
Todavía falta para que Pablo Castro (A Coruña, 2006) sople las 20 velas, pero esta es ya su tercera temporada en el primer equipo del Sada. Su técnico le quiere lo más cerca posible de la portería y su papel es cada vez más importante, algo que se veía venir en un chaval con descaro que lleva toda la vida en este club y que debutó con los ‘mayores’ cuando apenas tenía 16 años y cuatro meses.
Marcó un doblete en el triunfo ante el Portazgo. ¿Qué valoración haces del partido?
Sí, ante estos equipos, con un campo tan difícil, lo más importante es que no se te adelanten. Tuvimos la suerte de poder marcar rápido, dificultando que el Portazgo pudiera encerrarse atrás.
¿Cómo fueron los goles?
El primer gol fue en un córner en el que el balón quedó muerto. Mi entrenador —Luis Martins— me pide que me quede en la frontal del área y solo tuve que rematarla. En el segundo gol me desmarco a la espalda del rival aprovechando mi velocidad y tras un gran pase de Elías consigo marcar con una vaselina.
¿Le definen como jugador?
Nunca me he caracterizado por ser un jugador que meta muchos goles, pero este año en una posición más centrada creo que puedo aumentar mis cifras significativamente.
¿En qué posición solía jugar?
Toda mi vida he jugado de extremo derecho, pero este año el entrenador me está probando en punta, para estar más cerca del gol.
¿Cuál es la demarcación que más le gusta?
A pesar de haber jugado toda mi vida de extremo derecho, donde más cómodo me siento es de extremo izquierdo, ya que me permite meterme para dentro para finalizar jugada.
¿Cuál es el objetivo para esta temporada?
Sin duda, ascender. El año pasado ya quedamos terceros y terminamos con una gran dinámica positiva, lo cual nos da esperanza para esta.
¿Se planteó en los últimos años ir a algún equipo juvenil de Liga Nacional o incluso más arriba? ¿Tuvo ofertas?
Sí, llegué a planteármelo. Tuve muchas ofertas este verano de Primera Futgal y el año de juvenil me llamó el Ural para jugar Nacional, pero entre estudiar en Ourense y que llevo toda la vida jugando con mis amigos, prioricé jugar en el Sada.
¿Qué es el Sada para Castro?
El equipo de mi pueblo, con la gente con la que crecí y con la que llevo jugando toda la vida.
¿Cuál es el mejor entrenador que ha tenido y por qué?
He tenido la suerte de tener grandes entrenadores como Figui, Barral y Luis Martins, así que no podría quedarme con uno. Todos me aportaron.
¿Qué recuerda del día que debutó con el primer equipo?
Debuté hace tres años —en septiembre de 2022 contra el Atlético Castros— y lo que más se me quedó marcado de ese día fue la intensidad con la que se iba a los balones en disputa. También, la resistencia que tenían los adversarios.
¿Cuál ha sido hasta ahora su mejor momento en el fútbol?
Mi gol de vaselina contra el Melide, aunque al final de poco sirvió, porque nos acabaron remontando.
¿Qué jugador de su Liga no puede faltar en esta sección?
Mi compañero Hugo Prado.
