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Dépor

La nueva versión de Juan Otero que amenaza al Dépor en Riazor

En el fútbol pocas cosas llaman más la atención que un jugador que, ya con recorrido, consigue añadir un recurso más a su repertorio. Juan Ferney Otero (Sipí, Colombia, 1995) lo está haciendo en este arranque de curso con el Sporting. Siempre fue un delantero reconocible: veloz, potente, capaz de moverse por ambas bandas y con facilidad para castigar la espalda de las defensas. Ahora, a los 30 años, ha experimentado una ligera mutación. En las tres primeras jornadas de Liga acumula cuatro asistencias, más que ningún otro jugador de la categoría y de las grandes ligas europeas.

No es que Otero haya cambiado de rol. Sigue siendo el mismo atacante que intimida con su zancada y que obliga a las defensas a vigilarlo constantemente. La diferencia está en que, además de esa amenaza, se ha mostrado capaz de dar el último pase. Esa pequeña evolución ha resultado fundamental para un Sporting que ha sumado nueve de nueve puntos en el inicio de campeonato. El colombiano, que recientemente estrenó su condición de hispano-colombiano tras recibir la nacionalidad española, ha sido el asistente en todos los goles rojiblancos.

El ejemplo más claro está en la conexión con César Gelabert. Dos de los cuatro pases de gol de Otero han acabado en los pies del palentino, que lo agradeció públicamente: “Tengo que agradecer a Otero que me ha dado dos asistencias espectaculares”. En ambas jugadas, una ante el Córdoba y otra en el feudo del Ceuta, Otero arrancó desde la derecha, atrajo rivales y sirvió el balón al corazón del área para el remate del mediapunta.

El atacante Jonathan Dubasin, en el duelo contra el Córdoba, y el central Lucas Perrin, durante el reciente triunfo frente a la Cultural Leonesa, también han actuado como destinatarios de esta nueva versión de Otero, que se está mostrando preciso en el centro desde la línea de fondo.

Las cifras son llamativas porque Otero no había destacado en esta faceta en temporadas anteriores. Ahora ha logrado acumular cuatro pases de gol en apenas tres partidos. Esta estadística seguramente se equilibrará con el tiempo, pero confirma que el ex del Fabril todavía es capaz de reinventarse para seguir siendo importante en el fútbol profesional. Él lo explica sin grandilocuencia: “Marcar o asistir, cualquiera de las dos. Con tal de sacar los tres puntos yo voy a estar contento”.

Su peso en el vestuario también ha crecido. Esta temporada ha sido designado como capitán, junto a Yáñez, Gaspar Campos y Kevin Vázquez. Simboliza la confianza que ha ido ganando desde que llegó a Gijón. A eso se suma el paso administrativo de su nueva nacionalidad, que libera una plaza de extracomunitario y refuerza su vínculo con el club y con la ciudad.

Lo lógico es que con el paso de las jornadas las asistencias se repartan, que Otero encuentre también su primer gol y que sus números se ajusten a parámetros más habituales. Pero que le quiten lo ‘bailao’. Ahora mismo está en lo más alto en la lista de asistentes de las grandes ligas y solo Jack Grealish (Everton) iguala sus registros de asistencias. La capacidad de adaptación de Otero es lo que explica que siga siendo decisivo en un Sporting que ha comenzado la temporada con paso firme.