Del efecto Diagne al efecto Thiam
El pívot senegalés fue clave en la victoria del Básquet Coruña contra Oviedo

Si en los últimos años ha habido un jugador en el Básquet Coruña capaz de levantar al público, del Palacio de Riazor primero y del Coliseum después, ese era Atou Diagne. La energía del pívot senegalés en ambos lados de la cancha, tanto en ataque como en defensa, dejaba siempre una o varias acciones espectaculares que entraban directas en los highlights de la jornada y que desataban la locura de la parroquia naranja presente en el pabellón.
Tras un buen debut en ACB con el Leyma, sumado a su condición de Jugador de Formación Local (JFL), Atou se ganó continuar en la máxima categoría del baloncesto nacional y abandonó A Coruña después de cuatro años, poniendo rumbo a Lleida.
El Coliseum se quedó sin su aerolínea, huérfano de un jugador que arrancaba un cántico en cada partido coreando su nombre después de que firmase uno de sus increíbles alley-oops o tapones. Esa parecía que iba a ser la situación en el regreso a Primera FEB, pero el estreno liguero en casa ya ha dejado destellos de que el Leyma y sus aficionados pueden haber encontrado a su nuevo Atou.
De nombre y apellidos con un sonido similar, Abdou Thiam volvió a Coruña tras madurar personal y baloncestísticamente lejos de la entidad naranja. Después de su primera salida del club, pasó una temporada en Iraurgi y tres en Tizona, donde la campaña pasada se fue hasta los 8 puntos y 5,5 rebotes de promedio. En teoría vino a A Coruña como segundo pívot, pero de momento ha sido de la partida en los dos primeros encuentros de la temporada, aunque acumula doce minutos menos en pista que Ilimane Diop.
Esto es debido, entre otras causas, a que en estos partidos, Thiam ha cometido un error que venía siendo recurrente en Atou Diagne las últimas temporadas: cargarse de faltas ‘tontas’ en poco tiempo. Contra Gipuzkoa salió de titular y en menos de tres minutos sobre la pista ya había cometido dos faltas personales. Acabó el partido con tres y casi doce minutos disputados.
En el partido del Coliseum contra el Oviedo se repitió la situación. Abdou volvió a ser de la partida y se cargó con dos faltas en el primer cuarto, un hecho que le mantuvo alejado del juego durante muchos minutos. Sin embargo, Thiam terminó siendo uno de los jugadores más importantes para que el Básquet Coruña se llevase su segunda victoria de la temporada.
Tras el tiempo de descanso, Oviedo igualó un partido que el Leyma había llegado a dominar hasta por dieciocho puntos de ventaja. Al final del tercer cuarto se llegó con un marcador de 63-59 para los naranjas y, en esos momentos, Abdou acumulaba 2 puntos y 7 rebotes. Desde entonces, el pívot senegalés logró otras cuatro capturas, tres de ellas en ataque, anotó seis puntos y robó un balón que terminó con él colgado del aro del Coliseum desatando la locura en la grada como hacía antaño su paisano Atou. Todavía no hubo coordinación a la hora de corear un nuevo cántico para las acciones de Thiam, pero la sensación de estallido en el pabellón fue la misma que se tenía con las jugadas destacadas de Diagne la temporada pasada.
Abdou tiene todavía terreno por delante para crecer. A sus 27 años (nacido en el año 1998, el mismo que Atou), viene de jugar el mejor baloncesto de su carrera en Tizona, lo que le valió el retorno a un Básquet Coruña que quiere optar a todo con él en sus filas. El reto para el senegalés ahora es ser una pieza clave en un equipo aspirante al ascenso a ACB. Por el momento, sus promedios por partido son firmes: 5 puntos y 7,5 rebotes, de los cuales 3,5 son en ataque.
El 'problema' viene en las tres faltas de media por encuentro, que han limitado su participación a apenas catorce minutos por choque. Algunas de esas faltas pueden ser errores individuales, pero también pueden llegar por falta de automatismos defensivos. Algo normal en un equipo que es completamente nuevo y que ha empezado de cero hace apenas un mes y medio. Los jugadores todavía se están conociendo entre sí y adaptándose los unos a los otros tanto dentro como fuera de la pista, por lo que es normal que el juego en ataque y defensa no sea todo lo fluido que a Carles Marco y a la afición le gustaría. Pero, aún así, el Básquet Coruña ha sumado dos de dos y es líder.


