Un volantazo y una duda

Llegó por fin la esperada victoria del Leyma en el arranque del tan cacareado, por lo decisivo de los cinco partidos, mes de marzo. El primero de ellos ya está tachado en verde. Las cosas en el Coliseum se ven de otro color. Excelso, una vez más, un Thomas Heurtel que hizo de todo y bien, principalmente hacer funcionar a sus compañeros. El galo estuvo secundado principalmente por Huskic, Taylor y Thompkins. Diego Epifanio ni siquiera tuvo la necesidad de hacer debutar Ángel Núñez. Y en las gradas apareció más ilusión. Ya se pudo ver al próximo fichaje naranja, el letón Karlis Silins, titular en el quinteto de su selección que vapuleó a la española en la reciente ventana FIBA.

Y si parece que el Leyma ha dado un más que necesario volantazo, el Dépor está ante la enésima oportunidad de dar el suyo. Ya sabemos que para este equipo, cuanto mayor es el reto, mayor es la garantía de éxito. Los problemas aparecen en casa ante casi cualquier rival y a domicilio ante los adversarios directos. Entonces, ¿qué puede esperar el deportivismo —que agota los calificativos una vez más con su apoyo al equipo— en la visita al colíder? Cuando más se habla de que con Óscar Gilsanz el Dépor abraza la solvencia, la solidez y la tranquilidad... ¡Zas! Derrota en Elda y empate en casa frente al Huesca, en dos partidos consecutivos sin ver puerta. No es que sea una crisis anotadora histórica, pero nos remite a otros momentos de mayor zozobra durante el presente ejercicio que afortunadamente parecen olvidados.