Estupendos finales y mejores inicios
El Leyma encarrila en el primer cuarto, asegura en el último y ha estado ganando en 110 de los 120 minutos disputados

El Leyma Básquet Coruña ha dado en los primeros compases de la fase regular de Primera FEB la vuelta a la tortilla de la fase de preparación.
Atrás han quedado, al menos por el momento, las grandes remontadas y los milagros como el de Oporto, donde ganó por siete puntos de margen tras superar un déficit máximo –ya en el tercer cuarto– de 26.
El Leyma oficial ha funcionado casi como un reloj en los tres encuentros disputados. Con una pauta diametralmente opuesta a la de la pretemporada, donde los flojos arranques obligaron a las gestas antes mencionadas. Eso sí, lo que no ha cambiado es la fiabilidad y contundencia en los diez últimos minutos de cada encuentro, fruto de la frescura que otorgan las cortas y continuas rotaciones.
El grupo que gestiona Carles Marco ya no ‘nada en negativo’. Tan solo cede (poco) terreno en la parte central de las carreras. Y no siempre. La excepción que confirma la regla es el tercer cuarto del pasado sábado en la cancha del Menorca, en el cual, con un parcial de 18-28, los naranjas encarrilaron su tercer triunfo.
Excepción porque el Leyma está metiendo el turbo desde el salto inicial: ha ganado los primeros periodos de sus tres compromisos: 14-25 en San Sebastián, 25-15 ante el Oviedo y 22-26 en Bintaufa. El marcador global de los diez minutos inaugurales es un claro 76-51, una media de 25,3 puntos anotados y de 8,3 de margen respecto a sus tres primeros rivales de la temporada regular.
El único negativo
En los segundos diez minutos cambia el cuento. Son los únicos con balance negativo (55-56), a pesar del 20-23 en la cancha del Menorca. El 17-14 ante el Gipuzkoa y el 18-19 contra el equipo astur en el Coliseum decantan la balanza ligeramente del lado rival. Es también el cuarto de menos anotación de los naranjas (18,3 tantos).
En los terceros, dos ganados y uno perdido, hay superávit moderado: 67-57, una media de puntos a favor de 22,3 y de ventaja 3,3. Es, además, en el que más han encajado los de Marco, un promedio de 19,0 tantos, por 17,0 en los primeros y 18,6 en los segundos.
La palma, a efectos de –valga la redundancia– efectividad, se la lleva el último periodo. El Básquet Coruña anota menos (23,3) que en el primero, pero también protege mejor su aro (16,3) y promedia 7,0 puntos de margen, un número excelente para asegurar que el trabajo anterior no corra peligro de irse por el desagüe.
La combinación de los primeros y los últimos cuartos depara un marcador de 146-100, un margen medio respecto al rival de 15,3 puntos, más de una docena superior a la suma de los periodos intermedios (122-113).
La excelente puesta en acción, que cuenta con la excepción que acompaña a toda regla, hace que el Básquet Coruña haya marchado por delante en el marcador durante 110 minutos y 28 segundos de los 120 minutos oficiales que ha jugado, por poco más de siete por detrás y cerca de tres a la par.
Solo estuvo por debajo en el electrónico siete minutos y cinco segundos –15 desventajas, la máxima de ocho puntos (124)– todo ese tiempo en el primer periodo del duelo en Menorca, donde también marchó empatado 69 segundos.
Ante el Oviedo en el Coliseum, donde alcanzaron una renta máxima de 18 puntos en el segundo cuarto, los pupilos de Carles Marco estuvieron igualados con el 2-2 (durante 16 segundos) y dos veces más en el tercer cuarto (50-50 y 54-54, un total de 39 segundos).
De los doce cuartos disputados, el Básquet Coruña ha ganado nueve: tres frente al Gipuzkoa (cedió el segundo por 17-14), dos ante el Oviedo (perdió los centrales, por 18-19 y 20-15) y todos en Menorca, curiosamente el único partido de los tres en que ha ido por debajo en el marcador.
Lesión leve de Caio Pacheco
El Básquet Coruña ofreció las mejores noticias posibles respecto a la fea lesión sufrida el pasado viernes por Caio Pacheco en Menorca. Un daño que, vista la acción, se ha quedado en casi nada: esguince leve en el tobillo izquierdo.
El brasileño, que pese a los gestos de dolor salió de la cancha por su propio pie, aunque sin poder apoyar el lastimado, ya está siendo tratado por los servicios médicos del club naranja, que cuentan con que el campeón de América se reincorpore al trabajo a mitad de semana, con lo cual no debería tener problemas para jugar este viernes ante el Palmer.

