Fran Justo vuelve a cruzarse en el camino del Deportivo, esta vez en Segunda División y con un contexto muy diferente al que vivió hace prácticamente dos años. El técnico ourensano se reencuentra con el conjunto coruñés después de haber dejado una huella imborrable en la temporada del ascenso blanquiazul, aunque en aquel momento lo hiciera desde el banquillo rival. Su equipo fue protagonista de una de las derrotas más duras de un Dépor que ese año consiguió, al cuarto intento, el ansiado regreso a la categoría de plata.
El partido de la jornada once en el Stadium Gal se saldó con una goleada en el marcador a favor del Real Unión de Irún. Los locales vencieron por 3-0, con un doblete de Alberto Solís y un gol en propia puerta de Paris Adot, para sumar los tres puntos en el casillero y provocar una gran crisis dentro del vestuario blanquiazul. “Hemos hecho 20 minutos de la segunda parte mucho más que deficientes. Hablo de la actitud, de los duelos... eso no lo podemos permitir. La segunda parte de hoy donde nos han metido dos goles nos han podido caer cuatro. Si creemos que por llevar el escudo del Dépor vamos a salir a los campos a pasearnos, estamos jodidos. La segunda parte es lo peor desde que estoy aquí por mucho. Debemos mirarnos dentro y decirnos las cositas claras”, criticó Imanol Idiakez, director técnico de aquel curso.
Aquel tropiezo marcó un punto de inflexión y supuso el inicio de la reacción que acabaría con el deseado regreso al fútbol profesional, así lo indicaban los pesos pesados del vestuario. “Desde Irún, desde que tocamos fondo y nos hablamos a la cara, desde ese momento hemos sumado, jugado mejor que antes y ganado los partidos”, apuntó Pablo Martínez, el central francés exdeportivista y a día de hoy sin equipo. Su compañero de zaga, el otro Pablo, y de apellido Vázquez, también se acordó en un par de ocasiones aquella tarde desastrosa: “El día que perdimos 3-0 en Irún nos reunimos todos a puerta cerrada y nos dijimos las cosas bien claritas. Ese día surgió una semilla de algo muy importante para el éxito de un equipo, que es la unión. Ese día se fraguó lo que conseguimos el domingo pasado (en relación a la victoria del ascenso ante el filial del Barcelona)”.
De esta forma, Fran Justo fue un nombre propio en la narrativa de aquella gloriosa campaña, aunque fue revelado de su cargo al poco tiempo, para acabar volviendo al banquillo vasco en las jornadas finales de Liga. A finales de diciembre dejó de ser el entrenador del equipo. El Real Unión cumplió con su propósito de salvar la categoría, pero por un pelo, de manera literal. Pese a la derrota por 3-1 en la última jornada en Riazor, casualidades de la vida, no descendieron a Segunda Federación gracias a que el Sabadell no pasó del empate en su respectivo choque.
Ahora, el destino vuelve a enfrentar a Justo contra el Deportivo, pero en un escenario mucho más grande. El ouresano dirige a un Mirandés que viene de ser el equipo revelación de la temporada anterior al quedarse a tiro de uno del ascenso a Primera División. Los de Anduva no comenzaron bien el arranque de Liga, con dos derrotas en las dos primeras citas del curso, aunque fue un momento circunstancial. Alfredo Merino, director deportivo del club, tiene una manera de operar en el mercado que se basa en esperar hasta las últimas horas para incorporar a jugadores cedidos de Primera que suben el nivel de la plantilla. Justo no pudo contar con los últimos en llegar en las derrotas ante el Cádiz y Huesca y eso minimizó las opciones de sus pupilos se sumar puntos. “El Mirandés está al 25-30% del Mirandés que veremos en la temporada”, confesó en una de sus intervenciones ante la prensa local.
Tras cerrarse la ventana del periodo de fichajes, el momento que atraviesa el equipo es otro muy distinto. Los jabatos suman seis puntos en las últimas dos semanas y reciben la visita del Deportivo en un buen momento de forma. A la victoria en el Nuevo Los Cármenes frente al Granada se le añade la goleada por 1-4 en el Carlos Belmonte ante el Albacete. Los resultados han cambiado y el equipo ha mejorado sus prestaciones, sobre todo en el área contraria. Carlos Fernández, exdeportivista, ha visto portería en las dos últimos duelos, al igual que su compañero en la punta del ataque, Gonzalo Petit. El uruguayo de 18 años aterrizó este verano en Anduva cedido por el Real Betis, que le acababa de fichar del Nacional. El Dépor pondrá a prueba de qué está hecho este Mirandés, y estos cómo de seria es su candidatura al ascenso a Primera.
