OPINIÓN | ¿Futuro? Solo si hay presente

En Tercera Federación se vive de año en año. Casi todas las renovaciones y fichajes son por una sola temporada, lo que invita a una pregunta: ¿hay margen real para la progresión, para que los futbolistas jóvenes que debutan en la categoría mantengan su crecimiento? La respuesta, creo, es que solo si ese jugador tiene la capacidad de rendir al nivel de los que ya acumulan experiencia en la Liga.

Esto sucede principalmente por tres factores. El primero es que no hay cláusulas de rescisión ni traspasos que valgan. Al acabar la temporada, el jugador decide si continúa o se marcha a otro equipo que le convenza más, en lo deportivo y/o en lo económico. Es decir, un club no tiene incentivos para apostar por alguien joven a largo plazo, porque en principio solo va a obtener su rendimiento durante un año. No hay espacio para pensar en cómo será ese jugador a tres cursos vista.

El segundo es la igualdad. Son 18 equipos: uno asciende directo, cuatro van a playoff y tres descienden a Preferente. Eso deja a casi todos con algo en juego de septiembre a mayo. Ni al inicio hay margen para muchas probaturas ni suelen aparecer esas típicas jornadas finales en las que, con todo decidido, se da entrada a los más jóvenes.

Y el tercero es que la paciencia con los entrenadores es la misma que en el fútbol profesional. En general, muy poca. El técnico de turno no tiene la seguridad de que, si invierte en minutos en ese chaval con condiciones pero aún verde, va a poder recoger los frutos en primavera. Porque quizá, llegado ese momento, el que ya no esté sea él.

Pese a todo, la visión no puede ser catastrofista. Los debutantes quizá no tengan experiencia y cometan algún error más, pero pueden dejar su impronta a base de ilusión, velocidad, descaro... Y ahí, si alguien derriba la puerta, da igual la categoría. El que tiene presente va al campo, sin importar que ponga en el DNI.