más para poner el empate en el electrónico. 

Ya en el tiempo extra coronó su partido. El colegiado señaló la pena máxima a favor del filial deportivista y, mientras en el punto de penalti se concentraban varios jugadores del Rayo Cantabria y del Fabril, Bil cogió el esférico y se alejó de cualquier posible tangana. Asumió la responsabilidad de mantener el pleno de victorias del Fabril y no falló. Prueba inequívoca de que el camerunés quiere ser líder del equipo.

Ya es el máximo goleador de la categoría con cinco dianas y, aunque puede que sea temprano, cuesta visualizar el techo del delantero blanquiazul en esta temporada. Por lo de pronto, su buen estado de forma le ha valido para recibir la llamada del primer equipo para varias sesiones de entrenamiento.