OPINIÓN | La Segunda es larga, pero qué bien pinta
La Segunda División es muy larga, larguísima. Tanto, que el guion de la competición suele pegar varios giros a lo largo de la temporada.
El pasado curso, el Levante, campeón de la categoría, cerró la primera vuelta en el quinto puesto. Y en esa misma jornada, en la 21, el Elche, que también logró el ascenso directo, era cuarto.
Una campaña antes, el Valladolid, que también ascendió por la vía rápida como segundo clasificado, era sexto a nueve duelos del final e incluso llegó a ocupar puestos de descenso tras la cuarta semana de la Liga.
Aún recuerdo cuando en el curso 2021-22, el Eibar afrontó la última jornada como líder con 80 puntos, los mismos que el Almería, que era segundo, y con dos de ventaja sobre el Pucela, tercero. El curso se cerró con almerienses y vallisoletanos con el ascenso directo en el bolsillo, mientras que el conjunto vasco, entrenado por Gaizka Garitano, perdió el último partido, cayó a la tercera plaza y finalmente tuvo que disputar un playoff en el que el Girona, sexto clasificado, tumbó a los armeros en semifinales y al Tenerife en la final para tener el honor de jugar en Primera.
Los precedentes, la historia, sirven para mantener la prudencia y darse cuenta de la cantidad de idas y venidas, saltos y caídas que se producen a lo largo de las 42 jornadas que dura la Segunda División. Y, sin embargo, tengo un subidón tremendo después de las cinco primeras jornadas. Ni por asomo me esperaba un arranque del Dépor así. Ahora mismo, los blanquiazules mejoran sus números de la temporada 2011-12, la del ascenso con récord de puntos de la categoría bajo la batuta de José Luis Oltra. Nueve puntos sumaban los herculinos tras la quinta jornada. Llevaban tres triunfos, pero ya habían sufrido dos derrotas y ocupaban el octavo puesto, fuera de las plazas del playoff. Además, aquel equipo, que acabó siendo una apisonadora en ataque, con 76 goles, llevaba siete tantos a favor.
Ya no hablemos del Dépor del ascenso de la temporada 2013-14. Aquel equipo con el que Fernando Vázquez obró un milagro. Tras la quinta semana de competición era decimoquinto con seis puntos y acabó siendo segundo.
Tengo que admitir que el nombramiento de Antonio Hidalgo como técnico me ofrecía dudas. Pero, de momento, me ha cerrado la boca. Por juego, por los once goles a favor que lleva el equipo, los once puntos que ya tiene en su casillero, pero sobre todo, por las sensaciones que transmite esta escuadra, que pinta muy bien.