
José Ángel Jurado empieza a ver la luz al final del túnel. El mediocentro andaluz del Deportivo se encuentra en la recta final de la recuperación de su lesión muscular en el muslo derecho. Una dolencia de la que el club informó a mediados del mes de agosto y que no solo le ha mermado físicamente, si no que además le ha impedido estrenarse en esta temporada con los blanquiazules.
La semana pasada el centrocampista ya empezó a realizar parte del entrenamiento con sus compañeros, la sección relacionada con la activación. Esta semana sigue dando pasos para poder completar su readaptación deportiva e integrarse de nuevo en la disciplina de trabajo grupal.
José Ángel espera dejar cuanto antes un periodo marcado por la inactividad y las lesiones. Su último partido oficial con los herculinos fue el pasado 4 de mayo, cuando disputó íntegro el choque contra el Albacete en Riazor (5-1) con el que el Deportivo dejó zanjada su permanencia en Segunda. Posteriormente, se sometió a una intervención quirúrgica debido a un cuadro de pubalgia que llevaba arrastrando desde hacía meses.
El otro jugador que actualmente sigue al margen es curiosamente otro mediocentro, José Gragera. El jugador cedido por el Espanyol lleva dos jornadas causando baja (contra Sporting de Gijón y Mirandés) y el club informó la semana pasada, tras realizarse pruebas médicas complementarias, que padece una lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo que lo mantiene con entrenamiento personalizado.
No obstante, el club ha encontrado alternativas para suplir sendas ausencias en la medular. Junto a Diego Villares Antonio Hidalgo ya ha alineado a Charlie Patiño y en Mendizorroza a Mario Soriano. El único jugador específico de esa demarcación y de campo que aún no ha gozado de minutos es Rubén López, que espera su oportunidad para debutar, aunque sea desde el banquillo, este curso con los blanquiazules.