Cremo, Yeremay y dos inicios a fuego lento
Son jugadores llamados a ser referentes ofensivos en Básquet Coruña y Dépor

De primeras podría parecer que Joe Cremo y Yeremay Hernández no tienen nada en común más allá de la ciudad en la que viven y trabajan. Uno juega al baloncesto y otro al fútbol; uno viste de blanquiazul y otro de naranja; pero los dos comparten que están llamados a ser referentes ofensivos en Básquet Coruña y Dépor.
Sin embargo, tanto a Joe Cremo como a Yeremay les está costando arrancar en este inicio de temporada. Al canario parecen haberle cogido la matrícula en Segunda División. La campaña pasada era un desconocido para sus rivales y los sorprendió a todos ellos con su desparpajo y talento natural por la banda izquierda.
En su segundo año en la categoría de plata le está costando algo más ser ese jugador desequilibrante que enamoró a los espectadores y provocó ofertas millonarias. Los contrarios ya le tienen vigilado y analizado de antemano y las cosas parecían no estarle saliendo hasta el último partido de Riazor. Contra el Almería, Yeremay se quitó la presión de encima marcando uno de sus mejores goles con la camiseta del Dépor en un latigazo desde la frontal del área directo a la escuadra.
Por su parte, Joe Cremo llegó este verano al Básquet Coruña como parte de la reconstrucción total que llevó a cabo el club tras el descenso a Primera FEB. Desde el primer momento se convirtió en uno de los fichajes que más ilusionaron a la afición naranja por su potencial, sobre todo, en la parcela ofensiva del juego.
Sin embargo, Cremo no está acertado en este inicio de curso con su nuevo equipo. Está disputando cerca de veinte minutos por partido, pero está firmando los peores números de su carrera en primera FEB a nivel de puntos anotados (5,7), rebotes (0,3), asistencias (1,3) y porcentajes (36,4% en tiros de 2 y 12,5% en triples para un 26,3% en tiros de campo).
Con el paso de las temporadas, el escolta estadounidense ha ido disminuyendo su aportación en cuanto a puntos anotados, pero nunca hasta el punto en el que se encuentra ahora mismo. La temporada pasada, en la que logró ascender a ACB con San Pablo Burgos, se fue hasta los 9,2 puntos de media con un acierto del 44,2% en triples y un 47,1% en tiros de campo, muy superiores a los de su estreno en A Coruña.
"Siento que tengo un rol importante en este equipo y me gusta que todos los jugadores puedan contribuir. Igual un día yo meto 16 y otro es Caio (Pacheco). Tenemos un equipo equilibrado y, aunque ese día fui el máximo anotador, puedo ser un jugador diferente cada día. Eso es lo que nos va a hacer ser un buen equipo", afirmaba hace apenas un mes Joe Cremo en una entrevista con DXT Campeón.
Una charla en la que también dijo lo siguiente: "Sé que puedo anotar, pero también me gusta demostrar que puedo jugar en ambos lados de la cancha, defender duro y esforzarme por el equipo. Creo que allí donde he jugado siempre he intentado, quizás no ser siempre el máximo anotador, pero sí ser un líder sobre la pista y asegurarme de que el equipo está organizado y tiene la actitud adecuada para competir. Eso es lo que me pido a mí mismo, intentar que el equipo compita al máximo nivel".
Y es que a Joe Cremo no le están saliendo las cosas en ataque, pero eso no le está impidiendo aportar en otras facetas del juego. El estadounidense es uno más del complejo engranaje defensivo que está armando Carles Marco con el Leyma. Todos los jugadores aprietan en defensa y Cremo no es menos, añadiendo a eso un balón robado de media por partido.
Al igual que en el inicio de Yeremay en el Dépor, el comienzo titubeante de Cremo en el Leyma tampoco debe ser motivo de alarma. Aquí se encuentra otra similitud entre ambos casos: antes del gol ante el Almería, el Dépor iba líder aún esperando al mejor Yeremay; ahora mismo, el Básquet Coruña va líder (junto a Palencia y Estudiantes) y aún espera al mejor Cremo. Porque jugadores con el talento ofensivo que tiene el estadounidense acaban apareciendo de un momento a otro, igual que lo hizo Yeremay en Riazor hace semana y media.


