El Reglamento arbitral
La discusión de las decisiones arbitrales no por ser un tema recurrente deja de tener actualidad. Hoy me centraré en la Regla 4 que trata sobre el equipamiento de los jugadores y concretamente sobre las camisetas con dedicatoria. Hace unas semanas el jugador del Villarreal, Baena, fue expulsado por levantar la camiseta al marcar un gol y mostrar una interior con una leyenda en homenaje al que fuera directivo del club José Manuel Llarena, fallecido aquellos días. Un gesto solidario como el de Donato a “su hermano de fe” Orejuela, en aquel partido de liga en el que el Deportivo se proclamó Campeón, y que García Aranda no sancionó. O aquella otra ocasión en la que Andrés Iniesta tuvo un recuerdo para su amigo Dani Jarque en la final del Mundial 2010.
La F.I.F.A., en su obsesión por modificar constantemente la reglamentación del fútbol, decidió en el año 2014 cambiar la norma que anteriormente solo afectaba a los mensajes políticos, religiosos o publicitarios, y la amplió -para mí absurda mente- a todo tipo de mensajes. Con ello quedan incluidos aquellos que pudieran impulsar campañas de “fair play” en el deporte; actos solidarios con afectados de alguna enfermedad; reconocimiento a los valores del fútbol, etc. etc. Es más discutible la anterior prohibición a los mensajes religiosos, muy comunes entre los jugadores brasileños, al justificar la negativa por respeto a otras religiones, ya que “lo que para unos es valioso y sagrado para otros es una provocación”, decía la norma. El tema es complicado ya que a pesar de que el Reglamento distingue entre quitarse la camiseta o cubrirse la cabeza con ella, -circunstancia esta en la que no debería enseñarse tarjeta- hace algunos años Undiano Mallenco amonestó a un jugador del Málaga por enseñar una dedicatoria a un joven con leucemia.
Como sigan así, cualquier día prohibirán la salida de todo el equipo con camisetas con dedicatoria a algún compañero, antes de iniciarse el partido, o la clásica demostración de un jugador que después de marcar un gol, va al banquillo y enseña una camiseta con el número de un compañero lesionado.
Al comienzo de esta temporada, el árbitro eumés Javier Iglesias Villanueva, recién ascendido a Primera División, afirmaba que la mejor táctica en el arbitraje era el diálogo con los jugadores para trasmitirles tranquilidad. Nosotros añadiremos que con eso y una interpretación de las normas menos estricta se evitarían muchas reclamaciones e incluso las “tanganas” que se producen en algunas ocasiones. Recurro al trabajo de Xabi Rodríguez, cuando dice: “Sería imposible que las reglas detallasen todo lo permitido...Queda a criterio del árbitro decidir si entran dentro de la conducta antideportiva o lenguaje ofensivo”. Para mí con esto queda dicho todo. Dejaré para otro día lo de “si me sigues hablando te expulso” de Mateu Lahoz al jugador Canales.
